
Crimen del empresario descuartizado: dos de los ocho detenidos señalaron a Pilepich como el asesino
POLICIALES




Un cadáver descuartizado encontrado en una valija en medio de un descampado. Ocho detenidos y dos declaraciones señalan a Maximiliano Pilepich como el autor de los dos disparos que terminaron con la vida de Fernando Pérez Algaba alias "Lechuga". ¿El móvil criminal? Una deuda de 30 mil dólares y 17 terrenos que los sospechosos le debían al empresario asesinado y descuartizado el pasado 18 de julio.
Nahuel Vargas, uno de los principales sospechosos y el último detenido por el crimen de Fernando Pérez Algaba, el viernes declaró ante la Justicia y acusó a Maximiliano Pilepich de haber sido el autor del crimen del empresario. Se declaración, mayormente coincide con el testimonio que brindó ante la Justicia Luis Alberto Contrera, otro de los detenidos, y hermano de Nicol Chamorro, la mujer trans y primera arrestada por el crimen, que ya fue excarcelada.
Hasta el momento, además de Pilepich, Vargas y Contrera, permanecen detenidos Matías Gil, Fernando Gastón Martín Carrizo, la gestora Flavia Lorena Bomrad (38), la empleada de "Renacer" Blanca Glays Cristaldo (58) y el comisario de la Policía de la Ciudad Horacio Córdoba. Todos imputados por el delito de "homicidio cuádruplemente agravado por el uso de arma, alevosía, codicia y el concurso premeditado de dos o más personas", el cual prevé la pena de prisión perpetua.
En su indagatoria ante el fiscal Marcelo Domínguez, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Lomas de Zamora, Vargas (43) admitió que "Lechuga" Pérez Algaba recibió dos balazos por la espalda mientras cambiaba unas "lamparitas" en una de las oficinas que habían sido montadas en el establecimiento inmobiliario "Renacer", de General Rodríguez, y que esa construcción fue demolida tras el crimen para "tapar" el hecho.
Vargas relató al fiscal Domínguez que entre las 16 y las 16.20 del 18 de julio pasado se trasladó hacia el predio "Renacer" en la camioneta Range Rover Evoque blanca con techo negro a pedido de Pérez Algaba, porque éste quería encontrarse con Pilepich (45) para reclamarle una suma de dinero que le debía.
Pilepich, por su parte, según el testimonio de Vargas, llegó cerca de las 18 en la camioneta Mercedes Benz negra G500, valuada en unos 400 mil dólares. Según dijo, la discusión se originó porque Pilepich le dijo a Pérez Algaba que no le iba a poder saldar la deuda que mantenía con él, de unos 50 mil dólares.
"En la segunda habitación a la izquierda la luz que había que cambiar estaba alta, entonces Fernando que era el más alto de los tres, toma una silla, y se para en la silla para cambiar la luz", declaró Vargas.
El acusado explicó que en ese momento salió del lugar a pedido de Pilepich para abrir una ventana y, en ese momento, escuchó los dos balazos. Cuando regresó, el imputado explicó que Pilepich le dijo: "Ya está, no aguantaba más, hay límites".
Tras el asesinato, el acusado contó que Pilepich "tapó a Fernando con una chapa o una puerta y con otras cosas", que luego se retiraron del lugar con la camioneta Range Rover y que el cuerpo se lo llevaron horas después en el baúl de un Volskwagen Polo a Luis Alberto Contrera (38), otro de los detenidos por el caso, para que lo descuartice.
No obstante, el imputado Contrera en su indagatoria ante el fiscal, aseguró que Pilepich le llevó el cuerpo, y le dijo que "lo tirara por ahí", pero que no le especificó donde. En ese momento, de acuerdo a la declaración de Contrera, este manifestó que "Pilepich le dijo que había matado a una persona, de dos tiros".
"A un socio, un reverendo hijo de puta, que lo tenía cansado", le habría dicho Pilepich a Contrera. Aunque "no le refirió donde lo había matado". Contrera puntalizó que no aceptó descuartizar el cadáver ni tampoco "cortar" el Polo con el que llevaron el cadáver.
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Sin embargo, Vargas precisó que Contrera cobró por "su trabajo" unos 100 mil pesos que Pilepich le transfirió a una cuenta y, además, una suma de dinero en efectivo
Respecto a la escena del crimen, Vargas afirmó que fue demolida para "tapar" el crimen de su exsocio.
"Maxi le dijo a las personas que manejaban las maquinas que la derrumbaran así tapaban el hecho. La demolición se realizo los días posteriores al homicidio, el 19 o el 20 de julio y alguno de los escombros de los llevaron pero que no sabe a donde", dijo el acusado.
Fuente : La Nacion







Habemus papam: Robert Prevost. Leon XIV, cardenal de Estados Unidos y de ascendencia española



