La Corte Suprema en la mira: el Senado abre el juego, pero el desenlace se proyecta recién para fin de año

• El Senado reactivó el debate sobre la integración de la Corte Suprema, que se extenderá al menos hasta fin de año.
• La senadora Alejandra Vigo propuso llevar la discusión al interior del país, lo que generó críticas y sospechas.
• Se barajan proyectos para ampliar la Corte de 5 a hasta 15 miembros.
• Expondrán figuras como Aída Kemelmajer, Mariano Cúneo Libarona y Francisco Oneto.
• Persisten críticas por la falta de consensos políticos estructurales.
• La tensión con el Ejecutivo, incluida la salida abrupta de Guillermo Francos del recinto, podría complicar el cronograma.
• Crecen las dudas sobre los vínculos de Vigo con la Casa Rosada.

Tras varios meses de parálisis, el Senado reactivó el debate sobre la integración y el perfil de la Corte Suprema de Justicia. Las comisiones de Asuntos Constitucionales —presidida por la peronista disidente Alejandra Vigo— y de Justicia y Asuntos Penales iniciaron la semana pasada una serie de exposiciones que, según admiten legisladores de distintos bloques, se extenderá por al menos dos o tres meses. El cronograma no es casual: se alinea con los tiempos del oficialismo, que apuesta a reimpulsar la discusión tras el recambio parlamentario de diciembre.

El proceso comenzó con discursos que oscilaron entre lo institucional y lo político, y con una propuesta insólita de Vigo: llevar el debate a las provincias. “¿Somos la ‘Casa’ que representa a las provincias y vamos a viajar?”, ironizó un senador con años de experiencia. “¿Qué busca con esto? ¿Sueña con alguien de su confianza en el máximo tribunal?”, agregó, con suspicacia sobre las verdaderas intenciones detrás del impulso descentralizador.

Durante su intervención, Vigo defendió la apertura del debate como una continuidad institucional: “No es un tema nuevo. Estamos retomando algo muy importante, y creo que vamos a definir por consenso la integración de la Corte para los próximos veinte años”, afirmó en la reunión, según consta en la versión taquigráfica.

Entre los próximos invitados a exponer figuran la ex jueza Aída Kemelmajer, el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, y el abogado mediático Francisco Oneto, conocido por defender a Javier Milei. Llamativamente, nadie propuso convocar a Sebastián Amerio, verdadero operador de peso en la cartera judicial, según señalan en voz baja en el Senado.

El temario de fondo incluye propuestas para ampliar el número de miembros de la Corte de los actuales cinco hasta siete, nueve o incluso quince. Esta última opción remite al proyecto del Frente de Todos aprobado en 2022 y luego cajoneado en Diputados, mientras que la reforma judicial de 2020 —cargada de errores legislativos y correcciones de último momento— sigue siendo un fantasma incómodo.

El clima general entre los senadores revela cierto hartazgo con la falta de acuerdos estructurales. “No hay diálogo político serio desde hace más de veinte años. Tenemos la Auditoría acéfala, el procurador sin designar, directores del Banco Central en comisión y sin Defensor del Pueblo”, alertó el salteño Juan Carlos Romero, del peronismo disidente, durante el plenario.

El episodio del jueves pasado, con la abrupta retirada del jefe de Gabinete Guillermo Francos del recinto, no ayudó. El Senado lo volvió a citar para este miércoles, lo que podría interferir con el frágil cronograma de sesiones quincenales sobre la Corte. Entre bambalinas, crecen las dudas sobre el verdadero rol de Vigo en este tablero y su cercanía —cada vez menos disimulada— con la Casa Rosada.

En definitiva, el debate está abierto, pero nada indica que el Senado vaya a apresurarse. En el horizonte asoma una definición estratégica, posiblemente ya con otro mapa político en el Congreso. Mientras tanto, la Corte Suprema sigue en vilo, entre los intereses cruzados de una clase política que, como bien dijo un legislador, “hace rato no se pone de acuerdo ni para cambiar una lamparita”.