




Agustín “Calamar” Almirón, “Gordo” Alan Aragón y Fernando Cabrera fueron acusados este martes de ser los asesinos del inspector policial de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) César Eduardo Carmona perpetrado el jueves pasado frente a la sede de la AIC en Lamadrid al 500. La teoría expuesta por el fiscal Alejandro Ferlazzo fue que a Carmona lo mataron para robarle una mochila de la que se conoce su destino y su contenido. Por eso acusó al trío por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y por su conexión (criminis causa), robo calificado por uso de arma de fuego (víctima César Carmona), y portación ilegítima de arma de fuego de guerra.
La figura de criminis causa expone que se mató para asegurar otro delito, en este caso el robo de la mochila. El juez de garantías Florentino Malaponte resolvió dejar a los acusados bajo prisión preventiva por el plazo de ley, es decir al menos dos años. También dispuso, tal requirió la Fiscalía, que se les extraiga sangre a los imputados para ser cotejada con muestras recabadas en uno de los autos. Ordenó por último que sean alojados en distintos lugares de detención.
Pero esto no fue todo. Al momento de utilizar el derecho a la defensa del trío, el abogado Nicolás Rodríguez expuso ante el juez que Calamar Almirón, también reconocido como “Mojarra”, había firmado periódicamente desde junio de 2022 en el Patronato de Liberados, tal cual había acordado al momento de ser condenado a tres años condicional en una causa por robo simple, encubrimiento y portación de arma.
Eso supone una sorprendente controversia: ocurre que Calamar cuenta con un pedido de captura activo por el asesinato de Mauricio Cordara, chofer de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), ejecutado a balazos frente a la casa del ex diputado y sindicalista Pablo Ansaloni el 18 de noviembre pasado en la localidad bonaerense de Colon. Nadie supo, de modo asombroso, que mientras debían estar buscándolo asístía, mes a mes, a una dependencia oficial a estampar la firma.
“Si esto se comprueba, que Almirón fue a firmar y nadie le comunicó que tenía un pedido de captura, ni lo detuvo, es un hecho sumamente grave”, dijo al momento de resolver el juez Malaponte, un ex fiscal de homicidios. Por el crimen del chofer de Uatre Almirón será indagado, vía Zoom, en las próximas horas por la fiscal de Colón Magdalena Brandt.
Nada se dijo en la audiencia, ni se sugirió, respecto a cualquiera de las teorías que se fueron tejediendo con el correr de los días a partir de que Carmona, oficial de elite de la AIC, fuera asesinado frente a la sede policial en la que prestaba servicios en un hecho que desde el segundo uno quedó como vidrioso o poco claro. A Almirón y a Cabrera le imputaron homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y por su conexión (criminis causa), robo calificado por uso de arma de fuego y portación ilegítima de arma de fuego de guerra. Mientras que a Aragón se le atribuyó homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y por su conexión (criminis causa), en concurso real con el delito de robo calificado por uso de arma de fuego, en calidad de participe primario.
En 25 minutos
Según la teoría fiscal el jueves a las 14.46 de una financiera ubicada en Italia al 700. Carmona estaba trabajando de civil, llevaba una mochila y se movía en su auto particular, un Ford Fiesta Kinetic negro. Alrededor de las 15.10 llegó a la esquina de Lamadrid y Salvá, frente a la sede de la AIC. Fue chocado por un Citroën C3 color bordó, conducido por Calamar Almirón y secundado por Cabrera, que tenían pedido de captura de la Justicia de Tucumán. Inmediatamente Almirón y Cabrera le estallaron una de las ventanillas para robarle la mochila y Mojarra le disparó una decena de veces. Siempre según la teoría fiscal, de esta escena pudieron recoger una huella digital completa de Almirón, del lado interior de uno de los vidrios del C3, y material biológico del vidrio estallado, que se correspondería con una herida que tiene Cabrera en una de sus manos. Para la acusación Carmona intentó defenderse, pero no le dieron tiempo. “Si pudo, no hizo más que un disparo. Pero eso aún no está corroborado”, explicó el fiscal Ferlazzo en una rueda de prensa realizada una vez finalizada la audiencia.
