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Dólar: el BCRA confirmó que usó u$s619 millones para intervenir sobre la brecha en la primera mitad de enero

ECONOMÍA Juan STRASNOY PEYRE
banco-central

El Banco Central confirmó que, en enero, amplió su intervención sobre los dólares financieros. En los primeros 16 días del mes, utilizó u$s619 millones de las reservas para evitar un alza del dólar MEP y del CCL. Se trata del mayor monto destinado por el BCRA desde que en julio lanzó esta estrategia. El objetivo fue contener las presiones alcistas sobre la brecha cambiaria en el comienzo del período estacional de reversión de la demanda de dinero para intentar mantener aplacadas las expectativas de devaluación y, por ende, de inflación.

Los números, que la autoridad monetaria suele publicar con rezago, se desprenden de una presentación que realizó en Londres el propio vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, ante inversores.

En una de las diapositivas mostradas por Werning, se observa que entre julio de 2024 y el 16 de enero de este año el Central acumulaba compras de bonos en moneda extranjera (con dólares de las reservas) por un total de u$s1.602 millones. Se trata de u$s619 millones más de lo que había utilizado hasta fines de diciembre.
La intervención realizada por el BCRA consiste en la compra de los títulos soberanos en dólares más utilizados para operar MEP y CCL (principalmente el bono AL30 y el GD30) con divisas de las reservas y su posterior venta contra pesos. Esa estrategia fue presentada en julio pasado por el organismo como una vía para esterilizar los pesos emitidos para comprar dólares en el mercado oficial, aunque en los hechos es una intervención directa sobre los dólares financieros ya que suma oferta a esa plaza y mantiene aplacada las cotizaciones. También existe una intervención indirecta ya que el "dólar blend" establece que el 20% de las exportaciones se liquide en el CCL.

Los u$s619 millones que destinó el BCRA para contener la brecha, solo en la primera mitad de enero, son casi el doble de lo que utilizó en todo diciembre (u$s325 millones), que era hasta acá el mes con mayor intervención. En su exposición, Werning buscó mostrar que esa intervención es bastante inferior a las divisas compradas por el Central en el mercado oficial (u$s1.329 millones en los primeros 16 días del mes), lo que aún permite conservar un importante saldo neto entre ambas operaciones, mayormente utilizado para pagar deuda.

Sin embargo, los crecientes volúmenes de intervención, algo que ya había sido señalado por Ámbito, reflejan que las presiones alcistas sobre la brecha cambiaria (hoy ubicada en torno al 13,5% en el caso del CCL) son mayores en este comienzo del año.

Werning habló este lunes en Londres ante inversores, en el marco de la 11ª Conferencia Latinoamérica del BBVA. Su presentación llevó como título “Programa Económico de la Argentina (Etapa 3): la Estabilidad Interna (menores stocks monetarios y equilibrio fiscal) provee una base sólida para construir Flexibilidad Externa (mayores stocks de divisas y equilibrio de balanza de pagos)”. Allí, reafirmó el rumbo del programa económico y se refirió a los próximos pasos del BCRA y del Gobierno. La prioridad es “salir de los controles e implementar la competencia de monedas”, afirmó.

El BCRA y las expectativas de inflación
Durante su exposición, el funcionario hizo un repaso por el camino recorrido en lo que va de la gestión de Javier Milei y ponderó el impacto de las “anclas” desplegadas en el programa económico (fiscal, monetaria, cambiaria y de ingresos) que, según su análisis, evitaron "la hiperinflación”. Es una línea que en el comienzo de este año el Gobierno se propone reforzar a través de la continuidad del ajuste, del incentivo al "carry trade", de la reducción del ritmo de devaluación y del techo a las paritarias.

Asimismo, aseguró que esto dio paso a un “colapso de las expectativas de inflación” entre distintos actores. En primer lugar, planteó que la percepción entre el público en general es que “la inflación ha bajado mucho y se espera que siga disminuyendo” para lo cual citó una encuesta de la consultora Poliarquía que muestra que dichas expectativas retrocedieron a niveles no vistos en dos décadas.

Respecto de las proyecciones de los analistas de la city, enfatizó que “continuaron revisándose sistemáticamente a la baja”, de acuerdo con el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por el BCRA a fines de diciembre. Según el último REM, las consultoras y bancos prevén una desaceleración continua del IPC mensual desde el 2,7% de diciembre hasta alcanzar el 1,8% en junio.

