Optimismo financiero para 2026: tasas globales a la baja, commodities en alza y un renovado apetito por activos argentinos

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • La Reserva Federal se encamina a sostener tasas más bajas, impulsando materias primas y reduciendo el riesgo emergente.
  • Argentina prepara su regreso a los mercados internacionales de deuda, mejorando el rendimiento de bonos y acciones.
  • Consultoras proyectan para 2026 una inflación del 21,3% y un tipo de cambio de $1.683, dentro de la banda del BCRA.
  • El superávit comercial estimado ronda los US$ 8.706 millones, con crecimiento esperado del 3,4%.
  • Provincias colocaron bonos a tasas inferiores a las que pagan los títulos soberanos, anticipando suba de los bonos nacionales.
  • Energéticas y tecnológicas se posicionan como las principales oportunidades de inversión para 2026.

Los mercados internacionales comienzan a delinear un escenario más favorable para los países emergentes de cara al 2026. Con señales claras de que la Reserva Federal profundizará su sendero de bajas en las tasas de interés, los analistas proyectan un cambio estructural que impulsará el precio de las materias primas y reducirá significativamente el riesgo emergente. En ese contexto, Argentina podría ubicarse entre los principales beneficiados, especialmente si logra consolidar su retorno a los mercados internacionales de deuda, un anuncio que ya generó repercusiones positivas en bonos y acciones locales.

El panorama externo tiene un actor clave: Kevin Hassett, nominado por Donald Trump como próximo presidente de la Reserva Federal. Su perfil coincide con la línea económica del oficialismo argentino: tasas más bajas, estímulo a la actividad productiva y un enfoque desregulador. De confirmarse su llegada, los analistas prevén un ciclo prolongado de políticas monetarias expansivas, condición que suele fortalecer a los mercados emergentes.

Commodities fuertes y un alivio para la macro local

Con un horizonte de tasas globales en disminución, no resulta extraño que las materias primas estén proyectadas para alcanzar valores superiores a los actuales. Argentina, con una cosecha agrícola que los especialistas ya califican de “récord”, podría recibir un flujo adicional de divisas, reduciendo uno de los principales focos de tensión macroeconómica. El precio del gas, que esta semana superó los US$ 5 por millón de BTU, también aparece como un incentivo para el desarrollo energético, un sector que busca consolidarse como motor de crecimiento.

En paralelo, el precio del petróleo mantiene niveles atractivos que fortalecen expectativas en torno a Vaca Muerta. Para un Gobierno que necesita dólares para estabilizar la economía y sostener su programa fiscal, el contexto internacional parece jugar a favor.

Proyecciones económicas 2026: inflación, dólar y comercio exterior

En el plano doméstico, las principales consultoras difundieron sus pronósticos y, aunque moderados, predominan las señales positivas. Para los próximos 12 meses proyectan una inflación del 21,3%, un ritmo de devaluación del 16,1% y una inflación en dólares cercana al 4,5%. El tipo de cambio se ubicaría en torno a los $1.683 hacia noviembre de 2026, dentro de la banda prevista por el Banco Central, cuya línea superior para esa fecha se estima en $1.701.

Los especialistas recuerdan que el Relevamiento de Expectativas de Mercado suele sobreestimar las tensiones inflacionarias, por lo que no descartan que los números finales resulten incluso más favorables. En ese marco, el comercio exterior mostraría exportaciones por US$ 90.320 millones e importaciones por US$ 81.614 millones, dejando un superávit comercial de US$ 8.706 millones. El crecimiento estimado para ese año rondaría el 3,4%, mientras que el Gobierno aspira a un resultado fiscal primario cercano a los $15.157 millones.

Señales del mercado: regreso del crédito y tasas en descenso

Los últimos movimientos en el mercado de capitales ofrecen un indicio adicional del clima de optimismo. La Ciudad de Buenos Aires colocó un bono a siete años por US$ 600 millones con una tasa del 7,8%. Córdoba obtuvo US$ 725 millones al 9,75% anual y Santa Fe colocó US$ 800 millones a nueve años al 8,1%. Lo llamativo es que estos títulos rinden menos que varios bonos soberanos: el AL35, por ejemplo, ofrece 10,1% a una década. Para los analistas, la lógica indica que los bonos nacionales deberían corregir al alza.

En simultáneo, las tasas en pesos volvieron a caer, reforzando la idea de que, en este ciclo, “todos los caminos conducen a las acciones”.

¿Dónde invertir? Bonos largos y un “tridente ofensivo” en acciones

La conclusión que domina entre los expertos es que los activos de riesgo aparecen como la apuesta más atractiva para 2026. En materia de bonos en dólares, los títulos largos recuperan protagonismo, sobre todo luego del anuncio de que Argentina volverá a participar del mercado internacional de crédito.

En el terreno accionario, los especialistas destacan un “tridente ofensivo” compuesto por Vista, Pampa Energía e YPF, empresas que podrían capitalizar el ciclo de inversión energética. Como complemento, Mercado Libre mantiene su posición como referente tecnológico regional y se consolida como el “armador” de la cartera ideal.

Al cierre del año, la lectura dominante es clara: si se confirman las tendencias globales y Argentina sostiene la disciplina macroeconómica, 2026 podría convertirse en un período de alta rentabilidad para quienes apuesten por acciones y bonos locales.

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