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Martín Llaryora sumó nuevas caras a su plan de un gran partido cordobés

POLÍTICA 25/04/2023 Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior

El candidato del oficialismo provincial a gobernador, Martín Llaryora, sólo pudo apropiarse de la palabra “juntos” para la nueva etapa de la alianza de génesis peronista que, para este turno electoral, se propuso aspirar dirigentes encumbrados de Juntos por el Cambio (JxC); también del Frente de Todos (FdT) y de otros espacios.

En Río Cuarto, el anotado presentó en sociedad a los intendentes e intendentas que se sumaron en la nueva etapa de ampliación y ratificó la sociedad con viejos aliados transversales. No hubo sorpresas.

Es una práctica habitual del PJ y la historia dirá si esta vez fue suficiente. El tres veces gobernador José Manuel de la Sota lo hizo en 1999 con Unión por Córdoba, cuando entendió que con el justicialismo no alcanzaba y sumó otros partidos de derecha. Y Juan Schiaretti repitió la receta en 2019 para oxigenar la marca, imponiéndole el verbo con el que quiere ser recordado: Hacemos por Córdoba.

En el presente, en un escenario inédito de oposición unida y sin un acuerdo macro con las cúpulas de la principal alianza opositora, Llaryora confió que las internas y las ventajas de un electorado compartido favorecerían el cruce de radicales y macristas a sus filas. Hacemos Juntos por Córdoba registra ese intento que se sostendrá hasta el 6 de mayo, momento de apuntar las listas de candidatos.

“Hoy estamos aquí realizando una vez más aquello que José y Juan asumieron con su visión estratégica: el desafío de unir distintas fuerzas políticas en la coincidencia de un mismo objetivo común, que es el de mejorar la calidad de vida de los cordobeses", explicó Llaryora el objetivo del encuentro ante los partidos recién llegados y los ya asociados como el Socialista, la Democracia Cristiana, el GEN, el Partido

Intransigente, FE y algunos vecinalistas, entre otros.
El intendente capitalino estuvo rodeado de rostros "nuevos", que ya lo acompañaron durante el proceso de precampaña, como los Radicales Auténticos que lidera la intendenta de Estación Juárez Celman, Myrian Prunotto; y su par de Arroyito, Gustavo Benedetti.

Prunotto, una de las oradoras, explicó una decisión que escapa a la lógica bipartidista de la provincia donde radicales y peronistas encarnan el Talleres-Belgrano de la política. “Cuando hace más de un año atrás hablábamos de esta posibilidad con Martín, lo veíamos lejano. Era difícil amalgamarnos por lo que nos habían inculcado de que el PJ y la UCR no podían estar juntos. Pero supimos leer a la gente que quiere que trabajemos y consensuemos para ellos”, sintetizó.

Llaryora trató de eliminar la etiqueta de "transfuguismo", mote con el que inevitablemente convivirán, por lo que apeló al recurso del gran partido de la gente: “Nuestra mirada es la de una Córdoba por cordobeses. Un verdadero partido de cordobeses. Siempre cuidando los intereses de los cordobeses, cuidando todo lo que hicimos juntos. Y, juntos, haciendo más por Córdoba".

A su vez, participaron otros dirigentes que alguna vez comulgaron con los colores de JxC, en el marco de la liga de intendentes (Comupro) que fundó el entonces jefe de Jesús María, el actual larretista Gabriel Frizza. Lo cierto es que hombres como Oscar Fasolis (James Craik) y Marcelo Bustos (Salsipuedes), entre otros presentes, desde hace tiempo se definen como vecinalistas y ya apoyaron a Schiaretti y a sus candidatas a diputadas en 2021. Su asistencia tampoco calificó como una sorpresa.

Con el villamariense Martín Gill entre los funcionarios, sus espadas territoriales completaron algunas sillas del salón y permitieron a Llaryora mostrarse como una bisagra generacional entre la dirigencia que comulga, y la que no, con el peronismo/kirchnerismo a nivel nacional.

Puja por la vice se coló en el acto
El acto en la capital alterna de la provincia persiguió el objetivo de mostrar coherencia con el discurso federal, pero exigió esfuerzos complementarios a sus organizadores. Espadas schiarettistas negaron que se tratara de un guiño al intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas. Aplicaron la misma ley a Prunotto, oradora que ajustó sus pretensiones de vicegobernadora a humilde legisladora provincial la misma noche que en asamblea prometió trabajar para “Llaryora, gobernador”.

Ahora bien, apenas se apagaron las luces del Espacio Muñiz y los presentes emprendieron el regreso a sus puntos de origen, nadie dudaba que la pelea por el segundo renglón de la fórmula y las listas cambiará el clima de fiesta que se vivió la noche de este lunes.

Desde el círculo cercano al gobernador aseguran que Llaryora competirá en un escenario “finito”, aunque observan “condiciones favorables para el triunfo”. Llevan templanza a Llamosas y a otra dirigente anotada, la diputada Natalia de la Sota, ausente con aviso por viaje personal ya programado.

Si el vice se decide sobre el filo es un reconocimiento de que harán números hasta el minuto cero. Actualmente, se están midiendo seis fórmulas: Llamosas, De la Sota, Alejandra Vigo; y los macristas Gustavo Santos, Soher El Sukaria y Pedro Dellarossa. Pero extraoficialmente llegó a Gill un pedido de que no se dé por excluido.

El objetivo es que el nombre elegido sume tres o cuatro puntos más. El abanico peronista no lo ofrece. El lote del PRO abre la posibilidad de pescar en otras peceras, pero hoy no hay indicios de un acuerdo de cúpulas con JxC. Los presidenciables dicen que hay que ganar Córdoba y Macri no tiene el paraguas para revalidar el acuerdo tácito con su “amigo, el Gringo”.

Aquí es donde alianza y fórmula se conjugan. Hacemos Juntos por Córdoba aguarda, para justificar el cambio de razón social, que las negociaciones en la oposición por las listas terminen con heridos.

La puerta de la ambulancia peronista sigue abierta de par en par.

FUENTE: LETRAP.COM.AR

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