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Los legatarios del viguismo buscan proyección más allá de la Capital

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Los movimientos que la sucesión peronista generó en el oficialismo cordobés todavía irradian efectos, y uno de ellos es la proyección que hoy buscan figuras encuadradas en el viguismo que, en apariencia, no terminaron de ser asimiladas por el ‘Partido Cordobés’. O que al menos no fueron metabolizadas y reacomodadas por él con la misma velocidad con la que sucedió en otros casos.

Dos de esas figuras son los legisladores Leonardo Limia y Pablo Ovejeros, hijos dilectos del viguismo que, en el trasvasamiento generacional que suscitó la llegada de Martín Llaryora al poder, no quisieron o pudieron ser los primeros en desembarcar en el nuevo esquema que propuso el gobernador, y se mantuvieron más estrechamente vinculados a Alejandra Vigo y, por conexidad, a la periferia del schiarettismo.

Bajo esas circunstancias, ambos trabajan para ganar lugar en la consideración del Centro Cívico.

Limia fue uno de los encargados, junto a Rodrigo Fernández, de organizar el acto del Día de la Lealtad en la seccional 5ta, y recientemente presentó un proyecto para regular el uso de la Inteligencia Artificial en Córdoba. Y además de moverse en algunas seccionales, colabora con Vigo en el armado de Punilla, donde empezó a participar a partir de la interna PJ del 2021.

En paralelo, Ovejeros potencia su estructura. El legislador es el máximo cacique del peronismo en la seccional 12va (más, todavía, desde que el ‘caso Kraismann’ sacó de pista a su competidor en ese cuadrante de la ciudad), una de las que mejor desempeño tuvo en los últimos test electorales. Pero también ha empezado a construir en el resto del mapa cordobés, dentro y fuera de Circunvalación. De hecho, los movimientos de Ovejeros afuera de la capital ya han captado la atención del Centro Cívico.

El legislador teje una agenda que ya lo ha llevado a siete departamentos y once localidades del interior durante las últimas semanas, participando de actividades en Cruz del Eje, San Alberto, Totoral, Ischiliín, Río Segundo, Punilla y Río Cuarto, y haciendo foco especialmente en los departamentos en los que el oficialismo perdió la banca por distrito. 

En esas recorridas Ovejeros no va solo. Si bien cuenta con el consentimiento del Panal para moverse en el interior, también se mueve escoltado por hombres del llaryorismo puro. En su expedición a Cruz del Eje, por ejemplo, fue acompañado por el también legislador Cristian Frías, del departamento Minas. Y en otras ocasiones ha compartido agenda con José Ignacio Scotto, llaryorista y presidente de la Agencia Córdoba Joven.

En sus redes sociales, el legislador acompaña las publicaciones de sus actividades en la capital con el nombre de Daniel Passerini, y a sus actividades en el interior, con el de Martín Llaryora. Aunque no reniega de su raíz viguista, pone su referencia en el oficialismo como conjunto.

Viaja seguido a Buenos Aires, y participa en el armado con el que Juan Schiaretti pretende trasponer las puertas de Córdoba para proyectarse a la escena nacional.

En estos, como en otros casos, el lugar que el Partido Cordobés le reserve a quienes no encuentran una referencia directa en el Centro Cívico tendrá mucho que ver con la capacidad territorial de cada dirigente. Y en esa carrera están los legatarios del viguismo.

CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE FELIPE OSMAN.

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