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Nuevos vientos: CFK, obligada a negociar con el peronismo

OPINIÓN Gabriela Pepe*
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Silencio de radio hasta que hable Axel Kicillof. Eso decidieron los gobernadores y la plana mayor de la CGT en la disputa interna por el Partido Justicialista (PJ) entre Cristina Fernández de Kirchner y Ricardo Quintela. Así, dieron una señal novedosa para el peronismo. Lo que dice la expresidenta ya no se acata sin cuestionamientos.

“¿Y esto en qué mesa se discutió? ¿Cómo se decidió?”, escuchó Wado de Pedro del otro lado de la línea cuando llamó a un intendente del conurbano para pedirle que se pronunciara a favor de la candidatura de CFK al PJ, que el senador y otros dirigentes alineados con la expresidenta decidieron lanzar sin previo aviso al resto del partido.

Como aquel cacique del conurbano, otros referentes de peso en el peronismo ignoraron el pedido. “Eso de que Cristina toma la decisión, la comunica por Twitter y todos nos alineamos atrás de eso, no va más”, apuntó ante Letra P otro hombre fuerte de la provincia de Buenos Aires.

La decisión de un número importante de la dirigencia constituye toda una novedad para el armado peronista de los últimos años. Es muy posible que Cristina sea coronada como presidenta del PJ, pero después de un proceso de discusión interna que había caído casi en desuso.

La ex presidenta registró el mensaje. Esta semana buscó dar señales de amplitud en su convocatoria. Recibió en el Instituto Patria al ex presidente del partido y ex gobernador de San Juan, José Luis Gioja, y este lunes se reunirá con su adversario en la interna sanjuanina, el también exmandatario Sergio Uñac. CFK estuvo, también, con la senadora Lucía Corpacci, con Pablo Moyano, uno de los líderes de la CGT; con el exjefe de Gabinete Agustín Rossi, con el hombre fuerte de Florencio Varela Julio Pereyra y su sucesor en la intendencia, Andrés Watson.

Mientras, habilitó a algunos pocos operadores a hacer llamados para sumar dirigentes al armado de su lista para mostrar que está dispuesta a saltar el cerco cristinista. A esa tarea estuvieron abocados De Pedro, el ex vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos y el titular de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner, Nicolás Trotta.

La desconfianza del PJ

Los emisarios se toparon con algunos problemas. “Hay un fundado temor en que el trato hacia el resto de los peronistas no sea el que quieren y que termine igual que siempre, todo manejado por La Cámpora”, le contó a este portal uno de los dirigentes no alineados con el cristinismo que recibió un llamado que interpretó como “un sondeo” de parte de la expresidenta.

En el Instituto Patria prometen que será diferente. “No va a ser así, Cristina está hablando con todos, va a hacer una convocatoria amplia”, replicaron cerca de la expresidenta. Con ese espíritu, la candidata a presidenta del PJ llamó el miércoles a Quintela para conversar sobre el armado de una eventual lista de unidad. El riojano no la atendió y esa misma tarde se mostró en Avellaneda junto Jorge Ferraresi, uno de los intendentes que se puso a trabajar para la candidatura presidencial de Kicillof, en tensión con Máximo Kirchner.

En la charla que compartieron por la tarde, Ferraresi dijo que el peronismo se merece un debate interno y apuntó contra el Instituto Patria, del cual fue vicepresidente. “Los últimos procesos de unidad del peronismo fueron de sometimiento”, lanzó. El riojano salió envalentonado. Al día siguiente, dio un paso más cuando presentó un escrito ante la Junta Electoral del partido con la designación de sus apoderados. Inscribió la lista “Federalismo y justicia” y se dedicó a mostrar los apoyos acumulados. Busca darle “volumen” a su candidatura antes de sentarse a hablar con Cristina.

Cerca de la ex presidenta dicen que los que alientan al riojano son los mismos que intentaron, sin éxito, construir el albertismo. “Es poner al peronismo contra Cristina”, apuntan. Pero el fenómeno parece ser más complejo. “No es contra ella. Es contra una forma de tomar decisiones”, responden del otro lado.

Más allá de los resquemores por los métodos, unos y otros coinciden en que la figura de la expresidenta “ordena” hacia adentro y le da más fuerza y protagonismo al mensaje del PJ frente a Javier Milei. “Ella es la única que puede discutirle mano a mano a Milei. Y obliga a los demás a explicar de qué están en contra, del Gobierno o de Cristina”, dice un hombre experimentado del PJ.

