Llaryora va a apoyar con reservas y anticipa su rol a nivel nacional

En una entrevista que fue publicada a mediados de la semana pasada por el prestigioso medio británico Financial Times, Javier Milei aseguró que podía gobernar sin Congreso y que no tenía problemas en aplicar su programa de gobierno a través de decretos. Sin embargo, el viernes pasado el Presidente dio un giro copernicano y, tras maltratar a gobernadores y legisladores, los convocó a un acuerdo nacional, a un pacto para echar las bases de una nueva Argentina.

Al hablar durante la Asamblea Legislativa, que dejó inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso nacional, les dijo de todo a los gobernadores y diputados y senadores nacionales: ladrones, corruptos, delincuentes, inútiles e inoperantes, entre otros adjetivos calificativos. Eso durante el 80 por ciento de su mensaje, lo cual era esperado y no sorprendía a nadie, mientras sus acólitos lo avivaban desde los palcos y las gradas superiores, al más puro estilo kirchnerista.

Más allá de los reparos y los condicionamientos que puso en caliente, apenas terminó el discurso, el gobernador de Córdoba Martín Llaryora ya dijo que acudirá a todas las instancias de diálogo propuestas por el Gobierno nacional, primero en la Casa Rosada y luego en el Congreso, para tratar de aprobar la ley ómnibus.

Según dejaron filtrar en la Casa Rosada, Milei habría aceptado algunas sugerencias de instituciones internacionales para hacer menos escarpado el camino en la dificultosa relación con las provincias.

Además, Llaryora estará en la punta del viento ya que el jefe de Estado llamó a firmar en nuestra provincia un pacto nacional el próximo 25 de mayo, con 10 principios rectores de su programa de gestión. Y, obviamente, ese encuentro lo tendrá como anfitrión y principal cara visible después del Presidente y su entorno más próximo.

“Es cierto que no esperábamos esto, pero tenemos que aprovecharlo porque de alguna manera adelanta nuestros tiempos”, indicaron desde el entorno del gobernador.

Es que mientras técnicos pulían las respuestas de Llaryora a Milei por su discurso –iban a ser bastante duras y difundidas en redes sociales–, el mandatario cambió de frente y formuló el llamamiento a todas las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tiraron todos los borradores y empezaron a escribir la nueva historia con un mensaje suave del gobernador, en el que respaldó la propuesta pero dijo que era necesario aplicar cambios en forma urgente. Eso al principio porque después evaluaron las oportunidades que le daba a Córdoba y al gobernador el nuevo escenario planteado por el jefe de Estado.

Vigo jugó fuerte.  No hubo respaldos masivos al gobernador, pero el más importante fue el de la senadora nacional cordobesista Alejandra Vigo, alineada totalmente con su esposo, el exgobernador Juan Schiaretti.

“Alejandra habla por Juan, que le levantó el pulgar a la jugada de Milei… es que en esta plaza todos se necesitan, de modo que nadie puede seguir a los gritos”, comentaron cerca del búnker de Schiaretti que sigue trabajando en silencio. Los llaryoristas piensan que lo mejor que le puede pasar al gobernador es que su antecesor se meta en la pelea por 2025, cuando se vote para elegir diputados nacionales. “Juan puede ser un personaje central en todo lo que tenga que ver con el futuro a mediano plazo y puede sorprender porque no olvidemos que quedó bien parado tras los debates y la elección presidencial del año pasado”, razonan desde el peronismo cordobés. Además, recuerdan que Schiaretti se fue con una imagen positiva del 75 por ciento y que todavía la mantiene, según lo remarcan las encuestas. 

También el presidente Milei cuenta con un masivo respaldo popular que supera el 50 por ciento, luego de las drásticas medidas que tomó y que impactan de lleno en la clase media.

Milei también modificó su pensamiento sobre los jubilados. La semana pasada aseguró casi despectivamente que sólo el 15 por ciento de la clase pasiva estaba mal, mientras había 60 por ciento de chicos bajo los niveles de pobreza. El viernes cambió y habló bien de las personas mayores y prometió una nueva tabla para que sus ingresos no se sigan licuando. 

Contradicciones aparte, en el entorno de Llaryora afirman que este nuevo escenario puede adelantar los tiempos de Llaryora, que es visto como un antagonista al Presidente. En La Libertad Avanza, diputados confiaron que “tiene entre ceja y ceja a Llaryora y habla mal de él cada vez que puede”. En el Centro Cívico insisten: “Todo esto es una oportunidad y es una buena noticia que nos quieran subir al ring”. Cordobesismo a full.

Advertencia por los subsidios al transporte.  En el nuevo ida y vuelta propuesto por la Casa Rosada a las provincias, el oficialismo cordobés tiene algunas urgencias y la prioridad aquí es por ahora aliviar la situación del sistema de colectivos urbanos e interurbanos.

“Si no nos envían los fondos suficientes, estaremos obligados otra vez a subir el precio del boleto”, se justifican cerca de Llaryora por los incrementos dispuestos hace muy poco tiempo. Los voceros del oficialismo recalcan que la inflación no cede y por más ajuste que se haya hecho, la drástica reducción de las partidas de la Nación causó un fuerte impacto en el Tesoro provincial.

En eso también radica el interés de Llaryora en sentarse a conversar con las autoridades nacionales. Por eso estarían dispuestas, la mayoría de las provincias, a firmar el pacto de mayo y antes dar el aval a la ley ómnibus y a los pactos que se puedan hacer, sobre todo a nivel fiscal y que tengan rango de ley. Ahora, impensadamente, todo vuelve a pasar por el Congreso. Hay que acostumbrarse a Milei. 

Con información de Perfil, sobre una nota de Eduardo Bocco