La jugada de Schiaretti

POLÍTICA Carlos ZIMERMAN
2684d1a6-3457-4331-8b06-02035bb5e3b9_16-9-discover-aspect-ratio_default_0

Nadie puede pensar que el actual gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, sea un improvisado en política que haya decidido un día postularse como precandidato a presidente de Argentina. Después de haber sido gobernador en tres ocasiones de la segunda provincia más grande del país, no parece plausible que arriesgue todo y tenga un mal desempeño electoral al final de su carrera política.

Schiaretti, agazapado, espera que Massa tenga la peor elección en la historia del peronismo. Aspira a que el actual Ministro de Economía no alcance los 20 puntos y termine siendo la tercera o incluso la cuarta fuerza en la madrugada del lunes.

¿Qué le beneficiaría si este escenario, que algunos consideran muy probable, se concretara?

Solamente con el apoyo de Córdoba, Schiaretti podría competir en las elecciones generales. Si, como piensan los allegados al "Gringo", su desempeño lo sitúa entre un 6 y un 8 por ciento, y si Massa es responsable del declive del peronismo, la semana próxima hará valer su amplia trayectoria en el partido. Junto con sus seguidores actuales, es probable que exijan que Massa se retire y que Schiaretti asuma el liderazgo en las generales, obteniendo así el respaldo y los recursos del aparato de Massa.

Schiaretti imagina un escenario de tres competidores: él, Rodríguez Larreta y Milei. En ese contexto, está seguro de que la mística peronista resurgirá y sus posibilidades aumentarán.

Un allegado cercano, alguien muy próximo al gobernador, nos compartió: "Es muy probable que Juan obtenga entre 8 y 10 puntos. La gente lo reconoce como un gran administrador, alejado de los conflictos y, sobre todo, como un peronista respetado que supo gobernar una provincia sumamente desafiante sin ningún respaldo del gobierno nacional. Córdoba es el modelo a seguir. Si los resultados se ajustan a nuestras expectativas, entre el miércoles y el jueves de la próxima semana, le pediremos a Sergio que dé un paso al costado y permita que el Gringo sea el único candidato del peronismo".

El círculo de seguidores de Schiaretti va más allá y ya están considerando pedirle a Cristina que se mantenga en silencio, asegurándole que nadie en el peronismo, ni siquiera los críticos más acérrimos del kirchnerismo, desean verla encarcelada. Quieren que entienda que Schiaretti, ante todo, es un peronista comprometido.

Hoy, Schiaretti espera obtener suficientes votos para convertirse en el líder de un peronismo sin dirección y a la deriva. Está convencido de que puede revivir al partido y competir en las elecciones generales, aprovechando el sello distintivo, la mística y todos los elementos característicos de un movimiento que no está dispuesto a quedar en una posición inédita y difícil de imaginar para muchos.

Con tranquilidad, Schiaretti espera que la lógica prevalezca y que el Ministro de Economía, quien no ha logrado controlar la alta inflación y parece estar perdiendo el control del país día a día, no pueda lograr ni siquiera una elección decorosa.

Si finalmente esta lógica se cumple y Schiaretti logra un buen desempeño electoral, seguramente reclamará su lugar. Y el lugar que busca no es otro que el de ser el representante oficial del partido fundado por Juan Domingo Perón, un partido que en la actualidad carece de alguien que pueda guiarlo por el camino que los peronistas han seguido desde su fundación

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto