Llaryora anunció cambios en Educación en pleno conflicto con Uepc

El sindicato docente fue el contrapunto que encontró ayer el gobernador al momento de abrir, por primera vez, el ciclo legislativo. A lo largo de una hora y veinte minutos, Llaryora hizo una lectura del contexto económico y político nacional y planteó los ejes de su gestión o, al menos, de su primer año a cargo del Ejecutivo Provincial. Y Educación tuvo un lugar central en su discurso.

En pleno conflicto con el sindicato docente, que se manifestaba afuera de la Legislatura, el gobernador prometió un “cambio de paradigma” en el sistema educativo, adelantando que buscará descentralizar la toma de decisiones, empoderando a los directores y eliminando barreras burocráticas para combatir la deserción escolar y adecuar la propuesta educativa a la matriz productiva de cada región.

Prometió, además, defender el Fondo de Incentivo Docente (Fonid), que el Gobierno Nacional buscaría limitar, inyectar 18.000 millones de pesos en el Fondo para la Descentralización del Mantenimiento de Edificios Escolares Provinciales (Fodemeep), invertir otros 45.000 millones en nuevos edificios educativos y entregar 40.000 netbooks.

Antes, el gobernador había manifestado genéricamente su voluntad de diálogo, destacado que la UEPC fue el único sindicato público que no aceptó la paritaria ofrecida por el Panal, y resaltado que, en momentos de crisis, quienes están “bajo el paraguas del Estado” deben redoblar sus esfuerzos.

Afuera, un millar de docentes se manifestaba junto a los cuerpos orgánicos de la UEPC. Su reclamo, que la Provincia reconozca el acuerdo paritario firmado por la anterior gestión, y que haya una convocatoria abierta al diálogo para abordar la paritaria 2024, que el sindicato aspira negociar en tramos mensuales o bimestrales, para que lo acordado pueda seguirle el paso al convulso escenario económico nacional.

La Provincia se muestra, hasta ahora, inflexible ante ese reclamo. Entiende que, ante la aceleración inflacionaria y la caída de los ingresos, es la realidad la que ha derogado el acuerdo firmado por Schiaretti, y espera que los docentes acepten una recomposición similar a la que aceptó el SEP que, de trasladarse sin sumas fijas para no aplanar la pirámide salarial, implicaría para los docentes un reajuste del 14,6 por ciento, diez puntos por debajo de la inflación de diciembre que busca contrarrestar.

De hecho, la Provincia ya liquidó el salario de los docentes con ese reajuste, decidido unilateralmente. Ceder ante la presión del gremio y otorgar un aumento mayor sería, además, doblemente gravoso para el Centro Cívico, ya que el resto de los estatales fijó en sus acuerdos una cláusula para que toda diferencia otorgada a cualquiera de los sindicatos públicos deba replicarse en los demás.

Las posiciones siguen distantes. Los docentes todavía reclaman por el aumento de los aportes a la Caja de Jubilaciones (2 por ciento) y al Apross (1 por ciento) que la Legislatura sancionó en la última sesión de 2023, y tampoco están conformes con la reciente publicación del decreto 43, a través del cual el Gobierno introduce modificaciones respecto de la incompatibilidad de cargos de docentes en niveles primario e inicial. 

Franco Boczkowski, secretario general de la delegación capitalina de Uepc, lo caratula como una “reforma laboral docente”, que apunta a que los maestros de grado deban trabajar en doble jornada. A nivel provincial, la Uepc también lo rechaza, y demanda que la Provincia convoque al sindicato al momento de reglamentar el decreto.

Lo mismo sostiene respecto de las reformas que Llaryora anunció ayer. Reclama que la voz del sindicato sea atendida, ya que los docentes serán actores centrales en cualquier cambio.

Tras la manifestación de ayer, la Uepc llevó adelante un nuevo plenario que reunió a los secretarios generales de cada delegación, y avanzará ahora con asambleas informativas para generar un diagnóstico desde las bases. 

Con informacion de Diario Alfil, sobre una nota de Felipe Osman.