En el norte cordobés, un pueblo compite por ser el más lindo del mundo. Se trata de Villa Tulumba, el pueblo más antiguo de la provincia, una joya oculta ideal para una escapada lejos de los grandes puntos turísticos.
Villa Tulumba se postuló para representar a la Argentina en la edición 2024 de Best Tourism Villages, la iniciativa de ONU Turismo que distingue a “pueblos que son ejemplo de destinos de turismo rural con bienes culturales y naturales reconocidos, que preservan y promueven valores, productos y estilos de vida basados en la comunidad”.
En ese sentido, Villa Tulumba cuenta entre sus atracciones con una historia rica en hitos religiosos, su naturaleza agreste y sus emblemas citadinos sobre el antiguo Camino Real. Se trata del pueblo más antiguo de Córdoba, a 130 kilómetros al norte de la capital provincial. Recorrer y observar la ciudad es enfrentarse al testimonio viviente de la época colonial, con sus calles empedradas, las farolas añejas, las antiguas iglesias y las casonas de adobe del siglo XVIII y XIX.
La ciudad está ambientada con elementos característicos de principios del siglo XX. Por otra parte, el paisaje privilegiado invita a contemplar la naturaleza y a disfrutar de la tranquilidad del lugar, un gran contraste con las grandes urbes.
Villa Tulumba cuenta con un entorno natural bastante agreste; sin embargo, el río Suncho, que atraviesa de oeste a este la localidad, es el principal punto de encuentro entre tulumbanos y visitantes. Bordeado de vegetación autóctona, reúne su mayor caudal en la zona de Laguna del Molle y sus márgenes son el mejor camino para recorrer a pie, a caballo o en bicicleta.
Ideal para ir en familia, a unos 15 kilómetros hacia el norte se encuentra el paraje Las Juntas, y a unos cinco kilómetros más adelante el paraje Río Yosoro. Por el mismo camino de ripio se llega al paraje El Perchel, Caminiaga y al Cerro Colorado.
Cómo llegar a Villa Tulumba
Para llegar a Villa Tulumba desde la ciudad de Córdoba se puede tomar la Ruta Nacional 9 o la Ruta Nacional 60, desviándose luego por la Ruta Provincial 16 en Deán Funes o en San José de la Dormida. La localidad cuenta con varias opciones de hospedaje, incluyendo una hostería municipal, otros hospedajes y un camping. La gastronomía local ofrece delicias como colaciones caseras, empanadas de hojaldre y chivito asado.
Fuente: El Diario