Después de realizar asambleas de dos horas por turno durante los tres primeros días de la semana, el Suoem movilizó ayer a sus cuerpos orgánicos desde la sede del sindicato, en calle 9 de julio 642, hasta el Palacio Municipal, y avisó que volverá a marchar mañana, con el mismo itinerario.
El motivo del descontento del gremio es esquivo. El Suoem prefiere no ser taxativo al señalar cuáles serían los presuntos incumplimientos de la gestión que lidera Daniel Passerini. Algo que no deja de ser extraño, ya que el acuerdo fue homologado por el ministerio de Trabajo. La alternativa, que haya un capítulo de las demandas del gremio que este prefiere no confesar.
En cualquier caso, el Suoem avanza con un esquema de protesta tímido, si se lo compara con el que desplegó hace apenas unas semanas, antes de que el conflicto paritario entrara en stand by por una resolución de Omar Sereno.
A diferencia de entonces, el Suoem no reclama a sus representados el “quite de colaboración”. Léase, el no marcaje de las horas módulo, sucedáneo de las horas extra y prolongaciones de jornada erradicadas por Martín Llaryora de la mayoría de las reparticiones municipales. ¿Qué implica esto? Que el Suoem, en busca de resentir los servicios, encubre paros bajo la forma de asambleas, pero al mismo tiempo hace horas extra. Surrealista.
El verdadero trasfondo es que el gremio reclama que el Ejecutivo avance en la promoción de becarios, que no atravesaron ningún proceso objetivo de selección, a contratados, que luego pasen a la planta transitoria y, finalmente, a la planta permanente del municipio. Que la Municipalidad de Córdoba siga funcionando como una bolsa de trabajo del Suoem, en la que por una suerte de derecho de herencia los hijos de los municipales hereden puestos en la municipalidad, como si de títulos nobiliarios se tratara. Nada nuevo bajo el sol.
Ahora bien, esta pulseada que Daniele sostiene con Passerini, y que implicó romper una paz que debía durar, por lo menos, hasta febrero, coincidirían con otros planes del conductor del Suoem, a saber, y por su 13er mandato al frente del gremio.
Según dejaron trascender distintas agrupaciones que participan de la vida interna del gremio, algunas, opositoras, y otras, partícipes del oficialismo que encarna la lista Verde, en la cúpula del Suoem ya hay conversaciones para delinear el calendario electoral según el cual se disputará el control del sindicato.
Este primer boceto indicaría que la Asamblea General que definirá la Junta Electoral encargada de tutelar el proceso se celebraría el 16 de enero, en pleno receso. Que el cierre de presentación de listas tendría lugar el 6 de febrero, y que las elecciones se llevarían adelante el 10 de abril.
Algunas de las agrupaciones que en la anterior elección, celebrada en marzo de 2022, integraron listas opositoras -la lista Verde de Daniele se midió entonces con la lista Fucsia de Susana Rins y la Violeta de Aldo Cabello- ya adelantan que esta vez no participarán del test electoral.
En primer lugar, porque lo ajustado del calendario, junto a su superposición con el receso, no les daría tiempo para armar las listas. Y, en segundo término, porque sospechan que podría haber represalias.
Es que las agrupaciones no alineadas a la lista Verde juran que, más allá de las tensiones que se advierten en la superficie entre la conducción el Suoem y la gestión, por debajo hay una gran cantidad de entendimientos, entre los cuales existiría una garantía tácita para dificultar que al histórico jerarca del gremio le aparezcan desafiantes en la interna.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE FELIPE OSMAN.