Oficialismo y oposición jugaron a las escondidas en la Legislatura

POLÍTICAAgencia 24 NoticiasAgencia 24 Noticias
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En un shock de constricción a la labor legislativa, la Legislatura entró ayer, antes del mediodía, en la primera de tres sesiones prometidas para la jornada. Récord para un parlamento provincial que ha decidido espaciarlas -a instancias del oficialismo- a un ritmo de dos por mes.

En cualquier caso, la única que prometía polémica en el recinto era la primera, una sesión especial solicitada por el bloque de Hacemos Unidos instando a la Legislatura a pronunciar su apoyo “a la eliminación total de los derechos de exportación aplicados a la producción agropecuaria”. Una jugada de pizarrón que el oficialismo gusta de repetir para precalentar la campaña electoral, buscando que la oposición quede en el incómodo brete de reclamarle la baja de retenciones al Gobierno Nacional mientras intenta encontrar asilo bajo su ala para las Legislativas de octubre.

La oposición respondió reponiendo en el debate la suba de impuestos provinciales que ganó la agenda durante los primeros meses del año, cuando el oficialismo aplicó el confuso Coeficiente de Equidad Inmobiliaria y reajustó las alícuotas de Ingresos Brutos para fondearse, con la expectativa de cruzar el invierno presupuestario que trajo la llegada de Javier Milei al sillón de Rivadavia. 

Y no sólo propuso que la revisión de sus proyectos para retrotraer los aumentos se incorporara al temario de la sesión -pedido que no encontró respuesta de la vice Gobernación-, sino que además exigió que su propuesta tuviera reflejo en el despacho de minoría de la Comisión de Agricultura y Ganadería.

El detalle no es menor, porque al final de la sesión el oficialismo terminaría acusando a la oposición de no acompañar el reclamo de eliminación de las retenciones por no haber votado el despacho mayoritario. Pero en rigor, la infinitesimal parte de los cordobeses que sí sigue los debates del cuerpo verá que la oposición sí aceptaba instar al Gobierno Nacional a eliminar las retenciones, aunque a través del despacho minoritario, por el cual también se instaba al oficialismo provincial a bajar los impuestos provinciales.

A esa acotación, desde luego, puede seguir otra, inmediatamente posterior, que se adentra en el insondable mundo de los juicios contra fácticos: la interrogante de si la oposición realmente hubiera votado el despacho minoritario, o si sólo lo impulsó para hacerse de una coartada, a sabiendas de que no sería aprobado. Inverificable.

Hasta ahí, la forma. De fondo, nada. La sesión de este miércoles fue una seguidilla de fintas y contra fintas con las que el oficialismo y la oposición despuntaron el vicio de jugar a la política en un circo vacío. Absolutamente prescindible, como tantas otras.

El debate

Alejandra Ferrero, presidenta del interbloque opositor, inició el debate, adelantando que la UCR acompañaría la declaración de preocupación por la a la eliminación total de los derechos de exportación, pero lo haría instando, a la vez, al gobernador, a eliminar “todos los incrementos impositivos provinciales del presente año”. 

Después de Ferrero tomó la palabra Walter Nostrala, que desde el Frente Cívico se dijo confundido por la convocatoria del oficialismo, ya que veintiocho días atrás la Legislatura había votado, casi por unanimidad, un proyecto similar, instando al Gobierno Nacional a eliminar las retenciones. Después, acusó al peronismo de no haber presentado, durante el mandato de Alberto Fernández, ningún proyecto para eliminar las retenciones. Finalmente, terminó con un alegato destacando al Gobierno de Javier Milei, y dando por sentado su compromiso de bajar las retenciones. Bien a tono con los guiños que Luis Juez le dispensa al presidente.

En el interín, hubo más de treinta oradores que, con más y menos, dieron vueltas al mismo asunto. Leonardo Limia, desde el oficialismo, por caso, acusó a Juez de pasar de ser “hincha” de Kirchner a ser “hincha” de Milei, cargó contra las retenciones calificándolas como “un verdadero atentado al federalismo fiscal (ya que) el equilibrio fiscal del modelo económico de Javier Milei se logra a costa de un ajuste brutal sobre el agro, las provincias, los municipios y un mayor endeudamiento”, y cerró destacando el “Modelo Córdoba”, apuntando que el Gobierno Provincia puede “demostrar con resultados una administración eficiente que no descuidó la inversión social ni postergó la justicia social”.

El cierre, desde luego, correspondió al presidente del bloque Hacemos Unidos, el legislador Miguel Siciliano, que cronometró al tiempo que los opositores habían dedicado a hablar en contra de las retenciones para compararlo con el que utilizaron para cargar en contra del Centro Cívico; destacó el actuar conjunto Martín Llaryora con Maximiliano Pullaro y Rogelio Frigerio, sus pares de la Región Centro, en la presión que juntos ejercieron sobre la Casa Rosada para conseguir la suspensión de las retenciones agropecuarias y la eliminación de los derechos de exportación a las economías regionales; y acusó a todo el arco opositor de defeccionar en la defensa de los intereses de Córdoba por temor a quedarse sin chances de entrar en la lista libertaria.

CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL.

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