La Iglesia endurece su voz contra el rumbo social y económico del Gobierno

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • En la misa de San Cayetano, el arzobispo Jorge García Cuerva criticó duramente al Gobierno sin mencionar a Milei, reclamando una “Argentina de reconciliación” y denunciando altos niveles de agresión, indiferencia e individualismo.
  • Defendió el rol de la Iglesia como protectora de pobres, ancianos, discapacitados y personas en situación de calle, cuestionando el impacto social del ajuste económico.
  • La homilía reflejó el malestar del Episcopado: rechazo a la baja de edad de imputabilidad, cierres de organismos, represión de protestas y retiro estatal en barrios vulnerables.
  • La Conferencia Episcopal, presidida por Marcelo Colombo, mantiene una agenda social sobre jubilados, Hospital Garrahan, discapacidad y desempleo.
  • El vínculo con la Casa Rosada es distante y limitado a canales formales; no hubo reuniones con Milei.
  • La Iglesia no busca intervención electoral, pero quiere visibilizar las “injusticias” del modelo económico y advertir sobre un ajuste como única política pública.

En la tradicional misa de San Cayetano, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, lanzó un mensaje que, sin nombrar al presidente Javier Milei, condensó las críticas más fuertes que la Iglesia Católica ha dirigido al Gobierno en lo que va del año. Desde el altar y ante miles de fieles en Liniers, reclamó una “Argentina de reconciliación” y alertó sobre “los niveles de agresión, indiferencia, individualismo y crueldad” que atraviesan la vida pública.

En un tono pastoral pero con filo político, García Cuerva reivindicó el papel de la Iglesia como “custodia de los más pobres, los ancianos, los discapacitados y los que buscan comida en la basura”, y cuestionó las consecuencias sociales del ajuste económico. La homilía recogió un malestar que el Episcopado viene expresando desde el inicio de la gestión libertaria: rechazo a la baja de edad de imputabilidad, críticas a cierres de organismos, a la represión de protestas y al retiro estatal de barrios vulnerables, lo que –advierten– deja terreno libre al narcotráfico.

Aunque evita la confrontación directa con Milei, la Conferencia Episcopal –presidida por Marcelo Colombo y secundada por el jesuita Ángel Sixto Rossi– ha instalado una agenda social que incluye la situación de los jubilados, el financiamiento del Hospital Garrahan, la atención a personas con discapacidad y el desempleo. El vínculo con la Casa Rosada es distante: no ha habido reuniones con el presidente, y el diálogo se limita a canales formales a través de la Secretaría de Culto.

En la Curia reconocen que no buscan “rosca política” ni intervención electoral, pero sí visibilizar las “injusticias” derivadas del modelo económico y advertir contra un ajuste que se vuelva la única política pública. El mensaje de San Cayetano reforzó esa línea: sin aludir al mandatario, pero apuntando a un clima social enrarecido y a un estilo de gestión que, según señalan, margina a quienes más padecen la crisis.

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