Tal como lo viene expresando desde el comienzo de su gestión, Guillermo De Rivas enfoca gran parte de su agenda en el trabajo territorial. Hace poco más de un mes, el Intendente de Río Cuarto inauguró el Gabinete Social, espacio de su equipo que coordinaría la mayor cantidad de acciones dedicadas a contener las demandas devenidas de la crisis económica actual. El pasado miércoles, dio un paso más en el sentido del trabajo territorial: en una reunión de gabinete ampliado, De Rivas bajó línea y mandó a sus funcionarios a caminar el territorio para brindar soluciones en tiempos de crisis, para lo cual desplegará a cada integrante del gabinete en cincuenta cuadrantes. ¿Estrategia renovada o test de performance?
“Salgan a recorrer el territorio, cada cuadrante es su responsabilidad, entrevístense con los vecinos, queden en contacto con ellos, esto no es simplemente un relevamiento, es profundizar el concepto de cercanía y participación ciudadana”, la frase que resonó en la reunión a la que asistieron unos cincuenta funcionarios, entre secretarios, subsecretarios, coordinadores y también concejales. Con contundencia, el jefe del Mójica transmitió la importancia de la gestión por cercanía para el cierre de año. “Háganse cargo de los problemas a resolver y gestionen con quién sea necesario para armar un plan de trabajo en cada cuadrante”, enfatizó.
Alfil anticipó días atrás que el Ejecutivo municipal se preparaba para llegada de una temporada “brava”, coincidente con la aparición de problemáticas propias de la época estival. Por esa razón, el Intendente viene realizando anuncios y activando medidas vinculadas a la situación de la seguridad y la salud. Pero las acciones no llegan solas y es por eso que De Rivas mandó a todos sus funcionarios a que caminen la ciudad, ocupándose de las problemáticas que surjan en cada cuadrante y llevar soluciones casi en tiempo real. Todo esto mediante una metodología aceitada y sumamente controlada por el intendente, el dueño del joystick.
Más allá de que no parezca muy diferente a los operativos que suelen llevarse a cabo desde cada una de las áreas del Gabinete Social, la acción tiene un componente político significativo: demostrar presencia, “derrivizar” el territorio y convencer a los sectores que no apoyaron a este Gobierno en las urnas. “La presencia del Estado no es algo que se dice y nada más. Hay que demostrarla”, otra de las frases que trascendió de la reunión del miércoles.
La bajada de línea del intendente se sintió también como una forma de refrescar los objetivos que se plantearon hace cuatro meses, cuando el Gabinete comenzó a funcionar. Puede que sienta la necesidad de reactivar algunas acciones ante cualquier amenaza de “modorra”, pero también presenta un desafío fuerte para los involucrados en el operativo. A las claras, la designación zonal para cada individuo del equipo afina la evaluación particular que realice el intendente. Es decir, los desaprobados estarán más a la vista. “Hay que estar a la altura de las circunstancias”, le expresó a Alfil uno de los agentes a los que se asignó cuadrante, quien entendía el elemento evaluador de esta nueva misión.
Aunque el abordaje territorial elegido por De Rivas se presenta como una novedad con respecto a las últimas gestiones municipales, es sabido que hay experiencias de organización del esquema por cuadrante que eligió De Rivas. Un dirigente peronista de llegada al Panal cordobés recordó que esta forma de trabajo guarda serias similitudes con la metodología llaryorista que operó en Córdoba capital hasta 2023 y que continúa Daniel Passerini en su primer año como intendente, lo que revelaría una coordinada línea metodológica de trabajo y de militancia.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE GABRIEL MARCLÉ.