Martín Llaryora, bajo sospecha de Sergio Massa; Juan Schiaretti y Myrian Prunotto, ¿la fórmula del fernet?

“Martín nunca me devuelve una”. Sergio Massa hablaba del gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, en una reunión de trabajo que organizó esta semana, en su oficina de Buenos Aires, para ultimar detalles del relanzamiento de su Frente Renovador. Como los planes incluyen al centro del país, participaron referencias de la provincia.

Tania Kysakevich ya fue la partida y esta semana será el turno del legislador Federico Alesandri. Son peronistas que -por ahora- no fueron atraídos por las luces del candente Partido Cordobés. Con el intendente de Cruz Alta, Agustín González, Massa retomó también las largas charlas telefónicas donde analizan la política y, obviamente, el juego de Llaryora.
 
Como es evidente, es más pequeño el abanico de adherentes que, de manera presencial o virtual, escucha sobre la ingratitud que Massa le confiere al mandatario provincial. La incorporación de Martín Gill al gabinete impacta en el fervor del intendentismo que quiso la continuidad peronista en la Nación.

Sergio Massa y La Cámpora, una sociedad en crisis
Si bien esas relaciones se mantienen, aunque adaptadas a la coyuntura, a Massa le preocupa más la supuesta buena vibra que observa entre Llaryora y La Cámpora, especialmente en Córdoba, que, como se sabe, juega siempre de manera orgánica.
“La diputada Gabriela Estévez llamó a Alesandri para que no se sume al intento de la oposición de sesionar en la Legislatura”, contó una fuente un detalle más de los entretelones de la rosca en el recinto.

Estévez trabaja activamente para conseguir apoyos extra al proyecto de Unión por la Patria para que el Fondo de Incentivo Docente adquiera carácter permanente. Son momentos de gestos y de sumar votos en el Congreso, del peronismo y de donde sea.

En el Panal niegan rotundamente el vínculo con Máximo Kirchner, aunque un latiguillo muy escuchado deja la puerta entreabierta: “Hablamos con todos”. Otro hit muy escuchado en el cordobesismo es “con todos, menos con Massa”.

Massa le dijo a su tropa que no está dispuesto a dilapidar el trabajo de la campaña pasada. Sus intérpretes afirman que el movimiento tiene en la mira la elección de medio término.

Hablar de lista propia del Frente Renovador en Córdoba es prematuro, pero la jugada ya muestra que el hincha de Tigre está dispuesto recuperar músculo, con o sin Llaryora.

“Ojalá que no lo encandilen las luces de Buenos Aires” es el deseo de Massa para el cordobés que logró estar en el radar del PJ nacional.

Juan Schiaretti y Myrian Prunotto, ¿la fórmula del fernet?
Federico Alesandri viene haciendo méritos para ser un jugador más de la compulsa legislativa de medio término. Siguiendo con la metáfora, no se encandiló con las luces del Partido Cordobés, que, desde junio hasta el recambio de la Unicameral de diciembre, lo contaba “adentro”.

El exintendente de Embalse se reconoce peronista y dijo que va a estar cerca de la oposición si los proyectos del oficialismo van en contra de lo que piensa; o lejos de ella, si se viene una movida que pueda amenazarle la gobernabilidad a Llaryora.

La reunión que tendrá con Massa puede marcar un inicio de ese camino para lo que viene. No obstante, en las mesas peronistas no suena un nombre, precisamente, peronista. Se escuchó de varias fuentes esta semana el de Myrian Prunotto como opción para acompañar al exgobernador Juan Schiaretti en la lista para Diputados del cordobesismo.

Con Schiaretti como el “candidato puesto” en la martingala del poder, la vicegobernadora integra la pelotera de menciones que también incluye a Laura Jure, ministra de Desarrollo Social. Habrá que preguntarse si la mención a la mujer boinablanca obedece a una posibilidad concreta o a las ganas de algunos peronistas de que se mude a Buenos Aires.

Lo cierto es que ya empezaron las preguntas a fuentes constitucionalistas para analizar esa posibilidad y, de paso, anticipar que el cordobesismo no depondrá del juego transversal para la siguiente apuesta electoral.

Una ayuda impensada de Javier Milei a Martín Llaryora
El gobernador de Córdoba sabe que Juntos por el Cambio tiene un arma potente para herir a su gobierno: el proyecto para que las jubilaciones de la provincia recuperen el 82% móvil.

“Este gobierno ha robado y estafado a los jubilados para financiar la obra pública. Nosotros buscamos devolverles el 82% de manera gradual, pero primero hay que reconocer que a nosotros no se nos ocurriría ni se nos cruzaría por la cabeza utilizar el dinero de la Caja de Jubilaciones para financiar gastos corrientes", prometió Luis Juez en plena campaña provincial.

Con traje de candidato, Llaryora había hablado de esa posibilidad, pero sólo en el caso de las jubilaciones más bajas. Luego, corrió el eje del debate con su propuesta de achicar el diferimiento de los aumentos con respecto al personal activo.

Con la combustión de la motosierra en el aire es difícil ver que ese camino se despeje y es precisamente el "factor Milei” el que limpia un poco el frente picado que tiene el gobernador con la oposición cordobesa.

Plantear un aumento de las jubilaciones habilitaría el juego a Llaryora para exponer una realidad que pega en las finanzas públicas. Desde que asumió, el ministro de Economía, Toto Caputo, no giró los $1.070 millones que corresponden a Córdoba; tampoco, a las 12 provincias que no armonizaron sus cajas.

Sin embargo, para Juez y los radicales filolibertarios plantear hoy un aumento de las jubilaciones los empujaría a explicar la contradicción política. “Es un proyecto que está en gateras; estamos dando el debate interno”, justifica un despelotado JxC cordobés.

Marcos Carasso pide bis
El presidente de la UCR de Córdoba, Marcos Carasso, tiene un desafío grande: la interna para la renovación de autoridades que, de no sufrir postergaciones, será el 5 de mayo.

La semana comenzará con una nueva reunión entre las autoridades del Comité provincial y los núcleos internos que quieren pulsear por la sucesión del exintendente de General Cabrera, pero el hombre que alcanzó la conducción del partido centenario, producto de un acuerdo entre Mario Negri y Ramón Mestre, no quiere ser un mero organizador del evento.

A radicales de su confianza ya les dijo que está interesado en pelear por su reelección con anotados de peso como el titular de Río Tercero, Marcos Ferrer, y el intendente de Río Cuarto, Juan Jure.

“No tiene núcleo propio, no puede”, lo baja de un hondazo una lenguaraz fuente boinablanca. “Está muy quemado por la doble candidatura que intentó en la elección provincial”, recuerda otra, más memoriosa que rencorosa.

CON INFORMACION DE LETRA P.