Graglia será candidato y Martín Gill pone su marca en la lista de Llaryora

El acuerdo que selló la vuelta de Martín Gill a las filas de la coalición cordobesista, hoy llamada Hacemos Unidos por Córdoba, se concretó hace unos meses luego de un intenso período de conversaciones que sentaron al villamariense con Martín Llaryora. Siempre dispuesto a apostar por la unidad del peronismo nacional con la expresión provincial que comanda Juan Schiaretti, el villamariense puso algunas condiciones que priorizaron su vuelta a la estructura de gobierno local y no incluyó exigencias a nivel nacional.

La base del acuerdo se sostiene en el apoyo mutuo, que no sólo refiere personalmente a Gill sino a todo el grupo de autoridades municipales y a la dirigencia con el que el exsecretario de Obras Públicas de la Nación fue moldeando su espacio en tierras mediterráneas.
En cumplimiento de ese pacto nunca escrito, Natalio Graglia será el candidato del oficialismo para la banca uninominal del departamento General San Martín, lo que significa una victoria del gillismo que logra congelar la disputa interna con el sector que lidera Eduardo Accastello en la ciudad de Villa María e imponer un nombre que, por primera vez en mucho tiempo, no será fruto de una exigencia del actual ministro de Industria provincial.

“El departamento San Martin es uno de los más importantes que tiene la Provincia por su trascendencia, por su pujanza, por sus universidades, y por sus industrias, y merece tener un representante en la Legislatura provincial que tenga experiencia, trayectoria, y la fuerza suficiente para ser el representante de cada una de las localidades y de cada uno de los que habitamos este departamento. En lo personal estoy convencido que esa persona es Natalio Graglia”, dijo Gill horas antes del cierre de listas en la provincia.
En ese contexto reiteró su apoyo a Llaryora destacando “la transformación que llevó a cabo en Córdoba” y la particular experiencia “de haber gobernado uno de los municipios más importantes de Córdoba (San Francisco) y el de la capital”.
“Esa condición le da una capacidad inmensa para afrontar los desafíos de los tiempos que se vienen, para continuar con lo que se ha hecho bien, asumir los nuevos desafíos y hacer las transformación que aún se encuentran pendientes”, afirmó el villamariense.

Desafíos
Con Graglia como número puesto en el pago chico, el gilllismo también busca incidir en el diseño final de las listas, sobre todo para lograr la incorporación de algunos dirigentes del propio espacio que se concentran en algunos de los departamentos más fuertes del sur provincial. Puntualmente, Unión y Marcos Juárez.

En ese último distrito, la expectativa está puesta sobre la banca departamental que hoy ocupa Julieta Rinaldi. Si bien la continuidad de la legisladora aparece como una posibilidad concreta, porque su trabajo es muy respetado entre sus pares, lo cierto es que la necesidad de disputar la referencia a un peso pesado del PRO como Pedro Dellarrossa, dos veces intendente de Marcos Juárez, levanta las acciones de un histórico del schiarettismo, Carlos Massei. El entorno de Gill pone las fichas en Roberto Pacheco, el intendente de Corral de Bustos, que también podría terminar ocupando un lugar en la lista sábana, del mismo modo que los gillistas de Unión, donde está prácticamente cerrada la candidatura de Lito Bevilacqua.

Mientras tanto, Gill no parece desesperarse por su futuro inmediato. Un eventual triunfo de Llaryora en las elecciones del 25 de junio lo pondrá a analizar su rol en un futuro gobierno provincial más cerca del 10 de diciembre. Antes de eso, tiene que seguir gestionando la ciudad y resolver las cuestiones domésticas que lo enfrentan a una particular interna en la que le toca enfrentar a uno de los referentes provinciales más importantes que ha dado Villa María en los últimos años.

Esta semana recibió al gobernador Schiaretti y viajó a Buenos Aires a reunirse con el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Santiago Maggiotti. La semana pasada, en Córdoba, acompañó al massista bonaerense a un acto de entrega de viviendas en el que estuvieron presentes Federico Alesandri y Gabriela Estévez, la fórmula del frentetodismo en la provincia. “No debería sorprender”, dicen en el entorno del intendente.

“Martín no va a entregar el Frente de Todos si es el principal referente”, aseguran en su entorno, donde repiten que el acuerdo en Córdoba tuvo las mismas características que  contó oportunamente y que también tuvieron los demás pactos que Llaryora trabó para sumar dirigentes otrora opositores a su proyecto: la libertad de acción a nivel nacional.

POR: PUCHETA, CESAR.

FUENTE: LETRAP.COM.AR