Diputados: cordobesismo incluido, los dialoguistas vuelven a la carga por jubilaciones

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El gobierno de Javier Milei arrancó la cuenta regresiva mirando de reojo qué harán los opositores dialoguistas en la sesión de mañana convocada por el kirchnerismo en Diputados para debatir asuntos jubilatorios. Sobre los cuales hay dos iniciativas concretas: extender la moratoria o actualizar y aumentar el bono. Esta última, impulsada por el diputado Nicolás Massot que integra el bloque Encuentro Federal junto a los peronistas cordobesistas que ayer se animaron a asegurar quórum en los pasillos del Congreso para la sesión convocada mañana al mediodía.

Situación que marca una diferencia con lo sucedido hace exactamente dos semanas cuando los diputados que responden al gobernador Martín Llaryora y a su antecesor, Juan Schiaretti, decidieron no acompañar el debate y evitar “quedar pegados con el kirchnerismo”, según se encargaron de resaltar una vez que habían sido notorias las diferencias dentro de la heterogénea bancada.

En esta oportunidad, incluso aquellos que no darían quórum aseguran que el número mágico de 129 diputados está por los que reúnen entre Unión por la Patria, el bloque radical disidente, Democracia para Siempre; parte de la tropa de Encuentro Federal y al que se podrían sumar otros bloques para incluso exceder la cantidad de parlamentarios que se necesitan para arrancar la discusión. Motivo que generó algunas incomodidades y enojos dentro del oficialismo, particularmente del presidente de la Cámara, Martín Menem, quien disparó en redes sociales contra “el kirchnerismo y sus aliados circunstanciales que convocan a una sesión especial sin transparentar el verdadero costo para el fisco”, dijo el riojano.

Horas antes, el propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anticipó que cualquier ley de incremento jubilatorio será vetada por el Ejecutivo.

Pleno al Colorado

El comentario en los pasillos de esa porción del Congreso ayer era de qué manera iba a presionar Casa Rosada a los gobernadores este martes para tratar de desactivar la sesión. Posibilidad que incluso los libertarios hasta anoche veían posible y admitieron conversaciones con algunos mandatarios provinciales. Por caso, en Balcarce 50 creen que pueden volver a hablar con Llaryora como ocurrió hace unas semanas; mientras otro gobernador importante se enteró anoche de esta posibilidad y descartó participar de alguna convocatoria vía Zoom con Francos o el ministro de Economía, Luis Caputo.

Y aseguró en simultáneo que sí se mantiene la convocatoria a los gobernadores para el CFI, donde también se hará un punteo de lo que puede ocurrir mañana en la Cámara baja.

“Lo del Garrahan pegó muy fuerte; igual que lo del tuit en contra de un nene con autismo. Hay límites”, sintetizó a Alfil una persona que ocupa una banca en Diputados como para graficar cómo los parlamentarios le tomaron el pulso a la discusión de los últimos días.

Sin embargo, sobre los dos proyectos centrales, el de extensión de moratoria con sello K y el de la actualización que impulsa Massot, el cordobesismo se inclinará por el segundo. No sólo porque forman parte del mismo bloque, sino también porque hay un diálogo abierto entre algunas bancadas para bajarle el tono y que los libertarios no ejerzan una presión que ponga en riesgo la sesión, y luego la votación.  

El de Massot contempla una actualización con los años de aporte, es similar a una iniciativa radical de la diputada deloredista Gabriela Brouwer de Koning y el exintegrante del PRO dijo hace algunas semanas en la comisión: “proponemos una reparación del 7,2% para todos los jubilados del sistema ni bien se sancione esta ley. En adición a eso, proponemos un aumento de 70 a 100 mil pesos del bono. Significaría 51 mil pesos de aumento para la jubilación mínima, cercano al 18% y para las jubilaciones más altas del 7,2%”. 

Hace unas semanas, los cordobesistas que dieron quórum fueron Natalia de la Sota y Juan Brügge; en esta ocasión se podrían sumar casi con seguridad Alejandra Torres y el llaryorista Ignacio García Aresca.

¿Y el radicalismo?

Los radicales cordobeses están divididos entre los que se sostienen dentro del bloque que conduce Rodrigo de Loredo, como Brouwer de Koning y Soledad Carrizo; y el radical con peluca, Luis Picat, quien integra la bancada Liga del Interior.

En el deloredismo hasta anoche no estaba confirmado el quórum, aunque sí observarán cómo es la dinámica y se abren o no las puertas del recinto. Lo que podría cambiar el escenario a partir del peso de la propia Brouwer de Koning en la conducción de la comisión de Previsión y Seguridad Social.

Asimismo, en el caso de Picat va a imperar la lógica del rechazo por los antecedentes en torno al equilibrio fiscal y así el bloque peluca no dará quórum. De acuerdo incluso con lo que confirmó el propio Picat ayer por la tarde. Sin embargo, otros conocedores de los pasillos del Congreso reconocen que hay enojo en algunos con peluca por lo sucedido con los armados en Tucumán y Misiones. Luego que desde Balcarce 50 les dieran prioridad a los propios y se abriera una tensión con los radicales de la Liga del Interior.  

Por último, si se avanza con la discusión también se deberá seguir de cerca cómo se debate y qué sucede con discapacidad, el otro gran tema de la semana a partir de la marcha contundente que se registró hace algunos días en todo el país y bajo un reclamo genuino y apartidario. 

CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL.

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