Cómo ayuda la cúrcuma a reducir el dolor corporal

SALUD Y NUTRICIÓNJulia VOSCOJulia VOSCO
JV2T25CLZZFUNPSICZ523OSRTI

En los últimos años, la cúrcuma ha dejado de ser solo una especia vibrante o un toque exótico en la gastronomía para posicionarse en el radar de la ciencia y la salud. Detrás de su característico color dorado reside una doble promesa: el retorno a prácticas milenarias y la confirmación, a través de estudios modernos, de su impacto en el bienestar

Cómo ayuda la cúrcuma a reducir el dolor

Según detalla el médico Sebastián La Rosa, la cúrcuma, y en particular su molécula activa curcumina, destaca como uno de los antiinflamatorios naturales más potentes existentes.

La Rosa, que comparte en sus redes sociales contenidos sobre alimentación, longevidad, hábitos saludables y bienestar integral, explicó que la clave de su capacidad para aliviar el dolor reside en su alto poder antiinflamatorio, el cual se despliega a través de múltiples mecanismos biológicos simultáneamente. A nivel práctico, explica que cualquier proceso inflamatorio en el cuerpo puede desencadenar dolor, y que es precisamente al disminuir la inflamación donde la curcumina muestra su mayor eficacia.

El médico enfatiza que esta acción antiinflamatoria va más allá de los beneficios emocionales asociados al bienestar general, centrándose prioritariamente en la capacidad de reducir el umbral de dolor físico.

Según La Rosa, esta reducción no solo afecta a un tipo de dolor específico, sino que abarca desde el malestar postoperatorio, dolores relacionados con patologías crónicas hasta molestias generales originadas por inflamaciones diversas.

Un aspecto remarcado por el doctor La Rosa es la comparación, basada en estudios recientes, entre la eficacia de la curcumina y el cannabis para el tratamiento del dolor. Señala que existe evidencia de mayor calidad y resultados más contundentes a favor de la curcumina, incluso si se la compara con este compuesto utilizado tradicionalmente para el manejo del dolor crónico.

La Rosa sostiene que el poder de la curcumina radica principalmente en provocar menos efectos adversos que los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) clásicos, como el ibuprofeno, lo que convierte a la cúrcuma en una opción atractiva para aquellos que buscan mitigar el dolor sin exponerse a los efectos secundarios típicos de los medicamentos farmacológicos.

Cómo ayuda la cúrcuma a reducir el dolor de artritis

En la explicación brindada por el doctor Sebastián La Rosa en su canal de YouTube, se detalla que la cúrcuma y su principio activo, la curcumina, se posicionan entre las alternativas naturales más eficaces para el alivio del dolor asociado a la artritis.

La Rosa enfatiza que la base de este efecto radica en la notable capacidad antiinflamatoria de la curcumina. Según sus descripciones, cualquier proceso inflamatorio puede originar dolor, y en la artritis, la inflamación crónica de las articulaciones es el factor central que genera tanto el dolor como la limitación funcional.

La Rosa puntualiza que existen múltiples estudios que avalan que la suplementación con curcumina en dosis elevadas lleva a una reducción significativa de los síntomas dolorosos en personas que experimentan artritis.

Sostiene que estas investigaciones son concluyentes a la hora de mostrar mejoras en dolor postoperatorio, molestias por artritis y, en general, cualquier dolor de tipo inflamatorio. No obstante, el médico advierte que la mejoría se observa principalmente en el dolor, y no tanto en la rigidez articular, aspecto que suele acompañar a la artritis y que, según los datos que analiza, no mejora con la administración de cúrcuma.

El mecanismo clave que atribuye La Rosa a la acción de la cúrcuma es su capacidad para bloquear la activación del complejo NF-kB, un regulador principal de la inflamación. Al bloquear este complejo molecular y reducir la presencia de células inflamatorias en la zona afectada, la curcumina logra atenuar la sensación de dolor que acompaña a la artritis.

La Rosa agrega que los efectos pueden potenciarse al combinar la cúrcuma con otras herramientas naturales, como enzimas proteolíticas (por ejemplo, la serrapeptasa) y frutos con taninos antiinflamatorios como el haritaki.

La utilidad de estas combinaciones se basa en sumar mecanismos que actúan sobre distintos pasos de la inflamación, acelerando la recuperación y disminuyendo más rápido la sintomatología en las articulaciones.

Otros beneficios de la cúrcuma para la salud
Uno de los efectos más destacados es el rol antioxidante de la curcumina.

