La destitución de Kueider profundizó la tensión en el Gobierno y se diluye la posibilidad de extraordinarias
POLÍTICA Federico Galligani*A la decisión de no convocar a sesiones extraordinarias para diciembre, en contra de lo que había anticipado el vocero presidencial, Manuel Adorni, al Gobierno se le sumaron nuevos problemas tras la expulsión del Senado de Edgardo Kueider, un aliado del oficialismo que ahora será reemplazado por una dirigente de La Cámpora.
Sumado a eso, la polémica en torno a la sesión en la que se destituyó al dirigente peronista generó aún más tensiones entre Milei y Villarruel y en Balcarce 50 consideran que esa ruptura es otra traba para que las extraordinarias fluyan de manera natural. El Presidente fue tajante al sentar posición sobre lo sucedido: dijo que la vice sabía “48 horas antes de la sesión” del viaje presidencial a Italia y que no debió haber estado ocupando la titularidad de la Cámara alta.
En el momento en que yo entro de viaje, automáticamente se produce la acefalía, entonces queda a cargo del ejecutivo la Vicepresidenta. Si preside la sesión del Congreso, está trabajando en el Legislativo, pero al mismo tiempo es Presidente de la Nación interina. Eso violenta la división de poderes. La sesión es inválida. Igual se podría hacer nuevamente porque dados los números está claro que todos queremos a los Kueider afuera”, afirmó el viernes en diálogo con Luis Majul por El Observador.
Villarruel también salió a defenderse con su versión e indicó que nunca se realizó la formalidad correspondiente para que ella asumiera en el Ejecutivo: “Hasta que no me traspasan el poder, soy vicepresidente, y eso se hace informándomelo el escribano de Presidencia. Firmé el acta dando el conforme a las 19″.
A pesar de esto, en la Casa Rosada descartan pedir la nulidad de la sesión del Senado que expulsó a Kueider porque son conscientes de que eso significaría admitir una grave falle institucional. Por lo tanto, se resolverá internamente con una escalada del conflicto del binomio presidencial, lo cual, indefectiblemente, tendrá su correlato en el Congreso.
Con respecto a las extraordinarias, la posición de las autoridades nacionales siempre fue la misma: que si el Congreso va a trabajar durante el verano, sea solamente para tratar aquellos proyectos que al Poder Ejecutivo le interesa aprobar y que tengan consenso suficiente en el recinto para ser sancionados.
En este sentido, si bien el legislador entrerriano ingresó a la Cámara alta por el Frente de Todos, tras la ruptura de ese espacio actuó de manera independiente y acompañó a La Libertad Avanza en varias de las votaciones que impulsó a lo largo de este año.
Sin embargo, luego de haber sido descubierto con 200 mil dólares sin declarar en la frontera con Paraguay, primero fue detenido y luego expulsado del Senado, a pesar del intento de la Casa Rosada para que solamente sea suspendido.
“Entre que haya una silla vacía o que esté ocupada por el kirchnerismo, preferimos siempre que quede vacía”, explicaron fuentes cercanas al presidente Javier Milei, poco después de que se confirmara la destitución de Kueider.
De hecho, la orden para los senadores de LLA hasta poco antes de la votación era que rechazaran la expulsión pedida por Unidad Ciudadana, pero a último momento, y sabiendo que iban a quedar en minoría absoluta, optaron por apoyar esa medida para “no quedar como que se está defendiendo a un delincuente”.
La consecuencia inevitable de ese accionar es que ahora el lugar vacante será ocupado por la actual diputada provincial y dirigente de La Cámpora Stefanía Cora, que difícilmente vote a favor de alguno de los proyectos que pretende debatir el Gobierno.
En el Senado, la cúpula libertaria tenía como principal objetivo sancionar los pliegos de Ariel Lijo y de Manuel García Mansilla para la Corte Suprema de Justicia, que en apenas unas semanas se quedará solamente con tres integrantes, a partir de la jubilación de Juan Carlos Maqueda.
En este nuevo contexto, algunos de los principales miembros del bloque oficialista en el recinto ya creen que no habrá convocatoria a sesiones extraordinarias, ni siquiera para febrero, ante la dificultad para lograr aprobar las iniciativas.
Además de la salida de Kueider, en la bancada encabezada por Ezequiel Atauche señalan que también se fue recientemente el radical Víctor Zimmermann, quien pidió licencia para sumarse al Gabinete del gobernador de Chubut, Leandro Zdero.
El legislador no renunció definitivamente para evitar que asumiera en su puesto Alicia Terada, de la Coalición Cívica y muy crítica de la gestión de Milei, pero la falta de definición sobre esta banca hace que el Gobierno tenga un segundo aliado menos en el Congreso.
En la Casa Rosada, no obstante, buscaron minimizar el conflicto y consideraron que la incorporación de la camporista significa “solamente un voto menos” y que “habrá que trabajar un poco más duro” para alcanzar los acuerdos necesarios.
“Acá se votan por temas, no por partido. Si no, mirá lo que ocurrió con Kueider, que juntó 60 votos a favor de su destitución, y minutos después el mismo espacio (Unidad Ciudadana) rechazó la suspensión de Oscar Parrilli. Hay que ver cada caso en particular”, argumentó una persona muy cercana a Milei.
En cuanto a la relación con el resto de los bloques, lo que ocurrió esta semana dejó nuevamente en evidencia una tensión entre el oficialismo y el PRO. Incluso, en Balcarce 50 algunos funcionarios responsabilizaron a Mauricio Macri por el próximo arribo de Cora.
Al respecto, señalaron que el jefe de la bancada amarilla en el Senado, Luis Juez, se mostró a favor de la expulsión -y no de la suspensión- de Kueider desde días antes de que la jueza federal Sandra Arroyo Salgado pidiera el desafuero del legislador.
Fuentes cercanas al ex presidente reconocieron a Infobae que hubo una estrategia del partido de votar dividido para presionar el resultado que finalmente se dio, aunque poco antes la Mesa Ejecutiva había sacado un comunicado diciendo que iba a acompañar la postura de LLA.
En este nuevo escenario, las autoridades nacionales deberán recomponer el vínculo con los gobernadores, especialmente con los de Juntos por el Cambio, que siguen molestos porque no se trató el Presupuesto ni se respondió al pedido de reunión para discutir sus reclamos en persona.
Algunas provincias ya firmaron la adhesión al régimen de cancelación de deuda propuesto por el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, y está previsto que el resto se sume en los siguientes días, lo cual en Balcarce 50 interpretan como un acercamiento.
En paralelo, tras la derrota parlamentaria, en el oficialismo ya piensan en hacer los pedidos de destitución del resto de los senadores, y también de los diputados que tengan una causa en su contra en avanzada instancia judicial, para que sean expulsados, como pasó con Kueider. “Si no dan los números y ocurre lo mismo que con Parrilli, tendrán que explicar por qué protegen a corruptos. Esa es una batalla que estamos dispuestos a perder todos los días”, advirtieron en la cúpula libertaria.
* Para www.infobae.com