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Los países extranjeros evacúan a sus nacionales en Sudán mientras el país se tiñe de sangre: ¿qué está pasando en el país?

INTERNACIONALES 24/04/2023 Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior
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Hace una semana que las explosiones resuenan con fuerza en la capital de Sudán, Jartum. La guerra entre dos generales enfrentados tiñe de sangre el país -ya son cerca de 500 los muertos- mientras los países extranjeros prosiguen con la evacuación de sus nacionales. Más de 1.000 europeos han abandonado en las últimas horas el país africano, según anunció el jefe de la diplomacia, Josep Borrell. China, Estados Unidos y numerosos países árabes también han facilitado la salida de sus ciudadanos. Este mismo lunes despegaron aviones militares de varios países. Pero, ¿qué pasa con los cientos de miles de sudaneses que siguen atrapados en el país?

¿CUÁL ES EL TRASFONDO DEL CONFLICTO?
La violencia se desató hace una semana por los enfrentamientos entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), un grupo paramilitar. El país estaba al borde del conflicto después de que unidades de las RSF se hubieran movilizado en varias ciudades sin el consentimiento del Ejército. Al frente de éste está el general Abdelfatah Al Burhan y liderando las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo (también conocido como Hemedti). Ambos controlan el país por la inexistencia de un Gobierno desde hace meses. El mayor desacuerdo entre ambos es la futura integración de las RSF en las fuerzas armadas del país.

¿QUÉ SON LAS RSF?
Las Fuerzas de Apoyo Rápido son el principal grupo paramilitar de Sudán que, según los analistas, cuenta en la actualidad con 100.000 combatientes y bases por todo el país. Tienen su origen en la milicia Janjaweed, surgida en los 80 en Darfur. En 2013, Omar al Bashir les dio a sus líderes rangos militares antes de desplegarlos para aplastar una rebelión en el sur de Darfur (un conflicto que se remonta a más de una década antes y que ha dejado 300.000 muertos y 1,8 millones de desplazados). Un año después, fueron aceptadas por la Constitución de Sudán como un cuerpo de seguridad. En 2019, sin embargo, las RSF dirigidas por Dagalo cooperaron con el ejército del país para derrocar a Bashir. Se les acusa de vulneración de derechos humanos, incluida la masacre de 120 manifestantes, en junio de 2019.

¿QUÉ PASÓ EN 2019?
En realidad, todo empezó en diciembre de 2018. Entonces se iniciaba una revuelta, en principio por motivos económicos, para protestar por la subida del pan y otros productos básicos. Era una medida de ajuste propuesta por el Fondo Monetario Internacional y pactada con Omar al Bashir (que llevaba casi tres décadas presidiendo el país con puño de hierro). Semana a semana la población fue encendiéndose contra el Gobierno por la crisis en un país que, paradójicamente, cuenta con importantes reservas de petróleo. Omar al Bashir -sobre el que pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra- fue depuesto finalmente en 2019 por un golpe militar .

¿Y QUÉ PASÓ CON QUIENES HABÍAN INICIADO LA REVUELTA?
El ejército acordó en 2019 compartir el poder con los civiles y, mientras continuaban las protestas, pactó la formación de un Consejo Soberano formado tanto por civiles como por militares , en el que el economista Abdalá Hamdok fue nombrado primer ministro. Pero ese pacto saltó por los aires. En octubre de 2021, el ejército de Sudán, encabezado por el general al Burhan, volvió a dar otro golpe de Estado y puso al primer ministro Hamdok en arresto domiciliario. Aunque semanas después fue liberado y repuesto en el cargo, acabó dimitiendo en enero de 2022.

Hay que precisar que el golpe de 2021 no había sido algo aislado. Otros tres países del África subsahariana, Chad, Malí y Guinea también acababan de vivir levantamientos militares. En un escenario pospandémico, las circunstancias locales parecían alimentar a las élites militares para hacerse con el poder. En Sudán, el golpe acabó con las reformas iniciadas por el gobierno de transición y supervisadas por el FMI. La ayuda externa dejó de llegar y eso empeoró aun más una situación humanitaria ya de por sí muy precaria.

¿QUIÉN GOBIERNA AHORA EN SUDÁN?
El general Abdel Fatah Al Burhan gobierna de facto desde 2021: su número dos ha sido desde entonces Mohamed Hamdan Dagalo. En diciembre de 2022, los dos firmaron un acuerdo inicial para otra transición y un gobierno civil. Pero el pasado 5 de abril, ese acuerdo se paralizó por los planes de integrar a las RSF en las fuerzas armadas y porque, en realidad, ambos líderes quieren controlar el país y ninguno está dispuesto a ceder. Burhan y Dagalo se acusan mutuamente de ser responsables del estallido violento.

¿CÓMO DE GRAVE ES LA SITUACIÓN EN EL PAÍS AHORA?
Más de 420 personas han muerto y cerca de 4.000 están heridos, según la Organización Mundial de la Salud. Tras una semana de combates, el sistema de salud nacional está al borde del colapso. Según testimonios recogidos por la agencia AFP, el panorama en Jartum -hogar de cinco millones de personas- es desolador. "Los cadáveres en descomposición se quedan en las salas de hospital. Las morgues están repletas, los muertos cubren las calles", contaba el doctor Attiya Abdalah, secretario general del sindicato de médicos. Según esta organización, hasta 13 hospitales han sido bombardeados y casi una veintena han tenido que cerrar porque no tienen material ni médicos para atender a los heridos.

A esto hay que sumarle la crisis humanitaria que ya existía en el país. El Programa Mundial de Alimentos advirtió ayer de que millones de personas más podrían sufrir hambre por la violencia en Sudán, el tercer país más grande de África y donde un tercio de la población necesita ayuda humanitaria. Desde hace días, miles de sudaneses huyen a pie o en coche hasta los países cercanos, como Chad o Egipto. Los que quedan en el país se refugian en sus casas, con miedo a salir, muchos no tienen agua ni electricidad.

¿SE VE UN FIN CERCANO A LA VIOLENCIA?

El domingo, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo estar manteniendo contactos con las autoridades de Arabia Saudí para tratar de impulsar un alto el fuego en el país. Desde el Vaticano, el papa Francisco rogó a ambos bandos que dialoguen para parar la "grave" situación del país. Pero lo cierto es que otras dos treguas acordadas la semana anterior no fueron respetadas.

A este panorama hay que añadir diversos factores geopolíticos. La ubicación estratégica del país -cercano al Mar Rojo, al Sahel y al Cuerno de África- además de su riqueza en otros recursos como el oro y el petróleo, atraen intereses regionales que dificultan una transición pacífica. A nivel global, las potencias occidentales temen el potencial de una base rusa en el país (la primera en el continente), a la que los líderes militares sudaneses dieron su bendición en febrero.

Fuente: El Mundo

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