Histórico: El cuarteto fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO

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El cuarteto, un ritmo característico que ha dado vida a Córdoba y a Argentina durante 80 años, ha recibido un nuevo reconocimiento: fue designado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. La distinción fue anunciada en la vigésima sesión del Comité Intergubernamental del organismo, que tuvo lugar en Nueva Delhi, India, donde representantes argentinos defendieron su relevancia cultural.

La candidatura fue impulsada en 2022 por la gestión del ex intendente Martín Llaryora y continuada por el actual intendente Daniel Passerini. Este reconocimiento se logró gracias a un trabajo coordinado entre la Cancillería y el Ministerio de Cultura de la Nación, que destacó la profunda huella del cuarteto en la vida social y cultural de la región.

El informe “Cuarteto, Música, Letra y Danza en la Ciudad de Córdoba” fue elaborado tras discutir con autoridades y especialistas sobre la evolución del género desde sus inicios hasta el presente. Se abordaron aspectos como su impacto en bailes y la importancia del ritual de la pista, así como la valía de sus letras y su sonido popular.

Según la definición de Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de la UNESCO, este tipo de bienes comprende usos, representaciones y expresiones que las comunidades consideran parte de su patrimonio. El cuarteto se caracteriza por ser un proceso vivo, que se transforma y se reinventa con cada generación.

Originado en Córdoba en 1943, el cuarteto nació para animar bailes populares, combinando elementos criollos y europeos. Las primeras orquestas incluían piano, violín, acordeón y contrabajo, y la figura de Leonor Marzano fue fundamental en este desarrollo.

A lo largo de las décadas, el cuarteto evolucionó: desde los años 70, incorporó influencias caribeñas y secciones de vientos, manteniendo siempre su esencia festiva. El género ha reflejado la vida en los barrios y las emociones cotidianas, destacando a artistas como La Mona Jiménez y Rodrigo El Potro Bueno.

Hoy en día, los bailes cuarteteros son una celebración comunitaria que reúne a personas de todas las edades, con orquestas de más de ocho músicos y una interacción especial entre artistas y público. El “tunga-tunga”, apodo del ritmo, se convierte en coreografía donde cada movimiento es parte de una danza colectiva.

El cuarteto es más que música; es danza, memoria e identidad. Sus letras, cargadas de picaresca y nostalgia, forman la banda sonora de la vida en Córdoba. Con este nuevo reconocimiento, se celebra su condición de patrimonio vivo que se reinventa constantemente.

Cada vez que suena un acorde de cuarteto, se festeja la creatividad y la diversidad cultural de Argentina. Esta designación es un homenaje al cuarteto y su valor como orgullo global.

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