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El Gobierno avanza con la ley para inversiones en GNL y busca un esquema cambiario especial para las empresas

ECONOMÍA 14/04/2023 Mariano Boettner*
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El Gobierno aún trabaja en los aspectos técnicos del ya anticipado proyecto de ley para fomentar las inversiones en la producción de Gas Natural Licuado (GNL), una oportunidad que se presenta para la economía argentina ante la ampliación de la producción y el transporte de gas desde Vaca Muerta y, en un horizonte de largo plazo, abrir la puerta a la exportación de gas envasado. El equipo económico mantuvo en las últimas horas una reunión decisiva para buscar un mecanismo para garantizarle a las empresas -con Petronas como punta de lanza y que ya anunció un interés en el área- el acceso a divisas. El texto de ley había sido planificado, en un primer momento, para marzo y aunque buscan acelerar su puesta a punto final, aún no hay fecha cierta de giro al parlamento.

La cuestión de la ley de GNL fue abordada en una reunión que mantuvieron el ministro de Economía Sergio Massa con el presidente de YPF Pablo González y el CEO de la compañía Pablo Iuliano. “Massa y González analizaron la presentación ante el Congreso del proyecto de ley para la producción de Gas Natural Licuado (GNL), y el sendero de precios previsto para los combustibles”, mencionaron desde el Palacio de Hacienda.

A pesar de que se trata de una iniciativa de largo aliento y de inversiones masivas, la coyuntura marca el contorno sobre el cual se tomar las primeras decisiones que preparen el terreno. Y ese contexto está marcado por los problemas de disponibilidad de dólares de la economía, que convive con múltiples mecanismos de controles cambiarios. Para inversiones extranjeras de este tipo representan un obstáculo. Fuentes oficiales aseguraron a Infobae que el principal escollo que busca resolver el Poder Ejecutivo antes de darle forma final al proyecto de ley de GNL es el de encontrar una vía para asegurarle a las compañías, poder contar con los dólares que reporten sus inversiones.

El sector del GNL requiere un volumen de inyección de divisas que, de acuerdo a fuentes al tanto de las conversaciones, no alcanza con resoluciones o disposiciones para garantizarles a las contrapartes del extranjero el acceso a esas divisas, por lo que el canal viable es el de consagrar ese derecho -y otros como un marco de estabilidad fiscal durante un lapso de tiempo largo- a través de una ley. La parálisis del Congreso en los últimos meses, en medio de un año electoral, determinará, una vez que termine de diseñarse el proyecto de ley que supervisan el Ministerio de Economía e YPF, cuáles serán las chances de ser aprobado en el parlamento.

Recién una vez que esa iniciativa sea sancionada por el Congreso YPF podría avanzar en un MOU (memorando de entendimiento) con Petronas, la compañía malaya con la que anunció, el septiembre pasado, la intención de construir una planta de producción de GNL en Bahía Blanca. Los tiempos y las posibles demoras juegan en contra. “Hoy la empresa está interesada en Argentina, pero no es el único país con reservas y potencial en el sector, y si no se avanza puede priorizar invertir en otro lado”, graficó una fuente del rubro.

El proyecto de GNL en números

Respecto al proyecto todavía en gateras para la producción de GNL, Petronas es una firma con peso en el sector a nivel global. Produce alrededor de 36 millones de toneladas por año de GNL y tiene 40 años de experiencia, presencia en 17 países y más de 4000 empleados en toda la cadena integrada de valor del GNL.

Si el acuerdo de entendimiento avanzara tras encontrar el Gobierno el marco normativo adecuado, podría implicar una inversión conjunta a largo plazo calculada en unos USD 30.000 millones. En términos prácticos, servirá para acelerar la exportación de gas producido en Vaca Muerta mediante la fabricación de una planta para envasar el fluido y venderlo al exterior.

Para eso, entre otras cuestiones vinculadas con aspecto técnicos y económicos, será necesario también de nuevos gasoductos y de un puerto. La primera parte del plan significaría el desembolso unos USD 10.000 millones, pero solo la construcción de planta demoraría unos 4 años, se estimó en septiembre pasado, cuando se anunció el interés de Petronas.

El GNL es gas natural procesado y transformado a estado líquido. En ese estado puede ser transportado en barcos o en camiones cisterna, lo que lo convierte en un fluido exportable. La licuefacción se realiza en plantas industriales de alta complejidad, ubicadas en los países productores de gas natural y se obtiene enfriando el gas natural a -162ºC a presión atmosférica.

El GNL se carga en barcos con destino a los países en los que está previsto su consumo, donde se realiza el proceso inverso, es decir la regasificación, que devuelve el GNL a su estado gaseoso para su posterior distribución a través de gasoductos.

La propuesta que surgirá del acuerdo entre YPF y Petronas será construir una planta de licuefacción, en una sociedad en la que la compañía argentina tendrá el 51% de la titularidad y el 49% restante le quedará a la firma malaya. En caso de concretarse, el complejo industrial tendría una capacidad final de producción de 27,5 MTPA (millones de toneladas por año), lo que equivale a 465 barcos metaneros.

El proyecto contará con cuatro etapas. La primera requerirá el aumento en la capacidad de producción de gas en Vaca Muerta. En segundo lugar, será necesaria la construcción de otro gasoducto de unos 620 kilómetros, luego llegará la producción propiamente dicha del GNL a través de dos barcos de licuefacción y la construcción de una planta licuefactora.

Según estimaron desde YPF, la nueva planta de GNL, en su pico de producción, consumirá un equivalente a la totalidad de la producción actual de gas del país (120 millones de m3 por día) y representa un incremento de más del 130% en la producción actual de gas de la Cuenca Neuquina. Le dará a la Argentina la posibilidad de abastecer a mercados demandantes, como Brasil, Europa o Asia.

La proyección indica que el proyecto implicará exportaciones por un valor de USD 13.000 millones al año, a partir del pico de producción en 2036. También significará un aumento sustancial de regalías para las provincias y la nación, alcanzando los 700 millones de dólares en su pico de producción y la generación de miles de puestos de trabajo.

La necesidad del relajamiento de los controles cambiarios, además de formar parte de las discusiones con las empresas que buscan invertir en el país, también es seguido de cerca por el Fondo Monetario desde el inicio del acuerdo con la Argentina.

El oleoducto

“Durante el encuentro, Massa y González también destacaron el acuerdo alcanzado en Estados Unidos para darle cierre a la demanda por contaminación ambiental contra la empresa Maxus, firma comprada por la petrolera argentina en 1995. Asimismo, el ministro de Economía y el titular de la petrolera conversaron sobre la pronta reactivación del Oleoducto trasandino, prevista para fines de abril, principios de mayo”, cerraron desde el Ministerio de Economía.

Sobre este último punto, se trata de un ducto con una extensión de 427 kilómetros desde Puesto Hernández en la provincia de Neuquén hasta la Refinería de ENAP en Biobío. El oleoducto está inactivo desde el 2006 tras una interrupción en el servicio que hizo la presidencia de Néstor Kirchner y forma parte de una sociedad integrada por YPF, Chevron y Enap. Según estimaron fuentes oficiales, la inversión estimada para su reactivación es de aproximadamente 300 millones de dólares.

“El objetivo principal es poder evacuar la producción de crudo de Vaca Muerta a Chile, y desde ahí, se abre la ventana a los mercados del Pacífico también. Va a tener una capacidad de transporte de 160.000 barriles día en el pico del transporte. Se están realizando las pruebas finales del ducto para su posterior puesta en funcionamiento, previsto para el primer trimestre de este año”, ampliaron las fuentes.

 

 

* Para www.infobae.com

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