Javier Milei, el presidente que rompió todos los esquemas

Economista liberal. Por esa razón Javier Milei ocupó varias veces una silla en la televisión cuando todavía no era una figura popular. Decía lo que muchos querían escuchar: que había que terminar con la casta, el kirchnerismo, abrir el mercado, cortar los subsidios, dolarizar la economía y reducir los impuestos. Aparecía enojado, vestido como un rockstar, con campera de cuero y un peinado desprolijo que le valió el apodo de "El Peluca". 

La velocidad con la que explicaba conceptos macroeconómicos era música para los oídos de la caja boba. Milei hablaba rápido, pero además miraba a cámara y sonreía con simpatía. Con ojos azules, gesticuloso, contestatario y veloz se apoderó del rating. Eso le facilitó el encantamiento de productores y conductores que más de una vez argumentaron que había que "invitar a Milei porque medía".

Nació el 22 de octubre de 1970 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Su nombre completo es Javier Gerardo. Estudió la Licenciatura en Economía en la Universidad de Belgrano y nunca tuvo cargos públicos hasta el 2021 cuando se presentó como candidato a diputado nacional por CABA y alcanzó una banca con el 17% de los votos. La llave fue la exposición y su diferencial, exactamente ese. Luego sumó otro: fue noticia por donar su dieta.

Siempre fue un outsider. Fanático de los Rolling Stones, capaz de reconocer cualquier canción de la banda con sólo escuchar unos acordes, también capaz de nombrar de memoria discos y formaciones de fútbol. Milei no tiene hijos y pasó muchos años soltero hasta meses atrás cuando formalizó un vínculo con la artista e imitadora Fátima Flórez. Hizo del vínculo con sus perros su familia. Actualmente tiene cinco: Conan, Milton, Murray, Robert y Lucas. El primero es el padre de los otros cuatro. Todos son de la raza mastín inglés y tienen esos nombres inspirados en los economistas Milton Friedman, Murray Rothbard y Robert Lucas y en la pieza literaria de Robert E. Howard, “Conan, el bárbaro”.

En su círculo íntimo, para la campaña, se apoyó en su hermana Karina, a quién en la noche del balotaje le agradeció especialmente su triunfo luego de un largo abrazo con lágrimas en los ojos. Sobre su vínculo con sus padres nunca habló demasiado, pero trascendió que fue una relación difícil. Sin embargo, ellos lo apoyaron en el último tramo de su carrera presidencial y estuvieron presentes en el tercer debate electoral que se llevó a cabo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

Milei es hincha de Chacarita, fanático de los animales y tiene un pasado como arquero. Algunos amigos de su juventud lo recuerdan como alguien a quien le costaba conciliar el sueño y que, en la época de los mensajes de texto, se quedaba hasta altas horas de la madrugada chateando o hablando por celular. 

En política dice que no es alguien que esté "contra el sistema, sino contra el status quo, la casta y el enriquecimiento" y desde que comenzó a soñar con la idea de ser presidente de la Nación tuvo como objetivo "terminar con el kirchnerismo". 

Su figura genera posiciones encontradas. Mientras una gran porción de la sociedad lo rechaza por su postura libertaria, otros empatizan con la historia del pequeño Javier que sufrió bullying en la escuela, por su extrema inteligencia -según describen en su entorno- y su sensibilidad que puede parecer inocente y ansiosa. 

Extremadamente sociable, Milei tiene tendencia a encariñarse con algunas personas con las que empatiza. Su equipo de redes sociales, por ejemplo, está conformado por jóvenes que lo seguían por sus ideas libertarias y que un día, en un encuentro casual, le dijeron que debía tener communities managers y cuenta de TikTok. A Milei le pareció que no había razón para decir que no, les dio entrada y tiempo después cosechó millones de seguidores a la vez que se coronó rey del ecosistema digital y desarrolló de forma natural y espontánea un tipo de comunicación que más tarde otros políticos, como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Axel Kicillof, Sergio Massa y hasta Cristina Kirchner quisieron intentar. Fallaron. Ninguno pudo como él. Incluso su comunidad dio origen a los memes de "viejo meado" que, en el universo de las redes refiere a los que se quedaron afuera, a los que están grandes y hacen papelones en el intento de parecer centennials.

