El mercado reacomoda carteras tras el nuevo esquema cambiario y apuesta por bonos CER y en dólares

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El mercado reaccionó de forma anticipada al nuevo esquema cambiario y al plan de acumulación de reservas.
  • En el corto plazo, los inversores priorizan bonos CER frente a los títulos a tasa fija.
  • La expectativa de presión inicial sobre el dólar y la inflación favorece a los instrumentos indexados.
  • A mediano plazo, podría darse una rotación hacia bonos a tasa fija si baja la inflación.
  • Los bonos soberanos en dólares aparecen como los grandes ganadores del nuevo escenario.
  • El mercado proyecta una compresión del riesgo país y ganancias de hasta 13% en dólares.

El anuncio oficial sobre el nuevo esquema cambiario y el plan de acumulación de reservas provocó una rápida reacción en el mercado financiero, que comenzó a recalcular estrategias aun antes de que las medidas entren en vigencia formal el próximo 1 de enero. El ajuste de las bandas cambiarias en función de la inflación y la proyección de compras de divisas oficiales por entre 10.000 y 17.000 millones de dólares durante el próximo año modificaron las expectativas de los inversores, que ya anticipan oportunidades de ganancias de hasta 13% en dólares en posiciones de mediano plazo.

Según el análisis de distintos especialistas del mercado, los anuncios del lunes generaron un cambio de prioridades en la conformación de carteras, con un foco especial en los instrumentos en pesos ajustados por inflación y en los bonos soberanos denominados en dólares. La recalibración se da, sobre todo, en el corto plazo, donde se observa una clara preferencia por activos que ofrezcan cobertura frente a una posible aceleración del tipo de cambio y del índice de precios.

En el segmento de bonos en pesos, los títulos ajustados por CER aparecen como los principales beneficiados en esta primera etapa. La expectativa de una reacción inicial del dólar dentro del nuevo esquema de bandas, sumada a una eventual presión transitoria sobre la inflación, debilita a los instrumentos a tasa fija y fortalece a los indexados. Los analistas coinciden en que este movimiento ya comenzó a reflejarse en los precios y podría extenderse durante las próximas semanas.

Desde distintas mesas de estrategia explican que el vínculo directo entre la indexación por inflación y el techo de la banda cambiaria amplía la cobertura de los bonos CER frente al nuevo régimen. En ese contexto, destacan instrumentos como TX28 y DICP, que ofrecen rendimientos reales superiores al 7% anual y permiten resguardar el capital ante un escenario de mayor volatilidad en el corto plazo. Para perfiles moderados, estos títulos aparecen como una opción defensiva mientras el mercado procesa el impacto inicial de las medidas.

Sin embargo, la visión no es lineal en el tiempo. A mediano plazo, varios analistas anticipan un cambio de escenario. Si el dólar logra estabilizarse dentro de las nuevas bandas y la inflación retoma un sendero de desaceleración, los bonos a tasa fija podrían recuperar atractivo. La expectativa de una futura baja de las tasas de interés cortas, aunque no inmediata, abriría la puerta a una rotación gradual hacia este tipo de instrumentos, hoy relegados en las recomendaciones activas.

En paralelo, los bonos soberanos en dólares emergen como uno de los grandes protagonistas tras los anuncios. El plan de acumulación de reservas del Banco Central es interpretado como una señal positiva para la sostenibilidad financiera y refuerza las expectativas de una eventual mejora en la calificación crediticia del país. Para el mercado, ese factor podría convertirse en el catalizador de un nuevo rally en la curva hard dollar.

Algunos analistas destacan que el potencial alcista de los bonos en dólares supera al de los instrumentos en pesos, especialmente en un contexto en el que los rendimientos reales locales se perciben como ajustados. En ese sentido, aparecen oportunidades en títulos como AL35, AE38 y el reciente AN29, que marcó el regreso del Gobierno al mercado de deuda en moneda extranjera.

Las proyecciones más optimistas estiman una compresión gradual del riesgo país por debajo de los 500 puntos básicos. Con una reducción de la tasa interna de retorno promedio de los bonos en dólares a niveles cercanos al 8%, los mayores retornos se concentrarían en los tramos largos de la curva. En ese escenario, AE38 lideraría las ganancias potenciales, seguido por AL35 y otros títulos de legislación local.

El cambio de narrativa monetaria, aun antes de su implementación efectiva, ya comenzó a incorporarse en los precios. Si bien los inversores aguardan resultados concretos antes de validar plenamente el nuevo rumbo, la señal enviada por el Gobierno es interpretada como un gesto de acercamiento a las demandas del mercado. La lectura dominante es que el proceso será gradual, pero que el reacomodamiento de carteras ya está en marcha.

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