Industria adjudica el cupo 2026 para autos híbridos y eléctricos en medio de una demanda récord

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Cupo 2026 limitado a 50.000 unidades pese a más de 136.000 pedidos.
  • Ford lidera entre las terminales con 10.000 unidades de la Territory híbrida.
  • Los importadores recibieron 30.720 vehículos y acumularon 116.390 solicitudes.
  • Se suma un arrastre de 9.856 unidades del cupo 2025 que deben ingresar antes del 31 de enero.
  • Cada modelo debe cumplir requisitos técnicos y un precio FOB menor a u$s16.000.
  • La priorización se definió por menor FOB y fecha más cercana de arribo.

La Secretaría de Industria y Comercio oficializó la distribución del cupo para importar vehículos híbridos y eléctricos durante 2026, un esquema que volvió a evidenciar el salto de interés del mercado local por este tipo de unidades. A través de la Resolución 513/2025, publicada el 3 de diciembre en el Boletín Oficial, el Gobierno confirmó que más de 136.000 solicitudes compitieron por las 50.000 unidades que pueden ingresar al país con arancel cero, de acuerdo con el acuerdo automotor ACE 14 entre Argentina y Brasil.

El proceso, que llevó un mes y medio, repitió el criterio aplicado en asignaciones anteriores: la división del cupo en dos mitades, con 25.000 vehículos destinados a las terminales agrupadas en Adefa —las automotrices con producción local— y otros 25.000 para los importadores nucleados en CIDOA. No obstante, el corrimiento interno por categorías terminó ampliando la porción final de los importadores a 30.720 unidades, mientras que el segmento de las terminales totalizó 19.280, por debajo del máximo previsto.

En el bloque de Adefa, Ford Argentina volvió a ser la principal beneficiada: recibió autorización para importar 10.000 unidades de la Territory híbrida, un volumen que duplica a la mayoría de sus competidores. Detrás quedaron General Motors, con 4.080 vehículos entre los modelos Spark EUV y Captiva PHEV, y FCA —responsable del Fiat 600 Hybrid y las líneas Leapmotor C10 y B10 Reev— con 1.900. PSA obtuvo 1.700 unidades destinadas a las variantes eléctricas del Citroën C3 y C4, mientras que Renault completó el reparto con 1.600 unidades del Arkana Mild-Hybrid.

El panorama fue distinto en el universo de los importadores, donde la demanda triplicó la oferta. Allí se acumularon 116.390 solicitudes para un cupo de poco más de 30.000 unidades. El Gobierno debió elaborar una lista de prelación de 85.670 vehículos para cubrir eventuales bajas o espacios disponibles durante el año, una señal directa del interés creciente por modelos electrificados de marcas mayormente asiáticas.

Entre los vehículos aprobados figuran nombres que ganaron terreno en los últimos años, como los Chery Arrizo y Tiggo, los Great Wall y Haval en diversas configuraciones, los Dongfeng, los JAC y los Jetour. Se incluyen además modelos de nuevas marcas para el mercado argentino, como Arcfox, Deepal y AION, así como una pequeña cuota del Volkswagen ID.3, que solo recibió seis unidades. BYD volvió a ocupar un lugar destacado con 3.700 unidades entre los Dolphin, Seal y otros modelos PHEV.

A esta distribución se sumó un componente adicional: el arrastre de 9.856 vehículos del cupo 2025 que no habían completado su proceso administrativo. La resolución determinó que esas unidades deberán ingresar al país y nacionalizarse antes del 31 de enero próximo. Allí aparecen modelos provenientes de Chery, Changan, Haval, Arcfox, BAIC, Bestune, Skywell, BYD y Volkswagen, entre otros.

Para integrarse al programa, cada vehículo debe cumplir requisitos específicos: un peso superior a 400 kilos sin batería, una potencia mínima de 15 kW y una autonomía no menor a 80 kilómetros. Se admiten híbridos, híbridos enchufables, microhíbridos y eléctricos puros. Los importadores, además, deben presentar un precio FOB inferior a u$s16.000, un valor de venta local estimado y una fecha precisa de arribo. En el caso del cupo 2026, todas las unidades deberán estar nacionalizadas antes del 31 de enero de 2027.

La asignación final quedó definida según dos criterios centrales: el menor precio FOB y la proximidad de llegada al país. Con este método, el Gobierno buscó priorizar las unidades más competitivas y acelerar su disponibilidad, en un contexto donde la oferta se torna insuficiente frente a una demanda sostenida.

Para la industria automotriz, el reparto del cupo 2026 refleja una continuidad en la política de transición hacia una movilidad electrificada, aunque con un límite cuantitativo que queda corto en relación con el entusiasmo del mercado. Para los importadores, el desafío será ahora cumplir los plazos y asegurar el ingreso en tiempo y forma en un año que promete continuar marcado por fuertes tensiones entre oferta, cupos y demanda.

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