
Juan Manuel Llamosas negociará con Adriana Nazario si su delfín no repunta
POLÍTICA




Si en tres meses Guillermo de Rivas no repunta en los indicadores clave para medir su candidatura, especialmente el conocimiento público, Juan Manuel Llamosas tenderá la mesa para negociar con Adriana Nazario la representación del peronismo en las elecciones municipales que se realizarán en Río Cuarto el próximo año. Así lo admiten voceros del actual intendente, quien en los últimos días ha reforzado su apuesta por el secretario de Gobierno para retener el control de la ciudad para un peronismo cordobés necesitado de un triunfo en el enclave más importante del sur provincial. Será además el primer test de peso para el gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora.
Además de proximidad, la opción por De Rivas, entre una pléyade de aspirantes que pululan en torno a las luces oficialistas, se sustenta también en el perfil del candidato, a quien se le destacan aptitudes técnicas, capacidad de gestión, vocación de diálogo y conocimiento de la función pública. Se desempeñó como defensor del pueblo, concejal, tribuno de cuentas y secretario de Gobierno en la intendencia de Alberto Cantero (1999-2003).
Tan o más importante, le reconocen organicidad. Más específicamente, lealtad a la construcción del peronismo riocuartense, regida por la ley más importante del verticalismo: el que gobierna decide.
Enemigos íntimos
Las dudas sobre el compromiso de Nazario con el gobierno municipal han signado su relación con Llamosas. Si bien desde la intendencia respetan la trayectoria de la exdiputada, no la consideran parte del proceso que lleva ocho años en la administración de la capital alterna. Antes bien, la refieren como una observadora distante.
“Es un nombre reconocido. Por su militancia, por su trabajo, por su relación con De la Sota. Pero hace años que no hace política. Hace años que no se involucra”, remarcan desde el llamosismo.
En esos años de ausencia, destacan las mismas voces, amagó en varias ocasiones con subirse a la disputa por la intendencia. En todas declinó. “¿Por qué no lo haría otra vez?”, se preguntan.
En simultáneo, deslizan una probable caída de las adhesiones que reuniría la empresaria, tras su apoyo a Sergio Massa en el ballotage presidencial. No sólo por la magra cosecha del ministro de Economía, que obtuvo sólo 27% de los votos en el departamento Río Cuarto, sino también por la profundización del discurso anti-K de Juan Schiaretti, aún después de la consagración de Javier Milei. “Tendrá que dar cuentas por ello. Acá también arrasó Milei y hay mucho enojo con el kirchnerismo, es decir, con el peronismo nacional”, coinciden voces de la oposición.
Márgenes y definiciones
Pese a las críticas, Nazario sigue siendo la dirigente peronista que mejor mide en variables clave: conocimiento de su figura e imagen positiva. A sabiendas de su hándicap, aún no hizo ademanes de aceptar una negociación para definir candidaturas.
Por el contrario, hasta aquí parece a la espera de otra agenda, la que se defina a partir de la confirmación de la fecha en que se realizarán las elecciones, inicio del proceso que desembocará en el cambio de autoridades en julio.
Tales definiciones son barajadas por el oficialismo riocuartense, que, todo indica, estirará plazos lo máximo posible. En el Palacio de Mojica hay quienes apuestan por el primer domingo de mayo como la mejor opción.
Tal fecha dejaría un “razonable” margen para un intento de concertación entre todos los aspirantes peronistas, entre quienes permanecen Mauricio Dova, presidente del Tribunal de Cuentas; Germán Di Bella, empresario y secretario de Desarrollo Económico, Comercial e Industrial; y Camilo Vieyra, exsecretario de Gobierno y exarmador de Llamosas en la provincia.
Meses
Tal margen sería de sólo dos meses, considerando aquel plazo de 90 días, que ya corren, para consolidar y levantar la aún reciente candidatura de De Rivas.
Las acciones para auspiciar al postulante oficial comenzaron tan pronto se acallaron las pujas por la segunda vuelta presidencial. Desde la semana pasada, aún con la incertidumbre que reina ante la inminente gestión de Javier Milei, la presencia del funcionario es una fija en las actividades oficiales.
Junto al intendente Llamosas participó el fin de semana de la inauguración de una obra insigne: el Centro de Gestión Municipal de barrio Alberdi, una de las zonas más populares y, simultáneamente, más castigadas por problemáticas sociales.
“Vamos a aprovechar cada momento, cada día. Guillermo siempre ha estado vinculado a la gestión, ha dedicado su carrera a eso. Pero no tiene un perfil mediático, su nombre no está tan instalado, por eso tenemos que hacerlo conocer. En estas semanas vamos a aprovechar para que se conozcan también sus propuestas, que son las de este gobierno, con planificación y ordenamiento como ejes”, expresa una fuente calificada.
Otro aspecto clave será la continuidad de la obra pública. Alineado con lo que han expresado los líderes emergentes del peronismo provincial, Martín Llaryora y Daniel Passerini, Llamosas prevé una continuidad, al menos de los principales proyectos.
Esta consiga de trabajo empujaría las chances del también abogado y ex Defensor del Pueblo, quien el martes sumó el primer respaldo de la militancia y diversas corrientes que abrevan en el peronismo local en un acto realizado en la Asociación Vecinal Roque Saénz Peña, al este de la ciudad.
Junto a él se mostraron funcionarios como Pablo Bertea, organizador del encuentro y subsecretario de Hábitat; y Julián Oberti, jefe de Coordinación de Gabinete. Para las próximas jornadas esperan también el apoyo explícito de referentes gremiales, como el titular del sindicato de Empleados de Comercio, José Luis Oberto.
Con informacion de Letra P.



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