Un puente comercial con Washington: Milei busca alivio a través del “efecto Trump”

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Milei y Trump avanzan en un acuerdo comercial que sería la antesala de un tratado de libre comercio.
  • El pacto busca consolidar a Argentina como aliado estratégico de Washington frente a China.
  • El aluminio, la carne y el vino aparecen entre los sectores más beneficiados.
  • Analytica estima que Aluar sería una de las grandes ganadoras por su exposición al mercado norteamericano.
  • El IIEP proyecta un incremento de u$s457 millones en exportaciones.
  • El Tesoro de EE.UU. ratificó un salvataje financiero de u$s40.000 millones mientras crecen las expectativas del mercado.

La visita de Javier Milei a Washington dejó una estela de expectativas más que de certezas. Si bien el encuentro con Donald Trump no derivó en anuncios concretos sobre el salvataje financiero que espera el Gobierno argentino, sí permitió avanzar en un punto clave de la agenda bilateral: un inminente acuerdo comercial entre ambos países que podría marcar un giro en la política exterior y económica argentina.

En una entrevista reciente, el Presidente confirmó que existe un entendimiento “sobre posiciones comerciales”, que sería la etapa preliminar de un futuro acuerdo de libre comercio. La idea fue ratificada por el embajador argentino en Estados Unidos, Alec Oxenford, quien aseguró que el anuncio “es inminente”, aunque se excusó de dar detalles debido al carácter reservado de las negociaciones.

En Washington, la iniciativa se enmarca en un objetivo geopolítico más amplio: Trump busca fortalecer su influencia en América Latina frente al avance de China, y ve en la Argentina de Milei una pieza estratégica para reconfigurar el tablero regional. A cambio del alineamiento político y diplomático, el acuerdo contemplaría una rebaja de aranceles para productos argentinos, con el propósito de incentivar el comercio bilateral y consolidar a la Argentina como proveedor confiable de alimentos y materias primas.

Oportunidades para la industria y el agro

El posible pacto podría impactar de manera inmediata sobre sectores clave como el aluminio, el acero, los alimentos y las economías regionales. Desde abril, Estados Unidos aplica un recargo mínimo del 10% sobre las importaciones argentinas, con tarifas de hasta 50% para el aluminio y el acero.

Según la consultora Analytica, la industria del aluminio sería una de las grandes beneficiadas: el 54% de sus exportaciones se dirigen a Estados Unidos, y una rebaja arancelaria “tendría un impacto significativo, especialmente sobre Aluar”, cuya facturación depende en más de un 70% de las ventas externas.

El Gobierno argentino ya redujo temporalmente al 0% las retenciones para el aluminio y el acero exportados a países con aranceles superiores al 45%, buscando mejorar la competitividad en un mercado donde Brasil —su principal competidor regional— enfrenta una tasa del 50%.

El sector cárnico también aparece entre los ganadores potenciales. Con el stock bovino estadounidense en mínimos históricos y los precios en alza, una apertura comercial permitiría a los frigoríficos locales ganar terreno. En particular, Argentina podría aprovechar la penalización a Brasil, cuyas exportaciones de carne pagan hasta 76,4% de aranceles al superar su cuota anual de 65.000 toneladas.

Otros rubros con proyección positiva son el vitivinícola, el energético, el minero y las economías regionales —especialmente miel, cítricos, langostinos, té y madera—, productos que ya tienen a Estados Unidos como principal destino.

Un impulso de hasta 457 millones de dólares

De acuerdo con estimaciones del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA, la exclusión de aranceles podría incrementar las exportaciones argentinas en u$s457 millones, equivalente al 7% del total de ventas hacia Estados Unidos.

El economista Federico Bernini, del IIEP, considera que el vino y los alimentos elaborados serían los más favorecidos. “Hoy ya exportamos bastante vino a Estados Unidos y somos competitivos. Una rebaja arancelaria puede consolidar esa posición”, explicó, aunque advirtió que el impacto será progresivo. “No te cambia la balanza comercial en el corto plazo, pero ayuda a estabilizar empresas exportadoras”, sostuvo.

En ese sentido, los analistas remarcan que la reducción de aranceles es más factible que un tratado de libre comercio completo, ya que este último requeriría una decisión política del Mercosur y aprobación legislativa.

Mientras tanto, la expectativa crece en los mercados, que reaccionaron con volatilidad luego de que Trump condicionara la ayuda económica al resultado electoral del 26 de octubre, aparentemente confundiendo la naturaleza legislativa de los comicios. La tensión se calmó tras un mensaje del secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien ratificó un paquete de asistencia de u$s40.000 millones, con una mitad destinada a un swap y la otra a un fondo de apoyo privado.

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