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Ana Paula, la cantante que brilla con Bossi en el teatro: el legado artístico en Ecuador y la vez que Pablo y Pachu cambiaron su vida

ESPECTÁCULO 20/05/2023 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias

Dicen que el fruto no cae muy lejos del árbol y esa frase parece pintar con precisión la vida de Ana Paula Pérez. De padres argentinos radicados en Ecuador con una extensa carrera en los medios, cuando nació en Guayaquil hace 26 años su familia ya era famosa y su nacimiento fue televisado. Su madre, Ana Buljubasich es una emblemática presentadora y productora, una Susana Giménez en aquellas tierras; su padre, el cantautor Nerio David Pérez, un artista integral que canta, actúa y pinta. Y esa pequeña hiperestimulada en el arte, alentada a ir tras sus sueños, un día se animó a cantar en público y con ese “simple” acto, marcó su camino.

Entonces armó una mochila y viajó a la tierra de sus padres. Llegó a Buenos Aires para estudiar en la academia de Sebastián Mellino. La idea era realizar un curso intensivo de canto y volverse, pero lo deslumbró con su talento, le ofreció trabajo y se quedó a vivir. En el medio se enamoró de la actuación, de las costumbres argentinas y de un joven con el que hoy comparte sus días. Y proyecta en grande, sin descanso, porque con la misma energía arrolladora que tuvo aquella vez que dejó todo lo construido en Ecuador para empezar de cero a 5000 kilómetros de su casa, lejos de su familia y su apellido, ahora funda su carrera con pasos firmes. Quiere desarrollarse en la música, su terreno seguro, y seguir demostrando que también puede destacarse en la actuación. “Gracias a Dios, ni un solo mes estuve sin trabajo desde que llegué”, dirá.

 
Es que Ana Paula (ahora a secas) participó en distintas series y fue integrante del jurado de Canta Conmigo Ahora hasta que llegó a la calle Corrientes y cada noche acompaña a Martín Bossi en su Bossi Live Comedy, donde se luce escoltando al actor: canta, baila y hace reír, algo que también descubrió y le fascina.

“Trabajar con alguien como él es maravilloso, sobre todo porque hay buena energía, es un gran compañero, muy generoso. Por ejemplo, cuando supo que era buena haciendo diferentes acentos me dijo `tenemos que meterlo en el show`, me permite lucirme. Así que me siento muy cómoda y hacer comedia es fantástico. O sea, uno va a laburar, pero va a escuchar risas, a provocarlas y uno también se divierte arriba del escenario”, asegura en una charla en la que también recordó sus inicios, reafirmó sus proyectos y confesó cuál fue el momento en el que su vida cambió para siempre.

—Con el corazón dividido entre tu patria ecuatoriana y tus raíces argentinas, ahora también tu trabajo se divide entre ambos países, ¿lo buscaste o se fue dando?

—Mis dos papás son argentinos, pero se conocieron en Ecuador y bueno, ahí me tuvieron. Viví toda mi vida allá, pero vine a estudiar y antes de la pandemia pude entrar a una serie de Netflix que se llamaba Go, vive a tu manera. Pasó la pandemia, estábamos justamente en la gira de los conciertos y me tuve que regresar a Ecuador, pero me quedé con la pica. Allá tengo mi carrera más como cantante, hice cuatro series cómicas pero siempre elegía la música hasta que me hizo un click y comencé a dudar: “me parece que me gusta más la actuación que la música”. Y ahí fue cuando me arriesgué a venir el año pasado a grabar una serie que todavía no salió pero que ya está lista. Pero voy y vengo, cuando visité a mi familia también filmé una película allá, así que nunca paro.

—Y en el medio se dio tu incorporación como jurado a Canta Conmigo Ahora al lado de Marcelo Tinelli

—Sí, justamente después de la serie pasó lo de Canta Conmigo Ahora, que fue también re lindo, porque conocí a gente maravillosa. Ahí, imagínate, con 100 personas a tu alrededor del palo de la música, la carpa siempre era un show, así que también lo disfruté un montón. Pero creo que esta etapa de estar en el teatro y poder entrar en contacto con la gente, siento que es una linda oportunidad. Todos los días me enamoro un poquito más de mi profesión y sobre todo también vivo mi día a día con mucha gratitud porque la idea de venirme a vivir acá, que es también mi medio país, fue la ilusión de poder laburar y que gracias a Dios aún no he tenido un mes sin grabar. De verdad, yo lo agradezco todos los días.

—¿Cuáles son los planes: quedarte en Argentina, volver a Ecuador, probar en otro país?

—Por ahora me quedo acá, haciendo teatro pero ya me conocen, nunca estoy quieta, me meto en clases de todo, siempre lista para cualquier proyecto que se venga y con la mochila armadita (risas). Pero también tengo en consideración viajar, irme a otros lados, no descarto México como opción, no sé. Hoy estoy acá, me siento como en casa y la verdad es que hay muchas cosas que, aunque haya nacido en otro país las tengo muy metidas por mis papás, ¡como el dulce de leche!

