Un nuevo caso de brutalidad policial en Estados Unidos eleva la tensión tras el asesinato de Tyre Nichols

La tensión se eleva en California tras un nuevo caso de presuntos excesos de la policía. La familia de Anthony Lowe, un hombre negro de 36 años, ha levantado la voz esta semana. Exige que la policía de Huntington Park haga públicas las imágenes de las cámaras de los agentes que respondieron a una llamada de emergencia que culminó con la muerte de Lowe, quien tenía ambas piernas amputadas y se movía en una silla de ruedas. En su defensa, las autoridades alegan que el sujeto blandía un cuchillo, pero los familiares no ceden y califican el episodio de un homicidio que alimenta la epidemia de brutalidad policiaca que vive Estados Unidos.

El incidente ocurrió el jueves pasado. En un principio pasó casi inadvertido. La atención de los medios estaba enfocada entonces en la muerte de otro varón afroamericano, Tyre Nichols, a manos de uniformados de la corporación policial de Memphis (Tennessee). Los vídeos de este episodio han reavivado un debate en el país sobre los abusos policiales. En este contexto, la familia de Lowe pide al Departamento de Policía de Huntington Park que haga públicos los videos para esclarecer los hechos.

La policía afirma que el jueves pasado, sobre las 15.30, respondió a una llamada de emergencia por un acuchillamiento en la avenida Slauson, en Huntington Park (una ciudad del condado angelino, 10 kilómetros al sureste del centro de Los Ángeles). Cuando los agentes llegaron, interrogaron a un testigo, quien afirmó que el sospechoso era “un adulto negro en una silla de ruedas”.

Lowe fue localizado por los policías unos metros más adelante, en la misma avenida. “Cuando los oficiales intentaron detener al sospechoso, el sujeto sacó un cuchillo de carnicero de 30 centímetros y los amenazó con arrojarlo adonde estaban los oficiales”, indica una comunicación oficial de la oficina del sheriff del condado de Los Ángeles, que ha cooperado con la investigación. Lowe, quien, según la versión oficial, se negó al arresto, recibió un par de descargas eléctricas con una pistola Taser. Pero esto no fue efectivo. “El sujeto intentó arrojar el cuchillo a los oficiales otra vez, pero en ese momento uno de los oficiales disparó”, continúa el parte de las autoridades. La bala impactó a Lowe en la parte superior del torso. El cuchillo de carnicero se recuperó en el lugar.

Un video grabado por un hombre que pasaba por la zona muestra a Lowe corriendo sobre los muñones, alejándose de un par de policías que lo apuntan con un arma. El sospechoso corre con algo brillante en la mano izquierda. El fragmento de 23 segundos, que fue subido a Twitter el sábado 28 de enero, se corta y no alcanza a captar los disparos de las armas de la policía.

“Está abajo de su silla de ruedas, tiene amputadas ambas piernas hasta la rodilla y está huyendo de los oficiales”, dijo el lunes Cliff Smith, un activista que forma parte de una coalición que exige aumentar los controles y la regulación a la policía. Smith acompañó a la familia de Lowe en una conferencia de prensa a las afueras del Departamento de policía de Huntington Park para exigir justicia y afirmar que estaban ante un ejemplo más de brutalidad policiaca. En California, un miembro de un cuerpo policial solo puede utilizar su arma de fuego cuando esta se hace necesaria para defender la vida humana.

“Ustedes sabían que su vida no estaba en peligro. Está corriendo sobre sus extremidades. ¿Cómo se puede tener tanta sangre fría?”, preguntó a la policía una de las primas. Otro familiar reclamó: “Si ustedes están aquí para proteger y servir, hagan eso, protéjanos. No nos maten”. La madre de Lowe, Dorothy, anunció ante los medios de comunicación que solo quiere conocer la verdad. “Nada más que la verdad y la justicia. Mi hijo ha sido asesinado”, sentenció la mujer.

Tanto la familia como los activistas han solicitado que los policías involucrados en la muerte de Lowe sean procesados penalmente. Las autoridades han guardado silencio ante esta exigencia, pero un portavoz policial aseguró que los agentes seguirán de baja del servicio diur algunos días y serán sometidos a exámenes psicológicos. Cuando vuelvan al trabajo, al menos durante un tiempo, evitarán la calle y se dedicarán principalmente a labores administrativas.

La del jueves no fue la primera vez que Anthony Lowe tuvo un encuentro violento con la policía. Su hermana mayor explicó el lunes ante los medios que ese fue el motivo de que el hombre perdiera ambas extremidades. Estas fueron cortadas después de un incidente con un cuerpo policiaco del Estado de Texas. La familia también tiene algunas dudas sobre ese episodio, pero no ahondó en más detalles sobre ese hecho ocurrido el año pasado.

Fuente: El País