¿Hacia la unidad del PJ?

Quintela se tomó el fin de semana para descansar en su campo de La Rioja, pero en las próximas horas podría haber novedades. Después de no responder a sus llamados la semana pasada, el gobernador anunció que en las próximas horas se comunicará con Cristina para hablar sobre la situación del partido.

Después de remarcar que tiene “un enorme respeto” por la expresidenta, blanqueó en público lo que todos dicen en privado. “Pensé que iba a convocar a los gobernadores, intendentes, legisladores y gente de la CGT para que pudiéramos sentarnos en una suerte de plenario, para explicar, pero eso no sucedió”, apuntó.

Pese a las diferencias, la enorme mayoría de la dirigencia apuesta a que el proceso terminará en el armado de una lista de unidad, que se conocería el 17 de octubre, dos días antes del vencimiento del plazo formal. Uno de los motivos que hacen dudar de la celebración de una verdadera interna nacional es el costo económico que generaría para el partido, que en los últimos meses afrontó problemas hasta para pagar la luz de la sede de Matheu 130.

Para Quintela, igual, será todo ganancia. Habrá sido el único que se lanzó a recorrer el país para armar una candidatura partidaria, subió en sus niveles de conocimiento y acumuló para sentarse a negociar con la expresidenta en nombre de los excluidos.

Los pedidos por Axel Kicillof

Como contó Letra P, una constante en las respuestas de los convocados por el Instituto Patria fue la exigencia por la inclusión en la mesa de las negociaciones de Kicillof que, en un gesto inédito de independencia, no solo no se pronunció en favor de la candidatura de Cristina, sino que estuvo en contacto con Quintela. En el entorno de la expresidenta señalan al gobernador como el fogonero del riojano.

Por ahora, Kicillof mantiene el silencio, pero se reuniría con Cristina en las próximas horas. En el entorno de la expresidenta aseguran que hay “un intermediario” que trabaja en ese sentido, que no es parte de La Cámpora ni del “axelismo”. Un hombre importante del peronismo que habla con ambos es Jorge Capitanich, aunque el chaqueño no admite ser el negociador.

Los pedidos tienen como objetivo final que Cristina limite las “hostilidades” de La Cámpora hacia Kicillof, que el gobernador se siente en la mesa de decisiones y que se empiece a trabajar para encolumnar al peronismo en su eventual candidatura presidencial 2027. Un dirigente del interior que dialogó con Kicillof en las últimas horas asegura que lo escuchó “decidido a construir una jefatura política”.

La coincidencia de la CGT

Cristina se sorprendió el lunes en el Instituto Patria en la reunión que tuvo con Pablo Moyano, con la que buscó dar una señal de respaldo de la CGT a su candidatura. “Hay que ayudar al ‘Petiso’ en la provincia”, le dijo el camionero, en referencia a Kicillof. Moyano ya mandó a los suyos “a armar” para Axel y está convencidos de que debe ser el candidato del peronismo. No comparte la estrategia de Máximo Kirchner.

Pese a las tensiones internas de la CGT, la idea de Moyano está extendida. Héctor Daer comparte la mirada del camionero y tampoco habló en público sobre la jefatura del partido, aunque recibió algunos llamados desde el cristinismo. “Mientras dure el silencio de Axel, se va a sostener el de la CGT”, le dijo a Letra P un hombre de la central obrera. Solo el diputado Mario “Paco” Manrique, de SMATA, manifestó en público su apoyo a la candidatura de Cristina y anunció su ruptura con la CGT, con críticas hacia la cúpula.

Los votos de CFK

La caída del Milei en la imagen pública se confirma en todos los estudios de opinión, aunque se estabiliza en torno a los 44 puntos, según los números de Shila Vilker, de Trespuntozero. Y, si bien la mayoría de los desencantados se muda hacia una postura más “antipolítica”, algunos vuelven a valorar la figura de Cristina, la más fuerte de la oposición.

Los números muestran que la expresidenta se mantiene en torno a los 36-38 puntos a nivel nacional, pero en la provincia de Buenos Aires se ubica cerca de los 45, el resultado que obtuvo Kicillof en las elecciones 2023 y que podría crecer al compás del malestar con la crisis económica.

Por eso, en el peronismo se entusiasman con una posible candidatura de CFK a diputada nacional para revertir los 38 puntos que el Frente de Todos obtuvo en 2021, en plena crisis del gobierno de Alberto Fernández.

 

 

* Para www.letrap.com.ar

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