La tensión entre Macri y Bullrich impactó en Córdoba por los delegados

El cierre de listas nacionales en el PRO desató un nuevo capítulo de la fricción entre el expresidente Mauricio Macri y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Porque sobre el final la integrante del gabinete del presidente Javier Milei presionó para que el vicepresidente del PRO sea el diputado Damián Arabia, apuntado durante el verano por un excéntrico viaje a los carnavales de Venecia una vez caída la discusión por la ley ómnibus.

Y fue, precisamente, esta puja entre Macri y Bullrich que terminó inclinando la balanza en favor de la integrante del gabinete libertario al conseguir varios lugares en la boleta y así lograr que se evite la interna. A pesar de que en el sector de Macri, con el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis como negociador, hicieron conocer la resistencia del fundador del espacio amarillo a ceder ese casillero de la boleta; mientras que del lado de Bullrich condicionaron hasta el final con la interna.

En el medio, varios sostienen, incluso en Córdoba, que se pelea “por algo que ya no existe”. “Es dar una batalla por algo que no sabemos qué peso tendrá como sello el año que viene o en seis meses”, reconoció anoche una alta fuente del PRO Córdoba a Alfil.

Sin embargo, y mientras se daban estas negociaciones en la cúpula del partido a nivel nacional, en territorio mediterráneo trataron de acompañar las decisiones hasta que el terreno de esas conversaciones se empantanó cuando tuvieron que repartir los delegados nacionales. Que, a Córdoba, por la cantidad de afiliados que tiene, le corresponden 20 delegados a nivel nacional.

El sector de Bullrich, representado por Laura Rodríguez Machado, una de las que retuvo poder en el esquema nacional, sostuvo a este diario que quedaban ocho para esa vertiente, ocho para los macristas y cuatro para sectores que no tienen una referencia directa con ninguno de los dos. “Los híbridos”, como lo definieron desde despachos porteños.

“Van todos intercalados por cupo y respetando la representatividad de Macri o Patricia en cada departamento”, dijeron desde el bullrichismo.

Mismo reparto que lanzaron desde el entorno del presidente provincial, Oscar Agost Carreño. “Se podría decir que es un reparto de cuartos. Algunos van a salir a cantar lo que creen puede ser una victoria, pero tiene que haber espacios para todos a los fines de evitar la interna”, señalan cerca de la presidencia provincial.

No obstante, el macrismo puro que contiene a Soher El Sukaría descartó en las últimas horas de ayer esa posibilidad. “Son 12 para nosotros y ocho para ellos. Y dentro de esos doce están incluidos el G25 y Soher que representa al macrismo puro en la provincia”, señalaron cerca de la concejala amarilla y agregaron: “eso era lo acordado desde el sábado”.

Por lo que algunos no descartaban una interna en un esquema con el G25 de aliado. Posibilidad que otros desestiman por completo: “¿quién iría a votar?”.  

Pero, a esta tensión hay que sumarle los lugares que anoche reclamaban otros espacios como el del ministro de Industria provincial, Pedro Dellarossa; el rol del titular de Turismo, Darío Capitani, de lazos sostenidos con el PRO nacional y bien contenido en la estructura de la gestión provincial; y lo que pide el sector de la senadora Carmen Álvarez Rivero. Respaldada por Sebastián García Díaz y quienes hicieron el vacío a la convocatoria de Bullrich el lunes pasado en el hotel Quórum.

“No fuimos y le hicimos saber a Bullrich que estábamos enojados con los referentes de ella en Córdoba. Ahora creíamos que nos correspondían cuatro delegados, no se va a dar. Así que seguimos juntando facturas para lo que nos interesa: la interna provincial”, dijeron.

El partido en Córdoba, la otra pelea

El otro punto en común que tienen los espacios de Agost Carreño y Rodríguez Machado es el acuerdo para la sucesión de autoridades provinciales en abril del 2025. “El mandato dura hasta ese momento”, dijeron desde el bullrichismo. Mientras que, cerca de Agost Carreño defienden lo acordado con Macri: “hay un pacto de respaldo mutuo”, señalan y repiten lo que se dijo en este diario hace varias semanas.

Para ese acuerdo, Agost exhibe el respaldo del resto de los presidentes en las provincias y afirman que se cumplirá. Sin embargo, los macristas cordobeses repiten que “no se continuará así. Se vienen cambios”.

Definido lo nacional, el partido seguirá con las tensiones locales y la disputa por un sello del que nadie garantiza su futuro. 

CON INFORMACION DE DIAIRO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE SILVA GABRIEL.