Los términos del nuevo acuerdo con el FMI y el ritmo de la desinflación definirán el futuro del dólar
ECONOMÍA Juan Gasalla*Con el inicio del nuevo año se renueva el interrogante acerca de cuál será el recorrido de la cotización del dólar.
Los analistas económicos pusieron el foco en dos eventos a corto plazo que van a definir el movimiento cambiario de 2025: el ritmo de desinflación y los términos de un acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional).
En el primer caso, el presidente Javier Milei fue preciso: con el IPC que mide el Indec estabilizado por debajo de 2,5%, el Banco Central instará a una reducción de la devaluación controlada al 1% mensual, desde el 2% establecido desde mediados de diciembre de 2023. Además, si la inflación se mantiene alrededor del 1,5% durante tres meses consecutivos, se eliminará completamente el crawling peg.
Así fue que tras conocerse la última semana que el IPC de diciembre fue de 2,7%, levemente superior a las previsiones de Milei, igualmente -y en base a los datos recabados en lo que va de enero- el Banco Central anunció que a partir de febrero reducirá el ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial al 1% mensual, desde el 2% mensual vigente a partir del 13 de diciembre de 2023.
En este aspecto también cobra protagonismo la postura asumida por el FMI, pues el organismo, predispuesto a un nuevo acuerdo con el Gobierno por la deuda de USD 44.000 millones, consideró en su última revisión que “a medida que el tipo de cambio real se reapreció, la acumulación de reservas se estancó antes de crear reservas adecuadas y antes de que se pudiera desmantelar la mayor parte de los controles cambiarios”.
¿Está atrasado el tipo de cambio oficial?
El Banco Central informó que el Itcrm (Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral) alcanzó el pasado 16 de enero 79 puntos, por debajo de una línea de equilibrio teórica en los 100 puntos.
“En los últimos 28 años solo encontramos dos momentos donde estuvo por debajo de este nivel: diciembre de 2015 y el período 1999-2001″, recordó el analista financiero Christian Buteler.
Un informe de Max Capital precisó que “el FMI elogió la política del gobierno de Milei en su evaluación del Programa de Facilidades Extendidas (EFF) de 2022, aunque el Gobierno estuvo en desacuerdo con el comentario de que la política fiscal fuera el principal pilar del esfuerzo de desinflación. El Gobierno agregó que el target monetario y el crawling peg del 2% fueron instrumentos clave para reducir la inflación”.
“Aunque el FMI coincidió en los efectos del ancla cambiaria, parece inclinarse hacia un tipo de cambio flotante, y en el reporte fue crítico sobre la concesión constante de waivers para sostener múltiples tipos de cambio bajo restricciones cambiarias de Argentina. También se debatió el cronograma de implementación, discutiendo si era apropiado para el programa. El cronograma de implementación y el esquema cambiario probablemente serán dos temas delicados en las discusiones actuales sobre un nuevo programa, con el Gobierno exigiendo recursos anticipados y facultades para intervenir en el tipo de cambio”, añadió Max Capital.
Se necesitan más reservas
Por otra parte, la renovación del crédito con el FMI podría permitir al Gobierno contar con fondos frescos para las arcas del BCRA. El Tesoro afrontó en enero el pago de unos USD 4.360 millones por renta y amortización de dos de sus principales títulos públicos, los Globales emitidos bajo ley extranjera y los Bonares bajo amparo de la ley local. Este desembolso demandó cerca de USD 2.000 líquidos de las escasas reservas brutas de la entidad monetaria.
“El pago de este mes de los bonos en dólares estaba asegurado ya hace un tiempo, sin embargo, dentro de seis meses hay que pagar el mismo monto. Hoy al Tesoro le quedan menos depósitos en pesos para comprar divisas, además, el superávit financiero tampoco es suficiente para comprar divisas”, remarcó Lucio Garay Méndez, economista de la consultora Eco Go.
“El atraso del tipo de cambio real, la recuperación de la actividad y la intervención en la brecha para esterilizar tampoco permiten que (el BCRA) acumule dólares que potencialmente podrían usarse para pagar la deuda. Esto desemboca en que el Tesoro dependa de que el riesgo país siga bajando y de pueda volver a acceder a los mercados cuanto antes a un costo bajo para poder refinanciar esa deuda”, explicó Garay Méndez.
“El Gobierno ha robustecido sus credenciales para intentar un acuerdo que contemple la salida secuenciada del cepo, en un escenario en el que fondos frescos desembolsados por el organismo ayudarían a transitar de modo más firme eventuales turbulencias externas”, subrayó el Ieral de la Fundación Mediterránea.
Analytica Consultora señaló que “el Gobierno quiere tener un IPC del 1,5% mensual durante varios meses y armonizar el mundo de los pesos con el de los dólares, con el acuerdo del FMI como pieza clave. ¿Los riesgos? Un aumento del riesgo país y un salto en la brecha si el mercado no ve sostenible esta política”. Agregó que “Argentina llega a las negociaciones por un nuevo acuerdo con el FMI con las metas fiscales sobrecumplidas, por lo se discutirán los controles cambiarios y el nivel del tipo de cambio. La mayor apreciación que resultará del nuevo crawling-peg contradice lo que el FMI pretende”.
“La cuestión crítica es la generación de reservas externas; esta se ve limitada por un tipo de cambio que luce bajo, el blend de liquidación de exportaciones y las retenciones a la exportación, lo cual no se aprovechó para empezar a compensar con la baja del Impuesto PAIS”, reportó Vatnet Financial Research.
“Los desequilibrios macroeconómicos heredados por el gobierno anterior eran muy altos, por lo que llevará algún tiempo corregirlos. En particular, si bien el tipo de cambio del mercado paralelo ha convergido con el oficial, las limitadas reservas en moneda extranjera siguen siendo una restricción clave para garantizar el pago de la deuda en el transcurso de 2025-2026″, advirtió la calificadora Moody’s.
* Para www.infobae.com