A las entrevistas Milei llega temprano, hasta cuarenta minutos antes. Le ha explicado a trabajadores del detrás de escena que no es por ansioso sino por respeto a los tiempos del otro. Extremadamente gentil, siempre saluda con un beso y una sonrisa a cada persona que encuentra trabajando a un lugar en el que asiste como invitado. Toma agua y evita pedir café u otra bebida "para no molestar". Y en el tiempo de espera intenta adelantar trabajo. Lo ha hecho escribiendo algunas notas a mano en una agenda que lleva con él o hasta generando reuniones de 10 ó 15 minutos entre su llegada al medio y el horario de inicio de la entrevista. 

Tiempo después Milei sigue usando su icónica campera de cuero, incluso con altas temperaturas. Forma parte de su estilo y -dicen los que lo conocen- de una cábala, pero este año se lo vio también con un buzo deportivo azul que repitió en todas las entrevistas que le dio a Alejandro Fantino en la radio y canal de streaming Neura. Incluso las ventas de esa prenda se dispararon en plataformas online y en los comentarios puede leerse que muchos usuarios lo piden como "el buzo de Milei".

Además de su formación de base, el economista hizo posgrados en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES) y en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Fue empleado de la empresa Proden S.A, de Eduardo Eurnekián, y promocionaba en su cuenta de Instagram al Instituto NW Professional Traders, donde trabajó como "capacitador", según publicó Chequeado. También integró la AFJP Máxima y fue parte del estudio del economista Miguel Ángel Broda mientras asesoró al militar condenado por delitos de lesa humanidad Antonio Bussi cuando fue gobernador de Tucumán, entre 1995 y 1999. 

Milei no le escapa a los flashes y las cámaras. En 2018 fue protagonista de una obra de teatro que se llamó "El consultorio de Milei". La dirigía el exsenador nacional radical Nito Artaza. Además publicó varios libros: Pandenomics, Libertad, libertad, libertad, como coautor junto a Diego Giacomini, Otra vez sopa: Maquinita; infleta y devalueta y El fin de la inflación.

Fanático de la economía estadounidense, Milei desalentó el ahorro en pesos y dijo en una entrevista en Radio Mitre que "el peso no vale ni excremento". Por esta razón el 12 de octubre el presidente Alberto Fernández lo denunció por el delito de intimidación pública". Por este episodio "El león" -como apodan al libertario en su espacio- dio una conferencia de prensa. Fue la primera vez que se lo vio públicamente en una actitud seria, con estructura de político dando una explicación sobre sus expresiones públicas: "Está intentando proscribir a la fuerza más votada", aseguró. Sin embargo la proximidad con un triunfo hizo que el candidato opositor comenzara a desdecirse y a matizar sus discursos que abordaban el negacionismo, una posición anti cambio climático y la promoción de un sistema de educación y de salud con vouchers y arancelada, respectivamente. La venta de órganos y la libre portación de armas fueron dos controvertidos temas de campaña que también debió relativizar con el correr del tiempo.

Sobre el primero de estos temas, para Javier Milei todo lo que tiene que ver con el terrorismo de Estado entra en la categoría de "excesos". Para él, las víctimas no fueron 30.000 y tampoco es importante saber cuántas. Esta posición lo acercó a su compañera de fórmula Victoria Villarruel, mujer de extrema derecha que fue criada en el seno de una familia militar y cuyo tío, Ernesto, fue un capitán que durante la última dictadura tuvo una oficina en el centro clandestino de detención El Vesubio.

En cuanto al cambio climático, la posición de Milei sostiene que tiene que ver con factores cíclicos y que no tiene relación con la mano del hombre. Además, ha propuesto privatizar empresas públicas y recursos naturales como el yacimiento de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, sus ríos y mares. Para Milei que esto sea propiedad privada generaría que se reduzca la contaminación.

Con informacion de MDZOL.com