Rodrigo quiere ser intendente, no vicegobernador

Luis Juez y Rodrigo de Loredo compartieron dos horas de la tarde del último domingo. Tras ese encuentro, el senador y candidato a la gobernación por Juntos por el Cambio se quedó con la sensación de que el radical no lo acompañará como su vice en la fórmula provincial. “Rodrigo no le dijo nada. Pero Luis se quedó con esa percepción”, dijeron cerca del líder del Frente Cívico.

“No me quiero enterar por un video en las redes como la última vez. Avisame antes”, le pidió Juez a De Loredo, casi a modo de súplica.

En el juecismo, hay un fuerte malestar que por ahora se mantiene contenido. “Si Luis aguantó hasta ahora sin explotar es porque todavía tiene alguna expectativa de que Rodrigo lo acompañe. Eso sería lo mejor para el espacio. Pero la verdad es que está cansado”, cuentan en su entorno.

Puestos a arriesgar un desenlace, ponen en un “60/40″ las chances de que el radical opte por la postulación para la intendencia capitalina en lugar de la vicegobernación. Muy parecido a la promocionada proporción “70/30″ del ferné y la coca que la dupla hizo viral hace algunas semanas bajo el lema “fórmula que funciona”.

Dirigentes que estuvieron con Juez en los últimos días lo notaron con mal semblante. “Luis tiene las bolas por el piso”, graficó, sin cuidado del vocabulario, otra voz radical, sobre cómo impacta en el ánimo del candidato la indefinición de De Loredo.

 
 
“No sé qué más espera. Llaryora ya puso la fecha de la elección en la Capital. El tiempo de jugar a las escondidas se terminó. Tenemos que estar en la cancha con todo”, apuntó otro opositor.

De Loredo rechaza el apuro de sus socios. Reconoce que su indefinición genera inquietud en la tropa, pero sostiene que ese accionar todavía no tiene impacto relevante en la campaña. Los deloredistas recuerdan que este “tiempo perdido”, del que se quejan algunos en Juntos por el Cambio, se podría haber evitado si se realizaba la interna que él impulsó y que Juez y el resto de los socios prefirieron gambetear.

Con todo, en la reunión del domingo De Loredo se habría comprometido a tener la definición antes del próximo fin de semana. Su anuncio es inminente. El sábado 6 de mayo, dentro de 10 días, expira el plazo para presentar candidaturas. Ese es el tiempo máximo para estirar la incógnita. Marcos Carasso, el presidente de la UCR y diputado nacional del sector de Mario Negri, aparece con amplias chances de ocupar el sillón de acompañante de Juez si De Loredo opta por la Capital.

DE ACÁ PARA ALLÁ
Después de haber coincidido inicialmente con un análisis general hecho por la oposición, que hablaba de la inviabilidad de triunfar en la ciudad de Córdoba sin previa conquista de la gobernación, De Loredo habría comenzado a revisar esa máxima.

Aquella posición, instalada por los propios referentes de Juntos por el Cambio en las últimas semanas, alentó las versiones sobre la candidatura a vice del radical de Evolución. De Loredo aprovechó ese combustible para mantener activo el fuego de su juego mientras decidía qué hacer.

Juez no es el único dirigente que tiene la percepción de que el radical finalmente tomará el camino capitalino. El último fin de semana, Horacio Rodríguez Larreta, precandidato presidencial opositor, estuvo en Río Tercero y en Río Cuarto. Allí compartió la misma impresión acerca del posible destino capitalino de De Loredo. ¿Será sólo una sensación o Rodríguez Larreta contará con información calificada, por su estrecho vínculo con Martín Lousteau, jefe de De Loredo en Evolución?

Hace varios meses, en los albores de este proceso preelectoral, desde las usinas porteñas de Evolución se trazaron sin medias tintas los objetivos del espacio: 2023 es el turno de conquistar ciudades; 2027 será el momento de ir por las provincias.

El cambio de perspectiva de De Loredo estaría asentado en recientes mediciones que siguen poniendo al radical como favorito para la contienda capitalina sobre el peronista Daniel Passerini, de Hacemos Juntos por Córdoba. En caso de tomar ese camino, De Loredo exhibirá esa potencialidad que le devuelven las encuestas como argumento ante Juez para desertar del apartado provincial.

Pero hay otras interpretaciones posibles. Por ejemplo, un replanteo más real y concreto acerca de qué viabilidad podría tener un eventual gobierno de Juez con De Loredo de vice.

“¿Vos te imaginás a Luis tomando decisiones desde el Panal y a Rodrigo tocando la campanita en la Legislatura? ¿Cuánto podría durar esa convivencia sin que impacte en la gestión?”. Ambas son preguntas inquietantes, que empiezan a tener peso en estas horas de decisiones en el seno de Juntos por el Cambio.

En las mediciones que tiene el juecismo, De Loredo le aporta a Juez entre dos y cuatro puntos. Esa sería la merma de base que sufriría la oferta opositora con el radical fuera de la fórmula.

“El peronismo está sólido. Son una máquina electoral. Ya cerró el conflicto con los docentes y sólo le queda pendiente el tema salud. Con la inseguridad, será una lotería. Tenemos más para ganar nosotros que ellos. Nosotros tenemos una oportunidad, pero todo se tiene que alinear. No podemos regalar nada”, dice y alerta un opositor de experiencia mientras desespera por la decisión del radical.

Con información de La Voz, sobre una nota de Mariano Bergero