Renace el atractivo de los bonos en pesos tras el salto del dólar en julio

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • En julio, el dólar financiero (CCL) subió un 12%, alcanzando $1.360, generando un cambio en las estrategias de inversión hacia bonos en pesos.
  • Tras una volatilidad temporal por cierre de futuros, las tasas reales de los bonos en pesos superaron el 13%, atrayendo inversores.
  • En agosto, los bonos en pesos rindieron entre 1,4% y 4,8% semanal, muy por encima de los bonos en dólares (0,5%-0,8%).
  • Portfolio Personal Inversiones apuesta a una cartera con letras y bonos CER (S15G5, T13F6, TZXD7) buscando rendimiento real y protección inflacionaria.
  • Adcap destaca la estabilidad cambiaria gracias al control del Banco Central y al aumento de encajes bancarios, que redujo la presión sobre el dólar.
  • Se recomienda rotar inversiones de bonos en dólares a bonos CER, que ofrecen mejor protección y mayor rendimiento esperado (10%-15% más).
  • El Banco Central cuenta con unos u$s12.000 millones del FMI para intervenir y controlar la base monetaria si es necesario.
  • El Tesoro enfrenta el desafío de renovar una gran cantidad de deuda en pesos en los próximos meses, con posibles condiciones más exigentes.
  • Bonos CER, especialmente el TZXD7, son considerados las mejores opciones actuales por su combinación de liquidez, rendimiento y protección ante inflación.
  • El salto cambiario reconfiguró las preferencias del mercado: ahora domina la confianza en activos en pesos, con un BCRA fuerte y un Tesoro bajo presión para mantener el financiamiento.

Agosto comenzó con movimientos sorprendentes en el mercado financiero argentino. El fuerte aumento del dólar financiero durante julio, especialmente del contado con liquidación (CCL), que escaló un 12% hasta los $1.360, marcó un punto de inflexión que obligó a los inversores a repensar sus estrategias. Lejos de continuar la histórica apuesta por activos en dólares, la atención se desplazó rápidamente hacia los instrumentos en pesos, favorecidos por un escenario que combina tasas reales elevadas y relativa estabilidad cambiaria.

El brusco salto del dólar a fines de julio fue impulsado, en buena medida, por el cierre de contratos de futuros, un movimiento técnico que distorsionó el mercado por algunos días. Pero, una vez superada esa volatilidad, las tasas reales de los bonos en pesos comenzaron a brillar con rendimientos superiores al 13%, una propuesta atractiva para quienes buscan mejores retornos sin exponerse a mayores riesgos de crédito o devaluación abrupta.

Los primeros días de agosto reflejaron esta preferencia: bonos en pesos registraron ganancias semanales entre el 1,4% y el 4,8%, muy por encima del modesto 0,5% a 0,8% de los bonos soberanos en dólares. Expertos coinciden en que la curva en pesos recuperó su atractivo en un contexto donde el tipo de cambio real se mantiene en niveles similares a los de abril de 2024, reforzando la confianza en estos activos.

Carteras agresivas y la apuesta por el CER

Portfolio Personal Inversiones (PPI) lidera la estrategia local con una cartera focalizada en tres instrumentos: un 25% en la letra S15G5, a la espera de posibles premios en licitaciones; un 50% en el bono T13F6, y un 25% en el TZXD7, buscando maximizar retornos reales ajustados por CER. Para los especialistas, los bonos BONTAM de corto plazo continúan mostrando ventajas respecto a los BONCAP, aunque se evalúa que bonos como el T13F6 o el T30E6 podrían superar en rendimiento a otros BONTAM que ya descuentan primas por su estructura dual.

Para inversores con mayor tolerancia al riesgo, las opciones pasan por los BONTAM a más largo plazo (TTJ26 y TTD26) o bonos CER de duración extendida, cuya cotización está más influida por percepciones crediticias y expectativas cambiarias. PPI confía en que, tras las elecciones legislativas, una mejora en la narrativa crediticia podría impulsar ganancias de capital gracias a la compresión de spreads, señalando especialmente al TZXD7 como una opción con atractivo balance entre rendimiento y riesgo.

Estabilidad cambiaria y poder de fuego del BCRA

Desde Adcap, otro bróker de peso en el mercado, se subraya la importancia del control cambiario para sostener esta nueva dinámica. La intervención ordenada del Banco Central, sumada al reciente aumento de encajes bancarios que absorbe pesos excedentes, ha logrado estabilizar el dólar en torno a los $1.340, permitiendo que los futuros se normalicen tras el sobresalto de julio.

Adcap destaca que el aumento del tipo de cambio real y de las tasas reales abren una ventana óptima para posicionarse en bonos CER, que ofrecen protección frente a la inflación, un riesgo latente en la economía local. Recomiendan rotar inversiones desde bonos en dólares hard dollar (GD30 y GD35) hacia instrumentos en pesos como TZXD6 y TZXD7, pronosticando que en las próximas semanas los papeles en moneda local podrían superar en rendimiento a sus pares en dólares entre un 10% y un 15%.

Como respaldo, el BCRA dispone de aproximadamente 12.000 millones de dólares del acuerdo con el FMI, que podría usar para absorber hasta la mitad de la base monetaria, reforzando la capacidad de intervención en momentos de tensión financiera.

Desafíos para el Tesoro y perspectivas

No obstante, Adcap advierte que el calendario de vencimientos del Tesoro en pesos representa un desafío considerable. Con un volumen importante de deuda a renovar en los próximos meses y un mercado que podría volverse más exigente, la sustentabilidad del financiamiento público dependerá de la capacidad para mantener el interés de bancos y otros inversores.

Un posible endurecimiento en las condiciones de renovación y la búsqueda de mejores tasas podría traducirse en mayor volatilidad en el corto plazo, aunque para los inversores ágiles también puede abrir ventanas tácticas interesantes.

Bonos CER, la apuesta del momento

Tanto PPI como Adcap coinciden en que los bonos ajustados por CER han retomado protagonismo, gracias a su combinación de protección frente a la inflación y atractivos rendimientos reales que superan la barrera del 10%. El TZXD7 es la estrella actual, con un spread competitivo, liquidez y una duración moderada, ideal para capturar valor en un contexto de inflación persistente pero sin grandes shocks.

La comparación con otros instrumentos como AL30 o GD30 muestra que los inversores institucionales ya valoran esta opción, que podría seguir ganando peso si el dólar mantiene la estabilidad observada en las últimas semanas.

Conclusión

Lejos de reforzar la histórica preferencia por activos dolarizados, el salto cambiario de julio reformuló las apuestas del mercado argentino. Los instrumentos en pesos, especialmente los bonos CER, emergen como las herramientas preferidas para buscar rendimientos superiores, menor volatilidad y protección ante la inflación. Este cambio marca un nuevo capítulo para el financiamiento local, con un Banco Central fortalecido y un Tesoro que deberá navegar con cuidado para sostener la confianza del mercado.

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