De Loredo decidió bien

Rodrigo de Loredo competirá por la intendencia de la capital provincial y el mapa político cordobés ingresa en su etapa de diseño definitivo. En lo inmediato, se sucederán las reuniones que, con un plazo establecido en el 6 de mayo, terminarán de definir las listas con que las fuerzas políticas mediterráneas disputarán las elecciones provinciales del próximo 25 de junio.

El video con el que De Loredo le corrió el velo a las especulaciones sobre su candidatura terminó confirmando un escenario que en el peronismo provincial tenían claro desde finales del año pasado y que se esforzó en construir. En el equipo de Martín Llaryora, el candidato schiarettista a la gobernación, esperaban un mano a mano con Luis Juez y apostaban a una candidatura del diputado de Evolución UCR en la capital provincial. Punto a favor para el peronismo.

En el equipo de asesores del intendente que quiere ser gobernador hablaban de “un acuerdo” entre el líder del Frente Cívico y el radical que se habría sellado después de las elecciones de 2021 y que nunca más se puso en discusión, más allá de los movimientos que ilusionaron al radicalismo, primero con una interna y luego con una fórmula conjunta que potenciara las chances de la coalición opositora. “Una fórmula que funciona”, rezaban los spots caseros que se viralizaban en las redes sociales buscando alimentar esa expectativa.

Con base en esos posteos en las redes sociales, la primera pregunta que surge en el mundo político cordobés gira en torno a un posible efecto negativo que la decisión de De Loredo podría generar en la candidatura del senador. “Juez tiene la potencia necesaria para ganar la provincia más allá de quién lo acompañe en la fórmula”, dicen ahora en la pata dirigencial que celebra que los dos nombres más poderosos del espacio sean los que encabecen las principales fórmulas del almanaque electoral.

¿Cómo se completa el mapa?
Entre quienes tuvieron que dejar sus deseos de lado, los sectores que acusaron a la conducción de la UCR por “entregar” la candidatura a la gobernación a un dirigente con origen en el peronismo, terminaron apoyando a Llaryora. En tanto, el grupo de intendentes que pedía por De Loredo en la fórmula, ahora tendrá a otro radical peleando por la candidatura a la vicegobernación. ¿Podría haberse evitado esta atomización o problemas de representación sin el juego eterno de este año? La pregunta parece admitir respuestas negativas para el aliancismo.

Hay un consenso generalizado en el radicalismo que advierte que será la conducción partidaria quien termine imponiendo el nombre que completará la fórmula a la gobernación de Juntos por el Cambio y que la incidencia del diputado que quiere convertirse en intendente para elegir al acompañante de Juez disminuyó significativamente después de su decisión. Con Ramón Mestre anotado para encabezar algunas de las listas nacionales para Diputados, el gran ganador de esa pulseada parece ser Mario Negri, cuyo sector quedó en la mira a la hora de tratar de adivinar quién acompañará a Juez.

Dentro del PRO advierten sobre esa discusión interna del radicalismo y se anticipan a un posible conflicto que algunas líneas internas podrían intentar trasladar a la estrategia capitalina. En concreto, exigen ocupar un lugar que, entienden, les “corresponde”. Por esa razón, repiten que las cuitas "boina blanca" deberían resolverse en la interna del partido centenario y no trasladarse a la mesa que definirá los espacios en las listas.

“Cada partido debe llegar a la mesa con un acuerdo previo entre sus partes, las intenciones personales no pueden embarrar las decisiones del conjunto”, advierten.

En las filas amarillas hay una dirigente que desde la previa de la elección de 2019 viene reclamando su lugar en la fórmula municipal. Soher El Sukaria trabaja desde hace tiempo exponiendo un músculo territorial que le otorga una espalda para posicionarse como una de las principales aspirantes a acompañar a De Loredo. En el debate interno, Juan Negri, otro de los radicales que aspiraba a encabezar la boleta capitalina parece ser el principal perjudicado por la definición del extitular de ARSAT. Desde las 13.16 de este viernes, recalcula sus movimientos.

Sin querer adelantarse al debate, El Sukaria celebra la decisión del radical de Evolución. “Que Rodrigo haya decidido dar la pelea en el lugar en que mejor estaba posicionado es una muy buena noticia para Juntos por el Cambio”. En esa línea, se volvió a encolumnar con su principal referente a nivel nacional, Mauricio Macri, que también aparece como uno de los grandes ganadores, a la distancia, del armado definitivo del cambiemismo mediterráneo.

“Felicitaciones a Rodrigo por su candidatura y a mis queridos cordobeses. Confío en su compromiso y su capacidad”, escribió el expresidente en Twitter, un gesto que no había tenido cuando el radical se encargó de postular a Juez como candidato a la gobernación.

La unidad total
Macri se reunió con Juez la semana pasada. El encuentro se leyó como una convocatoria a la paz interna. En esa dirección puede leerse cierta tranquilidad que el equipo del senador expone ante la decisión de De Loredo. En lo concreto, confían en que el radicalismo volverá a encolumnarse detrás de su candidatura sin fisuras, como ya lo hizo en el 2021. Se autoconvencen de que “poner al mejor jugador en la Capital”, dicen, abrirá las chances para que una campaña conjunta empuje a Juez en la ciudad más grande de la provincia.

Con apenas cuatro semanas entre la votación provincial y la municipal, en JxC creen que las intenciones del PJ de evitar una campaña que ponga en la misma cancha a la “fórmula del fernet con coca” se deshacen a partir del acuerdo que tendrá a Juez encabezando una boleta y a De Loredo en lo más alto de la otra. “Va a ser una campaña de a dos, como en 2021”, repiten en el universo cambiemista. De esa manera, despejan la posibilidad de que a Juez lo perjudique la decisión de su socio, más bien todo lo contrario.

El golpe de efecto de la definición precedida por una larga incógnita tampoco es recibido con preocupación por el cordobesismo, que en cada uno de sus movimientos mostró sus ansias por construir el ring al que finalmente se subió la oposición. “No cambia nada, es lo que esperábamos”, dijeron a este medio en el entorno de Daniel Passerini, que ahora, con el rival más fuerte en la vereda de enfrente, deberá garantizar un armado que evite cualquier tipo de fricción. Sobre todo cuando todavía tendrá la compleja tarea de elegir compañero o compañera de fórmula y cincelar una lista de aspirantes al Concejo Deliberante que contenga a todos los sectores del peronismo capitalino y sus socios de ocasión.

En esa batalla, todos y todas se anotan e inflan el pecho, mientras buscan la mejor ubicación para la foto que marcará la largada definitiva de la carrera final al Palacio 6 de Julio.

FUENTE: LETRAP.COM.AR