Rabanne presenta su colección primavera 2025 con una mezcla de texturas y contrastes, fusionando lujo efímero y siluetas audaces.
Para la primavera 2025, Rabanne exploró un fascinante equilibrio entre dureza y delicadeza bajo la dirección creativa de Julien Dossena. La colección destacó por su mezcla de texturas y siluetas atrevidas, pero fue un mini vestido cubierto en pan de oro el que se robó el espectáculo. La prenda, que desprendía delicadas hojuelas doradas al caminar, evocó una sensación de lujo efímero, cautivando a la audiencia en el Palais de Tokyo.
Dossena comentó que la intención era transmitir una sensación de opulencia imposible de lograr con oro puro, optando por una interpretación moderna y poética. El vestido se complementó con un bolso Nano dorado de 1969, realizado en colaboración con la casa de artesanía Arthus Bertrand.
La colección se basó en el contraste de elementos duros y suaves: telas rígidas y metálicas combinadas con tonos pastel y cortes relajados. Entre las referencias de la temporada estuvo la película Safe de 1995, inspirando un concepto de “embalaje corporal” que se tradujo en complejas capas de telas superpuestas.
Los vestidos de fiesta, ahora reinterpretados, lucieron toques de hoja de oro y plata en formas angulares y siluetas estructuradas, reflejando la combinación de suavidad y fuerza que definió toda la propuesta de la casa.
Fuente: Xmag.live
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