El oficialista Martín Llaryora se encamina a convertirse en el gobernador electo de Córdoba al cabo de un escrutinio accidentado que le da un triunfo ajustadísimo sobre el opositor Luis Juez (Juntos por el Cambio). Así, el peronismo de Juan Schiaretti podría extender la hegemonía provincial que mantiene desde 1999.
Con el 87,2% de las mesas escrutadas, Llaryora suma 42,6% de los votos, mientras Juez -que había arrancado arriba en el recuento- tiene 39,9%.
El conteo se complicó por fallas en el nuevo sistema de transmisión digital de datos que eligió la Justicia Electoral, denominado Turing. Hubo problemas de conectividad en una gran cantidad de escuelas que obligaron a contar una importante cantidad de mesas de manera tradicional, según indicó la empresa OCASA, encargada del servicio.
En el búnker de Llaryora se proclamaron vencedores pasada la medianoche, pero cerca de Juez advirtieron que esperarían hasta el final del conteo.
El encuentro de dos grandes del periodismo de Córdoba en Barcelona
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