El descargo de Pablo Matera luego de la viralización de mensajes racistas y xenófobos

Pablo Matera, capitán de Los Pumas, rompió el silencio luego de quedar en el centro de la polémica por mensajes xenófobos y racistas en su cuenta de Twitter. Los tuits se publicaron entre 2011 y 2012, y el jugador tuvo que cerrar el perfil por la rápida repercusión.

El porteño, de 27 años, aseguró que pasó "momentos más duros" y que está "muy avergonzado" por la situación. "Disculpas a todos los que salieron ofendidos por las barbaridades que escribí. En ese momento no imaginaba en quién me iba a convertir. Hoy me toca hacerme cargo de lo que dije hace 9 años. Perdón también a mi equipo y mi familia por el momento que están pasando por mis acciones y gracias a la gente que me quiere por su apoyo", afirmó en su Instagram. 

Pero no solo el capitán del seleccionado nacional fue apuntado por comentarios racistas, homofóbicos, gordofóbicos y antisemitas. También se viralizaron mensajes parecidos de Guido Petti, segunda línea, y Santiago Socino, hooker del equipo. 

Al igual que Matera, los dos jugadores realizaron un descargo por Instagram y pidieron disculpas. "Quería decirles que estoy muy apenado y avergonzado por lo que alguna vez dije. Sin ánimos de justificarlo por los ocho años que pasaron, esos mensajes que hoy repudio completamente, no representan en absoluto a la persona que soy. Me equivoqué y quiero expresarles mis más sinceras disculpas", escribió Petti.

Por su lado, Socino publicó: "Lo repudio absolutamente. Nunca dimensioné lo que podía llegar a causar, y no busco tampoco justificarlo, con la inmadurez con la que me manejé. Pido disculpas también a mi familia y a mi club".

El repudio del Inadi

El Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia expresó su "preocupación" por los repudiables mensajes de los jugadores de Los Pumas. La titular del organismo, Victoria Donda, afirmó que la Unión Argentina de Rugby (UAR) deberá tomar "cartas en el asunto" por los dichos racistas y discriminatorios.

Fuente: El Doce