Crece la fractura sindical: la CGT dialoga con el Gobierno mientras nace un frente opositor encabezado por gremios del transporte

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • La CGT aceptó participar del Consejo de Mayo convocado por el Gobierno para discutir reformas laborales.
  • Surgió un nuevo frente opositor, impulsado por gremios del transporte (CATT), las CTA y movimientos sociales, que critica fuertemente al Gobierno.
  • La protesta del Frente de Lucha marcó su debut público y evidencia la creciente división sindical.
  • Algunos dirigentes de la CGT participaron de la marcha pese a formar parte de la conducción.
  • El nuevo frente evalúa convocar paros sectoriales o nacionales, aumentando la presión sobre la CGT.
  • La CGT busca influir en el Consejo sin renunciar a sus principios, pero advierte que podría retirarse si no hay consensos reales.

Mientras la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) decidió aceptar la invitación del Gobierno al Consejo de Mayo —el foro multisectorial que busca consensuar reformas como la modernización laboral—, un nuevo frente sindical emergió con fuerza y amenaza con disputarle legitimidad: el Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y el Salario Justo.

Este espacio, promovido por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y reforzado por sectores duros del sindicalismo, las dos CTA y organizaciones sociales como la UTEP y la CCC, protagonizó este miércoles una masiva movilización frente al Ministerio de Desregulación que encabeza Federico Sturzenegger. El frente acusa al funcionario de ser “el ideólogo de un plan de saqueo sin precedentes”.

La protesta marcó el debut público de esta suerte de central obrera paralela, en un escenario de creciente fragmentación gremial. Entre sus impulsores se destacan figuras como Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Juan Pablo Brey (aeronavegantes), Pablo Biró (pilotos), Hugo Yasky, Hugo “Cachorro” Godoy y Alejandro Gramajo (UTEP), además del ferroviario Omar Maturano y el líder de la UOM, Abel Furlán, quien sorprendió con su presencia pese a formar parte de la conducción de la CGT.

Fracturas internas y juego de presiones

Aunque la CGT avaló el ingreso de Gerardo Martínez (UOCRA) como su representante en el Consejo de Mayo, la decisión no fue unánime y expuso diferencias cada vez más visibles. Incluso dirigentes que integran el secretariado de la central, como Schmid y Brey, expresaron reparos durante la reunión en la que se tomó la decisión. Aun así, participaron de la marcha del nuevo frente, lo que revela la superposición de roles y tensiones latentes.

Entre quienes también marcharon se destacaron referentes cegetistas como Julio Piumato, Jorge Sola, Miguel Paniagua y dirigentes de Camioneros, con fuerte presencia a través de Octavio Argüello, Karina Moyano y Omar Pérez. En paralelo, el líder del gremio, Hugo Moyano, mantiene una estrategia ambivalente: tensiona con críticas, pero cierra paritarias moderadas, en línea con el tope salarial que impone el Gobierno.

¿Un paro en el horizonte?

El Frente de Lucha se perfila como un actor de peso que podría forzar a la CGT a endurecer su postura. Este jueves definirá su hoja de ruta, con la posibilidad de impulsar paros sectoriales o, incluso, un paro nacional que la CGT aún no se anima a convocar.

En un año marcado por el calendario electoral y con un Congreso cegetista previsto para dentro de cuatro meses, este nuevo bloque opositor podría influir decisivamente en la futura conducción de la central, sumando congresales clave y potenciando su capacidad de presión.

El Consejo de Mayo y el juego político

Mientras tanto, el Consejo de Mayo inició su trabajo esta semana con la participación de funcionarios, empresarios, gobernadores y legisladores. Martínez, representante cegetista, ya trabaja en propuestas acordadas con sectores como la Unión Industrial Argentina (UIA), con la premisa de evitar una reforma que desmantele derechos laborales o erosione el poder sindical.

Desde la CGT insisten en que no se puede desaprovechar la oportunidad de incidir en el debate. Pero también advierten que, si el proceso se vuelve unilateral, no dudarán en retirarse. “Así como hay una puerta de entrada, también hay una de salida”, deslizan.

Por ahora, la tensión crece. La foto sindical está lejos de mostrar unidad, y el Gobierno de Javier Milei, aún sin lanzar una reforma laboral formal, ya enfrenta una fragmentación sindical que puede volverse impredecible en los próximos meses.

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