Según un estudio de la revista Foods, la curcumina puede mejorar los marcadores de estrés oxidativo, incrementar la capacidad antioxidante total en sangre y contribuir, así, a la protección celular frente al daño por radicales libres.

Esta acción antioxidante se suma a la capacidad antiinflamatoria, explicada no solo a nivel articular sino a nivel sistémico, con efectos observados sobre marcadores como la proteína C reactiva, TNF-α e interleucinas en personas con enfermedades crónicas y metabólicas según estudios publicados en Frontiers in Pharmacology

A nivel digestivo, según estudios en BMJ Evidence-Based Medicine, la cúrcuma favorece el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, refuerza la barrera intestinal e incluso es útil en cuadros de dispepsia funcional y síndrome de intestino irritable, mejorando síntomas al mismo nivel que fármacos como el omeprazol pero sin efectos adversos notables.

Desde una investigación en la Facultad de Química de la UNAM, se menciona que la cúrcuma forma una “barrera” protectora en la mucosa gástrica, ayudando a prevenir daño digestivo.

En otras aplicaciones documentadas, por Nutrition Review, se menciona que la reducción de triglicéridos y colesterol LDL, con un potencial impacto en la prevención de enfermedades cardiovasculares, además de mejoras en la presión arterial. La cúrcuma también se asocia a reducción del riesgo de diabetes tipo 2 y de resistencia a la insulina.

En cuanto al sistema nervioso, estudios como el publicado en el British Journal of Nutrition, informa que un posible efecto protector en el deterioro cognitivo vinculado a la edad y mejoría en el ánimo, ansiedad y depresión

El mecanismo es atribuido, en parte, al aumento en la producción de serotonina y dopamina, así como a la inhibición de enzimas que degradan neurotransmisores, lo cual se traduce en un efecto antidepresivo y ansiolítico leve en algunos grupos de estudio.

Se suman otros beneficios reportados para la función hepática, reducción de marcadores de daño renal, actividad inmunomoduladora y efectos auxiliares en distintas afecciones: desde enfermedades virales y fúngicas hasta protección frente a toxicidad de aflatoxinas y propiedades antiplaca en las arterias.

La lista se amplía con posibles reducciones en síntomas ginecológicos (dismenorrea, síndrome premenstrual), ayuda en el control glucémico en diabetes, apoyo a la salud de la piel y un aporte documentado sobre disminución de síntomas musculares tras el ejercicio por su acción sobre la inflamación y el estrés oxidativo.

Cómo consumir cúrcuma para absorber sus nutrientes

Tanto Harvard Health, Foods y materiales revisados por especialistas de la Universidad Autónoma de México señalan que la absorción de curcumina aislada es muy limitada si se la ingiere sola, dado que el organismo tiene dificultades para absorber, metabolizar y retener esta molécula.

Entre las estrategias recomendadas, se destaca el consumo conjunto de cúrcuma o curcumina con grasas saludables.

Según Harvard Health, la curcumina es soluble en grasas, por lo que al incorporarla en las comidas con aceites vegetales (como aceite de coco, aceite de oliva) o en preparaciones ricas en lípidos, se mejora notablemente su absorción intestinal.

Una recomendación reiterada es incluir una pizca de pimienta negra, ya que el principio activo de la pimienta, la piperina, incrementa la biodisponibilidad de la curcumina hasta en un 2.000%. Esto explica la presencia de piperina o bioperina en numerosos suplementos comerciales.

A nivel culinario, un estudio publicado en la revista Foods, indica que se puede utilizar cúrcuma en polvo en guisos, arroces, sopas, infusiones (como el té) y batidos (“golden milk”), siempre procurando incorporar alguna fuente de grasa y pimienta.

En cuanto a las presentaciones en cápsulas o suplementos, se observa que los extractos estandarizados pueden llegar a tener hasta un 95% de curcuminoides, frente al 2-9% presente en la especia en polvo convencional.

Respecto a dosis, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y publicaciones consultadas coinciden en que la cúrcuma es “generalmente segura” en cantidades culinarias y hasta la dosis recomendada habitual en adultos sanos ronda entre 400-600 miligramos en polvo tres veces al día, o suplementos que aporten 500 mg dos veces al día de extracto de curcumina, según la Arthritis Foundation.

Surgen además sugerencias sobre combinaciones útiles: la mezcla con aceite de hinojo para cuestiones digestivas, la asociación con azafrán para potenciar el efecto antidepresivo, y la sinergia con enzimas naturales o frutos ricos en taninos (como el haritaki) para problemas articulares o inflamatorios.

Fuente: Infobae

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto