Máximo Kirchner evocó el bombardeo a Plaza de Mayo y defendió a Cristina: “Molesta ver a una mujer bailar con su pueblo”

• Máximo Kirchner recordó el bombardeo a Plaza de Mayo de 1955 y lo vinculó con la situación judicial de Cristina Fernández.
• Denunció una persecución agravada por su condición de mujer y criticó el fallo de la Corte Suprema en la causa Vialidad.
• Llamó a revitalizar el peronismo, formar nuevos dirigentes y construir una propuesta política con base en la equidad.
• Reivindicó los gobiernos kirchneristas y pidió prepararse para un futuro gobierno que “cuide los porotos de la gente”.
• El acto combinó memoria histórica y estrategia política en un contexto de tensión para el kirchnerismo.

En un encendido discurso pronunciado en la sede del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner recordó los 70 años del bombardeo a Plaza de Mayo y aprovechó la ocasión para trazar un paralelo entre aquel trágico episodio y la situación judicial que atraviesa su madre, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“El pueblo resucita y se mete, como en 1955. Ahí es donde tenemos que entender lo que nos está pasando”, sostuvo el diputado nacional, en referencia al reciente fallo de la Corte Suprema que confirmó la condena a seis años de prisión contra Cristina por la causa Vialidad. Máximo remarcó que parte de la persecución, a su juicio, se explica por la condición de mujer de la ex mandataria: “Eso agrava todo. Por eso les molesta verla bailar en un balcón con su pueblo”.

Ante un auditorio colmado de militantes peronistas, el líder del PJ provincial convocó a “revitalizar la fuerza política”, pidió formación y debate, y llamó a construir un proyecto con “una mirada de país” que represente a la mayoría. “Tenemos que entender las causas de la proscripción. Solo así podremos convencer a quienes escuchan todo el día que Cristina es culpable”, afirmó.

Kirchner reivindicó los doce años de gestión kirchnerista y defendió su visión del peronismo como un movimiento que busca “igualdad de oportunidades desde el punto de partida”. “Queremos que los pibes y pibas tengan una educación similar cuando empiezan. Después cada uno hará su camino con voluntad, inteligencia o talento”, señaló.

Además, hizo referencia a la necesidad de preparar a nuevos dirigentes: “Tiene que haber en Casa Rosada un argentino que cuide los porotos de la gente. No quiere decir que le salga todo bien, pero tiene que estar preparado. Nuestra tarea hoy es empezar a construir ese camino”.

El acto tuvo también un fuerte componente histórico. Se recordó el bombardeo del 16 de junio de 1955, cuando aviones de la Armada y sectores de la Fuerza Aérea lanzaron casi 10.000 kilos de explosivos sobre la Casa Rosada y sus alrededores, dejando un saldo de más de 350 muertos y 1.200 heridos. La operación, calificada como crimen de lesa humanidad, buscaba asesinar al entonces presidente Juan Domingo Perón y marcaría el preludio del golpe de Estado que lo derrocaría meses después.

Máximo Kirchner cerró su intervención con un llamado a la militancia: “Hay que prepararse mucho. Porque el argentino o argentina que llegue a la Rosada va a tener que empezar con parte del trabajo ya hecho. No hay tiempo que perder”.

El acto fue una mezcla de memoria, denuncia y convocatoria política, en un contexto de alta tensión judicial y política para el kirchnerismo.