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Tal ha sido la expectación en torno a Babygirl, la película de Nicole Kidman y Harris Dickinson, que es difícil no encontrarse con alguien que la acabe de ver y quiera comentarla de principio a fin. Todo gracias a la exploración del poder, la confianza, el control y el deseo que se realiza en torno al deslumbrante universo corporativo de una empresa tecnológica (Tensile en la ficción).
Sin embargo, algo de lo que no se ha hablado tanto –seguramente porque los espectadores han estado demasiado ocupados dándose duchas frías después de ver esas escenas tan subidas de tono– son los relojes que lleva cada uno de los personajes. Dado que la película trata de las relaciones entre los becarios, los altos ejecutivos y los personajes de estatus intermedio, se abre la oportunidad de trabajar con interesantes piezas y sus interesantes significados.
Romy Mathis, a quien interpreta Nicole Kidman, es la impecable y controladora directora ejecutiva de la compañía Tensile. Y cuando decide explorar la idea de ceder el control en las relaciones sexuales, algo que es incapaz de hacer con su marido, un veinteañero en prácticas megaconfiado llamado Samuel entra en la oficina como un elefante en una cacharrería (antes de conocerse, salva a Romy del ataque de un perro). Escoge a Romy como su mentora, y muy pronto los dos se embarcan en una relación de dominación-sumisión que rompe la dinámica del poder corporativo.
El Samuel al que da vida Harris Dickinson habita un mundo muy diferente del de Romy. Sus trajes no le quedan muy bien y son de segunda mano, y los combina una parka militar. Al igual que su vestuario, su reloj es así mismo práctico, duradero y parece fuera de lugar. Este recién llegado a la empresa (aunque muy dominante en la cama) lleva un Casio A168WG-9EF dorado, que a todas luces es un reloj bien sólido. Funciona con precisión gracias a su movimiento de cuarzo y tiene pantalla retroiluminada y alarma (muy útil para las fiestas de mitad de semana).
“Cuando entra a la empresa como becario, percibes que está probando con un aspecto que no es el suyo. El traje no le queda del todo bien, está intentando dar una imagen nueva, probando cómo desenvolverse en esa industria”, explica la maestra de atrezzo de Babygirl, Monica Jacobs, que también trabajó en la serie Succession: "Puede que no sea la elección correcta. Quiere que le tomen en serio en el mundo de la tecnología. Pero, ¿qué elige? Elige este Casio sencillo, pero dorado y llamativo al mismo tiempo". El reloj de Samuel, al igual que el resto de su vestuario, es una representación visual de su rol de júnior en el universo empresarial. A pesar de sus esfuerzos, se le ve un poco fuera de lugar. Pero, al mismo tiempo, ese aspecto tan diferente le hace atractivo para Romy, que busca una aventura con el riesgo en su casi perfecta vida de clase alta.
El Cartier Tank Francaise de oro amarillo de Romy se sitúa en el extremo opuesto del espectro. Es elegante, pequeño y suizo, y complementa su vestuario de alta gama. "Ella ya tiene poder, ya tiene una posición increíble, y no necesita alardear de ello con sus accesorios", asegura Jacobs: "Llevar este Tank de oro amarillo sigue mostrando una especie de elegancia clásica. Está claro que es un reloj caro, pero no es llamativo. Sigue siendo elegante". Pero el look tan cuidado de Romy requirió varios intentos hasta que dieron en la diana. En el proceso de selección, Jacobs se probó relojes de Rolex, Omega, Tudor y Piaget, que menciona solo por el nombre de la marca y no por el modelo, un indicador de su caché de marca digno de un CEO.
Mientras que Romy es la jefa de una empresa de robótica estadounidense, su marido, Jacob, (interpretado por Antonio Banderas), es un director de teatro de Broadway, así que en la familia hay un gran aprecio por las obras clásicas analógicas y las expresiones de creatividad. No llegamos a verlo mucho, pero Jacobs señala que lleva un Patek Philippe (¿un Calatrava, tal vez?) a lo largo de la película. "Pero era uno vintage con una correa muy desgastada y una esfera sencilla. Queríamos algo que reflejara la igualdad de estatus de ambos: él es una persona acomodada por derecho propio", añade Jacobs. Un reloj que transmite interés por la artesanía, la calidad y el prestigio, y uno de los favoritos de los frikis de la relojería para adinerados.
Jacob aprecia la calidad, las cosas tangibles de la vida. Al igual que la correa de su Patek Philippe, su cartera de cuero también está bastante desgastada. "Es un hombre que se dedica a las artes, pero queríamos un accesorio que mostrara su distinción de clase", dice Jacobs. Un marido director de teatro acomodado que lleva un Patek encaja con el estilo de vida de clase alta de Romy. Por eso es un tanto predecible, y por eso Romy está dispuesta a jugárselo todo por un tío que lleva un Casio de menos de 100 euros, como Samuel.
Babygirl analiza las dinámicas de poder del dormitorio y de la sala de juntas, y a veces son bastante similares. En un giro inesperado de los acontecimientos, Samuel inicia una relación con Esme, la ayudante de Romy. Antes de que esto se sepa, la complaciente asistente de la CEO parece bastante profesional y fácil de llevar, pero una vez que el rollito de Samuel y Esme sale a la luz, surge una notable competitividad; ambas quieren al mismo becario machito, pero Romy no puede hacerlo saber. Lo que sí puede hacer es ejercer su poder sobre Esme de otras maneras. Como reafirmar la jerarquía con su ayudante. Su reloj también ayuda a simbolizar esto.
Mientras que Romy lleva un Francaise de oro amarillo de más de 20.000 euros, Romy luce un Tank Mini con correa de cuero. "Es una pieza vintage, así que no cuesta tanto. Puede que se lo regalara alguien", sugiere Jacobs. Este pequeño reloj de pulsera es un clásico de Cartier y es "el intento de Esme de meterse en ese papel", añade la maestra de atrezzo. Es probable que reciba el visto bueno de sus colegas que saben de relojería, pero cuando se enfrenta en el despacho de Romy, que lleva un magnífico Gold Francaise macizo, Esme demuestra ser una advenediza.
Desde los Patek Philippe vintage hasta los Cartier Tank, Babygirl muestra un juego de relojes bastante potente, pero para cualquier becario recién llegado que quiera iniciar un romance turbio con alguien por encima en la jerarquía, lo único que necesita es un Casio dorado.
Fuente:GQ