—Y acá, también encontraste el amor...

—Esa es otra excusa para quedarme: el amor. Lo conocí hace un año y pico y no es del medio, nunca he estado con alguien del medio, me gustan más perfil bajo porque para fotos y todo eso ya estoy yo (risas). En realidad, es el otro extremo, o sea, no puedo subir fotos, no puedo subir nada, no le gusta ese tema pero bueno, me apoya y yo creo que eso es muy importante para la carrera de un artista en general.

—¿Qué dijo tu familia cuando les diste la noticia de que querías emigrar?

—La verdad es que se lo veían venir y ellos siempre me apoyan. Lo bueno es que mis papás también son artistas. Mi mamá es productora, fue gerente de producción durante muchos años en un canal muy importante de allá, animadora de televisión durante casi 40 años. Y mi papá es artista también, es cantante, actor y bueno, también pinta, es lo más sensible que hay, entonces son muy del “Vuela, hija, vuela”.

—¿Y tu mamá es como una especie de Susana Giménez allá no? Una conductora emblemática de muchos años, conocida por todos

—Sí, es que con tantos años en la tele es imposible que aunque sea por equivocación no la hayas visto, al menos en una publicidad. Se ha hecho una carrera hermosa y a mí al haber nacido entre cámaras y conociendo el mundo de ella, también me da otra perspectiva de esta carrera. Mi mamá siempre fue muy humilde, de hacer comunidad, de hacer comunicación pero desde otro lado, mucho más humanitario. Entonces creo que eso también me ha enseñado a armar esta carrera no desde lejos, sino desde realmente la labor, la pasión. Y esas son mis bases.

El momento en el que todo cambió

“Cuando era pequeña sentaba a mi familia y les montaba un show en el que cantaba canciones de Montaner, lloraba, lo daba todo, pero en público no me animaba”, confiesa esta joven que si bien nació siendo famosa, tuvo una etapa reacia a las cámaras. De hecho, en su colegio nadie sabía que cantaba.

Sobre aquellos años aún queda un dejo de dolor porque sufrió mucho bullying y se sintió muy sola, algo que le dejó cicatrices difíciles de curar. Pero un día todo cambió: su madre, en su rol de productora, convocó a Pablo Granados y Pachu Peña para trabajar en Ecuador y sin saberlo, el dúo humorístico que fue sensación también en su país transformaría su vida.

—Decís que siempre quisiste ser artista y tenías el contexto para desarrollar tu carrera, ¿qué te lo impedía?

—Me iba mal en matemáticas y ciencias, esa era la señal de que por ahí no iba (risas) pero la verdad es que era súper tímida. Entonces mi mamá llevó a Pablo y a Pachu a hacer un programa y fue un éxito, los adoran allá a los dos y como ellos sabían que yo cantaba pero era bastante tímida, en un momento necesitaban a alguien que cante y mi mamá me pidió que vaya. Canté con Pachu una canción de Christina Aguilera mientras él imitaba a Bocelli, ese programa lo veía todo el mundo así que, al día siguiente, todos sorprendidos porque cantaba. Luego me presenté en el Talent Show, empecé a incursionar en el escenario y a quitar la timidez. Pero bueno, así fue básicamente, como la gente se enteró que yo cantaba, si fuera por mí no se hubieran enterado hasta hoy porque sufría mucho bullying.

—¿Cómo viviste esos años tan duros?

—Yo creo que marca para siempre a la persona, sobre todo el no tener muchas amistades y que el recreo sea como una pesadilla. Eso fue más en la primaria, ya en la secundaria un poco menos, y los últimos años, gracias a Dios, fueron maravillosos. Soy muy creyente, creo mucho en Dios, soy de orar mucho, y la verdad es que Dios es maravilloso conmigo, todo lo que le pido de alguna u otra manera en su tiempo, me lo da. Y siempre le pedí una amiga, aunque sea una, una de verdad, y ahora tengo una amiga desde aquel tiempo, que es como mi hermana. Y la verdad es que no necesito más. ¿Viste que cuando uno va creciendo tiene que ir bajando los dedos de la mano de la cantidad de amigos?

—Se da una limpieza natural...

—Tal cual, es una limpieza natural. Nadie está libre de vivir algo así y es triste, pero creo que eso también te hace fuerte, te ayuda a ver la vida siempre de otra forma, con más empatía, a abrazar más, a mirar más, a tener un poco más de amor para con el otro, porque uno no sabe lo que la otra persona vive.

—¿Qué se viene para lo que resta de 2023?

—Voy a seguir en el teatro, no sé si haremos temporada de verano en Mar del Plata o Carlos Paz, y luego voy a grabar canciones con Sebastián Mellino. Quiero grabar videoclips, ahora quiero conjugar mis dos pasiones: cantar y actuar.

Con informacion de Infobae.

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