
Con una oposición "desordenada", Llaryora acelera con el "partido cordobés"
POLÍTICA




De frente, el gobernador electo de Córdoba, Martín Llaryora, encendió la aspiradora para captar intendentes y dirigentes de la Unión Cívica Radical y del PRO, socios en la -que él considera ya finalizada- alianza de Juntos por el Cambio.
La excusa es la campaña nacional de Juan Schiaretti; pero la narrativa que sobresale es que él será el único salvavidas de los intendentes desde el 10 de diciembre, cuando al país lo conduzca Javier Milei o Sergio Massa.
Tras apertura inicial del peronismo cordobés, formalizada en la radical Myrian Prunotto, vicegobernadora electa, y el "amarillo" Javier Pretto, viceintendente electo, se puso en marcha a la etapa de captación abierta de los caciques territoriales de la "oposición".
Uno de los operadores de la maquinaria es Orlando Arduh, histórico jefe legislativo de la UCR y de Juntos por el Cambio, siempre cercano al peronismo, aunque ahora enrolado abiertamente en las huestes de Llaryora con la tarea de aportar intendentes radicales, vecinalistas y del PRO al proyecto político que comenzó a bocetar el cordobés.
Arduh se entusiasma con integrar el próximo Gobierno provincial y, con recursos, alimentar al "partido cordobés", aunque él dice que el proyecto es un esquema "misionero". No se refiere a la pose, sino al Partido de la Concordia que hace 20 años reunió bajo un mismo paraguas a radicales y peronistas; sin que los socios locales "pierdan su identidad política", con las facciones alternándose en el poder.
"El 10 de diciembre se acaban los partidos políticos y comienza la gestión", repite Arduh para convencer a los nuevos intendentes que fueron elegidos por el sello de Juntos por el Cambio a desembarcar en Hacemos Unidos. Su próximo blanco será Marcos Ferrer, intendente de Rí Tercero, la principal ciudad gobernada por el radicalismo: "Ferrer es un tumor y Rodrigo de Loredo debería extirparlo". Arduh se ilusiona con un De Loredo integrándose al "partido cordobés" en el formato Frente de la Concordia misionero.
Por eso, Arduh ya dispara munición gruesa contra los históricos del radicalismo: "Son los responsables de la derrota porque le entregaron el partido a Luis Juez. Juez perdió departamentos y el radicalismo ganó legisladores", dice Arduh. Es una exageración: eso ocurrió en algunos casos, como en Río Segundo, donde Juntos por el Cambio derrotó en el tramo legislativo a Hacemos Unidos, y Martín Llaryora le ganó a Juez en el tramo a gobernador.
La primera reunión organizada por Arduh, enmarcada en la campaña nacional de Juan Schiaretti, fue con unos 50 intendentes radicales y del vecinalismo, entre electos y salientes. Los primeros, conformarán la Mesa Provincia-Municipios desde diciembre; los restantes, estarán a la intemperie.
Los cruces ya comenzaron: el más explícito es el de Mario Sariago, quien ganó la intendencia de Villa Parque Síquiman (en el departamento Punilla) con el sello de Juntos por el Cambio, pero ahora está sentado a la mesa de la campaña de Schiaretti presidente en ese departamento. Es sólo un ejemplo de cómo la aspiradora está a pleno.
Fuente: LPO, sobre una nota de Juan Manuel González



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