La esperanza venció al miedo

OPINIÓN Claudio MARGARIÁN
hoy

MARGARIÁNPor Claudio MARGARIÁN

Las elecciones han pasado, el pueblo habló en las urnas y sentencio que quiere un cambio, tan rotundo, que la diferencia entre el triunfador Javier Milei y el derrotado Sergio Massa fue casi de 12 puntos.

Así, la esperanza venció al miedo planteado por los asesores brasileros del tosedor ministro de Economía, y fue desbaratado de manera rotunda en todo el país. ¿Desde cuándo los brasileños pueden infundir temor en los argentinos? Miren, desde la Batalla de Itunzaingó, el 20 de Febrero de 1827, donde las tropas de las provincias unidas del Río de la Plata vencieron a las tropas imperiales de Brasil en su propio suelo por el control de la Banda Oriental (importantísima para la posterior independencia de Uruguay), hasta el triunfo de la selección el pasado 21 de noviembre de 2023 en el mismísimo Maracaná, donde entre patadas y trompadas, no solo en la cancha (iniciada con la bochornosa represión de la policía carioca a la hinchada argentina) con gol de Nicolás Otamendi la albiceleste le arrebató el invicto en eliminatorias como local, que Brasil no le infunde miedo a un solo argentino. Y en lo electoral digo Brasil porque detrás de la campaña de miedo habría un aporte del presidente Lula da Silva a favor de Massa.

Por otra parte, el mapa político de Argentina volvió a teñirse de violeta en su totalidad por paliza, excepto Formosa (Donde a pesar de la derrota, Milei ganó en el departamento Capital), Santiago del Estero y Provincia de Buenos Aires (donde Milei perdió por solo 1,5 puntos, diferencia obtenida en La Matanza, mientras que ganó en el resto del territorio bonaerense).

En mi columna anterior, “El León y la Hiena tosedora”, decía que el león Milei había tomado en sus fauces a la hiena Massa y lo exhibió como trofeo al resto del kirchnerismo. Y esto pasó de una metáfora a una realidad: La peor derrota del Peronismo en su historia, el presidente más votado de la democracia moderna (destronando a Cristina Fernández) y el primer libertario de la historia en llegar a la presidencia de un país en el mundo.

Y como cordobés, me tomo el atrevimiento de pasearme desnudo ante el mundo. Sergio Massa no hizo la lectura correcta sobre Córdoba, no leyó de su historia y pensó que con decir que baila cuarteto en su casa (una mentira más) iba a torcer las voluntades en La Docta, que le venía advirtiendo sobre el voto Fernet, uno “coqueado”, porque no fue 70/30 (mezcla correcta), sino 75/25, como para que su trago no sea menos amargo.

El todavía ministro de Economía no estudió historia. No sabe que Córdoba nació de una desobediencia de Jerónimo Luis de Cabrera, que se pasó por el arco que puso a la entrada de la Ciudad las órdenes impartidas y se dedicó a fundar un par de ciudades en la dirección contraria, entre ellas la nuestra el 6 de julio de 1573, y a partir de ella toda una Provincia. Tampoco se enteró que a partir de allí, Córdoba siempre ha sido el apoyo decisivo para lograr la Independencia Argentina, la cuna de la Reforma Universitaria de 1918 (Referencia del Mayo Francés 50 años después), o de la rebelión trabajadora y popular al presidente de facto Juan Carlos Onganía (quién había derrocado a Arturo Illia 3 años antes, cordobés por adopción) popularmente conocida como “El Cordobazo” en mayo de 1969.

Córdoba ha sido históricamente la capitana y faro de referencia para el interior del país, no solo por su posición geográfica en el corazón en la República y su riqueza industrial y productiva. También porque en sus aulas se han escuchado los más interesantes debates políticos y filosóficos, egresando un sinnúmero de ilustres protagonistas de la historia del país (por eso nos conocen como “La Docta”), y porque además su gente quiere trabajar y producir para engrandecer el país.

Massa, que piensa que Córdoba es solo cuarteto, se llevó historia a Marzo, porque tiene un serio problema, como Cristina Kirchner. Ambos son peor que mentirosos: son “Mitómanos”, y los mitómanos creen y se convencen sobre sus propias mentiras (Relato) y solucionan situaciones desde esa posición, usando los  datos erróneos. El mentiroso sabe que miente, pero a la hora de solucionar problemas lo hace sobre datos reales, no en base a su mentira.

Pero ya dejando esto de lado, es hora de hablar sobre el triunfador: Javier Milei, que logró matemáticamente sumar los votos de Patricia Bullrich, los de Juan Schiaretti y aplacó la cifra de votos en blanco y nulos, venciendo la indiferencia electoral que fue mínima entre la primera vuelta y el ballotage, fin de semana largo mediante. Todo un record.

De esta manera, triunfó y ahora se encamina a tomar el mando del país dejado de ser “el gatito mimoso” según Myriam Bergman, desplegando su melena para demostrar que realmente es un león a los ojos del mundo, que le saludó desde todos sus rincones aprobando su llegada a la presidencia.

Ahora, entre los vaivenes propios del armado correcto de la estructura de gobierno, construye su gabinete de ministros y directores importantes para la gobernabilidad. Y aquí quiero reparar en lo siguiente: Más allá de la falta de confirmaciones y del cambio de nombres, el presidente electo intenta armar el mejor equipo para enfrentar la dolorosa y peligrosa situación en la que se encuentra el país. Paradójicamente, es Javier Milei el que está dando forma a un “gobierno de unidad nacional” que tanto pregonaba el dudoso Sergio Massa, que ya no es tan mediático como antes de las elecciones. Ni en actos oficiales. ¿Dónde esta?

Las señales son claras: Los gobernadores (que nunca llamaron al nuevo presidente para felicitarlo por su victoria, excepto Jorge Macri de CABA), se reúnen para preparar, en muchos casos, un diálogo constructivo y colaborativo con el futuro presidente. Hasta varios del Justicialismo se han rendido al pragmatismo de Milei y empiezan a anunciar ajustes en sus administraciones.  (Nota del Autor: ¿Qué quiso decir el gobernador de Tucumán Osvaldo Jaldo cuando declaró a la prensa sobre estos ajustes, que desde ahora cobrarán sus salarios los que concurran a trabajar? ¿Acaso no trabajaban todos los que cobraban?) Los gobernadores de todo signo político saben que de verdad se acabó la joda.

Ante la ansiedad de nosotros  los periodistas, que naturalmente queremos enterarnos de todo antes que el resto, usted estimado lector deberá conservar la calma, seguir los acontecimientos y esperar que el presidente anuncie formalmente su gabinete de ministros, secretarios y funcionarios más importantes. Las señales del Mercado y del exterior son satisfactorias: suba de acciones de empresas argentinas, baja de riesgo país (500 puntos desde las elecciones, 1962 hasta el momento de la redacción de esta columna), beneplácito de inversores, la bendición papal (Rosario para él y la vicepresidenta Victoria Villarruel incluídos),  el apoyo de presidentes y referentes políticos del mundo libre.

Mientras tanto, Javier Milei suspendió su viaje espiritual a Estados Unidos e Israel para después de tener todo el gabinete y puestos importantes confirmados, signo de responsabilidad extrema. El nuevo presidente ha demostrado que cumple su palabra. Está decidido a poner de pie al país de la manera más rápida, eficiente y menos traumática. Se respiran nuevos tiempos, la sociedad está más madura y tranquila. Dios ilumine al presidente y bendiga a los argentinos.

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