Pero Almirón y Cabrera no iban sólos. Siempre según la teoría fiscal no sólo el C3 seguía al Ford Fiesta negro del policía. También se sumó a la persecución un Volkswagen Gol Trend gris radicado en provincia de Buenos Aires. Ese auto era conducido por el Gordo Alan Alarcón. Se describió en la acusación una escena captada por una cámara de videovigilancia en las inmediaciones de Anchorena y Leyva. Para la acusación no hay dudas de que quien gatilló contra la humanidad del policía fue Camalar Almirón, casualmente hijo de Germán, un ex policía condenado por facilitar la increíble fuga de la Brigada Operativa de Judiciales (BOJ) en la Jefatura rosarina de un integrante de Los Monos _Juan Domingo Ramírez_ la noche del 14 de enero de 2014.
Carmona pudo bajar del auto, pero malherido murió frente a la AIC, su lugar de trabajo. Para robarle Cabrera había roto los dos vidrios de las puertas delantera y trasera del lado derecho del auto. Con el crimen consumado, el C3 fue descartado a unas ocho cuadras de la escena del crimen, en Sánchez de Bustamante al 400. Ahí, según la acusación, Almirón y Cabrera fueron recogidos por Aragón en el Gol gris.
A partir de este punto la investigación criminal comenzó sobre la huella de Almirón en el vidrio del C3 y una serie de declaraciones de testigos de identidad reservada que fueron llevando de la mano a los investigadores hasta los sospechosos de matar al policía. Así el sábado, después de una veintena de allanamientos el trío fue detenido. Según indicó el fiscal Ferlazzo para los vecinos del Municipal de Nuevo Alberdi, los tres son cercanos a la banda de Los Romeros, que tiene como celebrity a Hernán Ramón, el “Lichy”. De Almirón los vecinos, citados en la audiencia, dijeron que era “uno que se hace el sicario y tiene una muerte en provincia de Buenos Aires”.
Mojarra bajo la lupa
El fiscal también indicó que se investiga a Mojarra Almirón por un hecho en el que fue atacado desde dos motos _una moto Honda Falcon y una Honda Wave_ a un hombre en Bello entre Robles y Albertini, en los confines de Nuevo Alberdi y la ex Zona Cero el pasado 13 de agosto. En este ataque fue reconocido por la víctima y el hecho fue caratulado como abuso de armas y portación de arma en calidad de coautor. También informó en la audiencia que también está bajo análisis un hecho de entradera, que tendría como telón de fondo a una financiera, en el que los delincuentes utilizaron un C3 color bordó.
A la hora de la defensa, el abogado Rodríguez trató de despegar a sus representados según el nivel de complejidad de sus antecedentes. De Mojarra dijo que desde que fue condenado en junio de 2022 siempre estuvo a derecho y con buen comportamiento trabajando en una granjita de Santa Lucía. De Cabrera indicó que es un albañil sin antecedentes penales. Y de Aragón contó que si bien tenía una causa, a la que llegó a ser acusado en libertad, que se terminó archivando. “Puedo traer testigos que certifiquen que mis clientes no estaban en el lugar de los hechos, como relata la fiscalía. No existe evidencia de que participaron del hecho”, explicó el abogado.
A la hora de resolver el juez Malaponte entendió que hubo un plan criminal, proyectado por el grupo de acusados, un hecho que no podría haber ocurrido sin planificación y la puesta en escena de roles. El juez dispuso que los tres acusados no sean alojados en el mismo pabellón, tal cual lo solicitó la Fiscalía. La defensa había requerido que fueran trasladados a la unidad penitenciaria 11 de Piñero. También resolvió que este miércoles por la mañana sean trasladados al Instituto Médico Legal (IML) para que al trío le sea extraído sangre, algo a lo que la defensa no se opuso.
Fuente: La Capital







Habemus papam: Robert Prevost. Leon XIV, cardenal de Estados Unidos y de ascendencia española



