El Gobierno necesita que se vote la Boleta Única para aplicarla en las próximas elecciones y confía en que se debata esta semana
POLÍTICA Federico Galligani*Pasadas las derrotas en el Congreso y tras la reunión del presidente Javier Milei con referentes de los bloques legislativos de la oposición “dialoguista”, el Gobierno busca que esta semana se vote en el Senado el proyecto para implementar la Boleta Única de Papel (BUP) en todo el país.
Las autoridades nacionales reconocen que la iniciativa, que ya tiene media sanción de Diputados desde junio del 2022, debe tratarse en los siguientes días para que pueda ponerse en funcionamiento en las elecciones del próximo año.
Si bien el texto perdería estado parlamentario recién en febrero del 2025, en la Casa Rosada señalan que la medida debería ser aprobada durante septiembre por la Cámara alta, para que tenga tiempo de volver a ser discutida por los diputados y pueda convertirse en ley antes de diciembre.
Este plazo es así de limitado, ya que el Poder Ejecutivo tiene que cumplir con una serie de formalidades burocráticas una vez que el proyecto sea sancionado, como informar a todos los Juzgados Electorales de la norma, adaptar los procedimientos correspondientes y diseñar las listas.
Por esta razón, en la Casa Rosada señalan que la intención es que el oficialismo logre los apoyos necesarios como para convocar a sesión para el miércoles de esta semana, pero todo dependerá de la postura que tenga el resto de los espacios, sobre todo los partidos provinciales.
El vicejefe de gabinete del Interior, Lisandro Catalán, trabajó activamente en las negociaciones con la oposición e incluso se reunió con los líderes de los principales bloques en el Senado, con el objetivo de lograr los consensos necesarios.
De hecho, el funcionario estaba confiado de que la Boleta Única se incluyera en el temario de asuntos a tratar en la sesión del 22 de agosto pasado, en la que los senadores anularon la última suba de sus sueldos, pero finalmente eso no ocurrió.
En aquella oportunidad, Catalán presentó la reforma política que pretende llevar adelante el Gobierno, acompañado por su par Ejecutivo, José “Cochi” Rolandi, la vicepresidenta Victoria Villarruel y la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzábal Murphy.
Algunas bancadas pequeñas les plantearon a los integrantes del Gabinete la disconformidad con el diseño que tendrían las papeletas según la propuesta actual, ya que le permite al votante seleccionar la opción de “lista completa”, lo cual perjudicaría en un futuro a aquellas agrupaciones locales que no tengan candidatos a presidente o incluso a gobernador.
Ante esta situación, los enviados del Gobierno se mostraron dispuestos a cambiar ese detalle y eliminar esa posibilidad de las boletas, pero el ofrecimiento no alcanzó como para que el conjunto de la oposición aceptara incluir el asunto en el temario de esa sesión de fines de agosto.
Ahora, el nuevo objetivo es que el proyecto sea votado el miércoles, el mismo día en el que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, va a exponer en Diputados sobre el avance de la gestión, acompañado por Catalán y Rolandi.
No obstante, en el Senado aclararon ante la consulta de Infobae que el avance de la iniciativa está supeditado a la cantidad de votos que el oficialismo tenga asegurados por parte de sus aliados en el recinto, ya que, de lo contrario, no se arriesgarían a que la iniciativa se caiga.
En este sentido, La Libertad Avanza y las bancadas que lo acompañen deben reunir al menos 37 votos a favor -la mitad más uno del total de los integrantes de la Cámara, estén presentes o no- para aprobar el texto, porque modifica cuestiones electorales.
“La idea es esa, pero para eso hay que asegurar 37 votos sí o sí, porque si llegás al recinto sin eso, se cae”, explicaron a este medio fuentes cercanas a Villarruel, quien busca dejar atrás las tensiones con Milei que se vieron en los últimos meses.
Tiempo atrás, hubo críticas cruzadas entre la Casa Rosada y el Congreso respecto de las responsabilidades por las derrotas del oficialismo en distintas cuestiones y ambos acusaron al otro de falta de gestión a la hora de conversar con la oposición para llegar a acuerdos.
Una de las victorias del kirchnerismo que generó malestar fue el rechazo del DNU que aumentó los fondos reservados de la SIDE, y que ahora Unión por la Patria busca que se discuta también en el Senado para que sea el primer Decreto en la historia argentina en ser anulado.
* Para www.infobae.com