El Gobierno bajó retenciones y el campo celebra, pero el impacto en los precios sería acotado

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El Gobierno bajó retenciones al agro, lo que mejora la competitividad y rentabilidad del sector.
  • El impacto en los precios al consumidor sería mínimo, ya que las reducciones fueron moderadas y afectan materias primas con baja incidencia en el precio final.
  • En carne vacuna podría haber subas de hasta 2%, pero serían moderadas por la baja en el costo del maíz, clave en la producción.
  • El consumo de carne mostró recuperación en junio, mientras los precios subieron apenas 0,7%.
  • Economistas advierten que el dólar y los precios regulados influirán más en la inflación que la medida sobre las retenciones. Estiman un IPC cercano al 2% en julio y agosto.

La decisión del Gobierno de reducir de manera permanente las retenciones a las principales producciones agropecuarias fue recibida como un alivio por el sector, que destaca la mejora en la competitividad exportadora y la rentabilidad. Sin embargo, la medida también encendió la alarma entre los consumidores por su posible impacto en los precios de los alimentos.

Especialistas advierten que ese efecto sería limitado. La clave: la baja fue moderada y, en muchos casos, los productos alcanzados son materias primas cuyo peso en el precio final es reducido.

El presidente Javier Milei anunció la medida en la inauguración de La Rural, con recortes en los derechos de exportación (DEX) para carne bovina y aviar (de 6,75% a 5%), maíz y sorgo (de 12% a 9,5%), girasol (de 7% y 5% a 5,5% y 4%), soja (de 33% a 26%) y sus derivados (de 31% a 24,5%). Según la Bolsa de Comercio de Rosario, la producción agroindustrial podría crecer 8% anual hasta 2035, con un impacto acumulado de USD 28.800 millones.

No obstante, Nicolle Pisani Claro (FADA) indicó que la incidencia sobre los precios sería mínima: la eliminación total de retenciones en maíz o trigo apenas provocaría subas de 0,5% en la leche, 1% en pan y carne vacuna, y algo más en carne porcina (1,6%) y aviar (1,8%). Federico Bernini (IIEP-UBA/Conicet) coincidió en que el efecto es acotado, especialmente porque las bajas fueron parciales y ya se habían aplicado de forma temporal en el primer semestre.

El caso de la carne vacuna podría ser la excepción, ya que se consume directamente. Sin embargo, los especialistas estiman que el traslado a precios no superaría el 2%. Además, Miguel Schiariti, de la Ciccra, señaló que la baja en el DEX al maíz —insumo clave para el feedlot— aliviará los costos de producción, lo que moderaría cualquier presión alcista.

El consumo de carne mostró una recuperación en junio, alcanzando 50,1 kilos per cápita anual, con una suba interanual de 5,2%, mientras que los precios apenas avanzaron 0,7% según el INDEC.

Respecto de la inflación, los economistas señalan que la evolución del dólar y los precios regulados serán factores más determinantes que la medida fiscal sobre el campo. Camilo Tiscornia (C&T) y Lorenzo Sigaut Gravina (Equilibra) proyectan un IPC en torno al 2% para julio y agosto, aunque advierten que la dinámica cambiaria será clave en las próximas semanas.

Por ahora, el alivio para el agro no parece ser sinónimo de preocupación para los consumidores. Pero en un contexto de inflación inercial, cualquier movimiento sigue siendo observado con atención.

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