Además, recalcó que las expectativas de los inversores reflejadas en las cotizaciones de los títulos en pesos del Tesoro y de los futuros de dólar reflejan un alineamiento tanto con una importante desaceleración de la inflación como con el cumplimiento de la reducción del ritmo de devaluación mensual del 2% al 1% a partir de febrero. Con uno de los gráficos que le mostró al auditorio, celebró el optimismo de la city: indicó que la llamada “inflación breakeven” (la expectativa implícita en los rendimientos en pesos) es del 2% para enero, del 1,6% para febrero, del 1,4% para marzo y del 1,3% desde abril hasta agosto, de acuerdo con los precios vigentes al 16 de enero. La creciente intervención directa sobre los dólares financieros, a pesar de la continuidad del "dólar blend", se entiende en el marco del objetivo oficial de mantener ancladas las expectativas sobre las variables nominales.

Próximos pasos: cepo y competencia de monedas
En el último tramo de su exposición Werning se refirió a los próximos pasos de cara a lo que el Gobierno denomina la “etapa 3” del programa. En ese punto, aseguró que las prioridades son “salir de los controles e implementar la competencia de monedas”.

El mensaje coincidió con lo que el jueves pasado planteó la propia entidad que preside Santiago Bausili al anunciar la habilitación de los pagos en dólares con tarjetas de débito (a partir de marzo) y con QR (a partir de abril) en todos los comercios del país, una medida que enmarcó en el camino a la “competencia de monedas”.

Lo cierto es que hay coincidencia entre economistas de que hablar de una real competencia de monedas mientras exista cepo cambiario no tiene mucho sentido. También, como contó Ámbito, hay sintonía entre analistas respecto de que uno de los objetivos de corto plazo de esa medida es intentar mantener dentro del sistema los depósitos en dólares (que se incrementaron con fuerza a causa del blanqueo) ya que son el plafón necesario para impulsar la generación de créditos en moneda extranjera al sector privado, una de las fuentes principales de oferta de divisas durante los últimos meses que le permitió al BCRA sostener un importante saldo comprador.

Algo de eso pareció sugerir Werning en su presentación. Allí, sostuvo que los “ingresos de la cuenta de capital (emisiones corporativas y repatriación de hogares) respaldarán la cuenta corriente”, que en los últimos meses se volvió deficitaria a raíz del boom de turismo al exterior, ente otros factores, estimulado por la creciente apreciación cambiaria.

El funcionario indicó que, con esos próximos pasos, se buscará avanzar en una “mayor flexibilidad externa”. Aunque planteó que, de cara al levantamiento del cepo, existen algunas condiciones, como la reducción de la inercia inflacionaria y el fortalecimiento de las reservas del BCRA, dos puntos que vienen marcando tanto Luis Caputo como Javier Milei.

La realidad es que, tras la última compra de divisas (por más de u$s835 millones) que el Tesoro le realizó al BCRA de cara a los próximos vencimientos de deuda, las reservas netas volvieron a quedar en terreno negativo por más de u$s10.000 millones, si se las mide de acuerdo con la metodología del Fondo Monetario Internacional (FMI), que excluye los vencimientos de Bopreal de los próximos 12 meses y los depósitos del Gobierno.

El Gobierno apuesta a que una de las fuentes claves de recomposición de las reservas, necesaria para acercarse al levantamiento del cepo, provenga del nuevo programa que hoy se negocia con el FMI. Tras la reunión entre Milei y Kristalina Georgieva, titular del organismo, se conoció que una misión del Fondo arribará a Buenos Aires la próxima semana con el objetivo de acelerar las discusiones.

Con el impulso que representa la asunción de Donald Trump en Estados Unidos, la gran duda pasa por conocer qué condiciones pondrá el FMI para habilitar un mayor endeudamiento (se habla de unos u$s11.000 millones). Sobre todo, en materia cambiaria. Es que el Gobierno quiere reforzar las reservas para salir del cepo pero también para apuntalar su esquema cambiario, que incluye la apreciación (utilizada para contener la inflación). En Washington consideran que el tipo de cambio debería ser más alto. ¿Puede haber un acuerdo que no incluya una devaluación?

Fuente: Ámbito

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