Parece que Milei no manda más plata y Llaryora comienza a hacer malabarismo
POLÍTICAAgencia de Noticias del InteriorSegún datos oficiales, hasta noviembre de 2024 la provincia de Córdoba obtuvo más dinero para obra pública que lo que correspondía según los compromisos vigentes. Es decir, la jurisdicción que gobierna Martín Llaryora es la que mejores rindes ha obtenido, proporcionalmente, en una de las áreas más afectadas por la motosierra de Javier Milei.
La información, brindada por la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, indica que Córdoba ha devengado más de $7.000 millones en tal concepto, $1.600 millones más que el crédito que reconoce el gobierno federal.
Según esa misma estadística, la provincia mediterránea es la única que gozó de más dinero (un 30%) que el previsto para avanzar con la obra pública prometida, rasgo identitario de las administraciones cordobesistas. El resto de las provincias ha contado, al cierre del primer año de la gestión Milei, con menos fondos que los que correspondían a los créditos.
Los gobiernos de CABA (83%), San Luis (66%) y Corrientes (50%) suceden a Córdoba, con porcentajes devengados inferiores a lo proyectado, pero muy por encima del resto. El mismo ranking tiene en sus últimos lugares a Misiones y La Rioja, pero ni siquiera incluye a la provincia de Buenos Aires, sede de Axel Kiciloff, el adversario tantas veces elegido desde la Casa Rosada para confrontar.
La porción de Córdoba
Desde el Panal presentan los datos con cuidada ambivalencia. Aunque critican la decisión de Milei de mochar las partidas para obra pública, destacan que Córdoba ha obtenido una mejor porción que el resto de la menguada torta. “Se reparte poco, pero en este reparto nos privilegiaron”, sintetizan.
A la hora de interpretar la decisión tomada por el gobierno central no adjudican peso a la presencia del cordobés Luis Giovine como titular del área correspondiente. Antes bien, prefieren hablar de un reconocimiento a la “sinceridad” con que se ha manejado el gobernador.
“Apoyamos lo que creemos que está bien, como la búsqueda del déficit cero. Pero no dejamos de reclamar lo que nos corresponde a los cordobeses. Se ve que eso dio resultado y la Nación reconoce algo a Córdoba. Al menos más que al resto”, amplían fuentes oficiales.
Las expectativas de Martín Llaryora
Los reclamos que mantiene el Partido Cordobés en la materia incluyen el traspaso de proyectos considerados clave. La prioridad está puesta en tres obras viales: la autovía sobre la ruta 19, el cierre de la avenida de Circunvalación de Río Cuarto y la construcción de una Circunvalación en Villa María.
Según remarcan voces provinciales, los convenios para transferencia ya han sido firmados y llegan “libres de deuda”. Es decir, con el compromiso de pago de Nación del pasivo acumulado con las constructoras que paralizaron sus trabajos en esos frentes.
Los fondos para la realización de los trabajos están contemplados en el proyecto de presupuesto provincial para el 2025, que ya cuenta con una primera aprobación de la Legislatura.
Según afirman desde la gobernación, Córdoba cuenta con recursos para afrontar la herencia de tales compromisos, estimada en unos 100 millones de dólares. La cifra representa casi un 10% de lo proyectado por el presupuesto para obra pública propia el próximo año.
Por las dudas, las mismas voces recuerdan que la toma de crédito también está prevista en el mismo texto, que sería aprobado en segunda lectura en la última sesión de este año.
El torniquete de Javier Milei
El desglose sobre lo proyectado en el presupuesto propio también obra como admisión. Pese al reconocimiento por lo devengado durante este año, Córdoba, como el resto de las gestiones subnacionales, prevé un nuevo ajuste de rosca sobre las partidas destinadas a obra pública: según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto, también sobre datos oficiales, en los primeros nueve meses de 2024 la inversión pública de la Nación cayó un 80%.
Sobre estos números reconocen que podría incrementarse un manejo discrecional de fondos, sujeto a pulseadas políticas de ocasión. El torniquete incluiría, también como en 2024, una cuidada administración del rojo en el giro de las transferencias no automáticas a las provincias.
Además de descartar cualquier revisión a corto plazo de esos criterios, en el Panal ni siquiera se ilusionan con una discusión enmarcada en el debate por el presupuesto nacional para el 2025. Más aún, descartan que el proyecto correspondiente forme parte de una convocatoria a sesiones extraordinarias.
“Nunca tuvieron interés en discutir nada”, protestan. La consecuente reconducción del presupuesto actual, ya por segunda vez y sobre cálculos tomados al cierre de 2022, sería la herramienta ideal para aquella discrecionalidad.
Dicha reconducción no incluiría, se resignan en Córdoba, los fondos para afrontar el multimillonario déficit de la Caja de Jubilaciones de la Provincia. Tampoco un reconocimiento de la deuda de años anteriores, motivo ya de sendas presentaciones ante la Corte Suprema de Justicia.
Mensaje para Córdoba
Los guiños entre Llaryora y Milei son visibles para todos los que se mueven en el tablero político cordobés. Por un lado, difumina algunas referencias sobre las que se edifica la sede vernácula de La Libertad Avanza. Aún cuidando las formas, incluso con algunas reciprocidades explícitas, los armadores locales siguen agitando consignas puristas que, además de espantar a extrapartidarios, avientan movidas de cooptación desde el Partido Cordobés.
También coloca piedras en el camino que recorre Luis Juez para consolidarse como la opción opositora al peronismo cordobés. Necesitado de un aval explícito que aún no llega, el senador espera convertirse en la referencia directa del presidente en estas tierras.
Por otra parte, abre un nuevo capítulo en el zigzagueante vínculo entre ambos mandatarios. Crítico en tierra propia, agradecido en rodeo ajeno, el gobernador mantiene su decisión de no romper lanzas con un Presidente que goza aún de altos niveles de aprobación.
“El gobierno nacional es severo con las provincias. Nosotros vamos a seguir gobernando con nuestro criterio, que es de consensos y productivista, bien distinto al de LLA. Por eso reconocemos, sin dejar de reclamar”, sentencian desde el renovado cordobesismo.
Con información de Letra P, sobre una nota de Luis Zegarra