Remontada de Massa aleja a Llaryora de zona de confort

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Al gobernador electo Martín Llaryora lo sorprendió la histórica remontada de Sergio Massa en las elecciones del domingo, porque si bien esperaba que el candidato de Unión por la Patria ingresara al balotaje, lo ubicaba como segundo después de Javier Milei, peleando desde abajo, y no con el incremento de casi diez puntos que logró desde las Paso. Incluso el escenario de segunda vuelta fue una percepción reciente: en el oficialismo provincial, con algunos matices entre schiarettistas y llaryoristas, pensaron que el ultraderechista se consagraba presidente el domingo. O eso dejaban trascender.

Ahora, cerca de Llaryora admiten que tienen “un problema” nuevo, que es la segunda vuelta del 19 de noviembre, donde se enfrentará un peronista que es amigo del gobernador electo, pero representa para el votante cordobés “el mundo K” tan rechazado, y un dirigente que en el Palacio 6 de Julio y en el Panal califican de imprevisible pero que fue el más votado en Córdoba, y que frente a la caída de Juntos por el Cambio se comió parte del voto anti K consolidado en este distrito, y de yapa ya tiene el apoyo de Mauricio Macri, dirigente caro al elector mediterráneo. Al sanfrancisqueño ese escenario, que no maneja, lo saca de su zona de confort.

“Tenemos un problema, pero es porque nos fue muy bien en las elecciones”, destacan cerca del gobernador electo, en relación al casi 1,8 millón de votos que sacó Juan Schiaretti con la lista de Hacemos por el País, de los cuales 665 mil fueron emitidos en la provincia de Córdoba, donde quedó con el 29%. En la lucha a todo o nada que es el balotaje, esos votos son pepitas de oro a por las cuales irán Massa y Milei. 

“Estamos dentro del juego pero no tenemos necesidad de definirnos”, refuerzan ante una consulta de este diario, y reiteran el argumento de que la política electoral nacional la definirá Schiaretti en tanto excandidato presidencial, y que no tendría mucho sentido que el mandatario licúe lo que consiguió el domingo en la puja que se viene. Sin embargo, desde el punto de vista del sanfrancisqueño, no es tan lineal porque como futuro mandatario tendrá que enfrentar vencimientos de deuda y tomar decisiones de acuerdo con quien sea el próximo presidente. “Pero Martin no se va a cortar solo”, advierten los cercanos al futuro gobernador.

Por lo pronto, en el massismo no niegan que quieran buscar un acuerdo de dirigentes cordobesistas, pero afirman que van a venir a la provincia a hablar con los cordobeses de cara a la segunda vuelta, con la idea de que si el tigrense creció más del 60% entre las PASO y las generales (fue del 8,6 al 13,6%), hay tela para cortar en el territorio más anti K del país. En ese sentido proponen algo parecido a lo que hizo Llaryora para impulsar a Daniel Passerini en la ciudad Capital: salir a buscar el voto. 

“Córdoba es muy importante pero Schiaretti salió segundo frente a Milei siendo el gobernador”, le bajó el precio a los logros del gobernador el diputado nacional y armador del Frente Renovador Carlos Selva en una nota con Radio Nacional.

El jueves se produce el primer desembarco de las huestes del ganador de la primera vuelta. Viene a esta ciudad la esposa de Massa y titular de la empresa estatal Aysa, Malena Galmarini, junto a la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, a una actividad que se realizará en la Universidad Nacional de Córdoba. El miércoles a la noche, o el mismo jueves, habrá una comida/reunión política en el recientemente inaugurado bar Perón Perón ubicado en barrio Alta Córdoba de esta ciudad. 

No parece que Llaryora vaya a tomar pronto una definición al respecto, al menos no hasta que el escenario se enfríe, baje la bruma de la primera vuelta y los siempre dudosos sondeos marquen alguna tendencia para el balotaje. O haya alguna señal de Unión por la Patria que le permita dar un paso, como el anuncio de una baja en las retenciones a la soja y el maíz, una de las banderas del cordobesismo. A los fines de tomar distancia y ganar tiempo es particularmente útil el viaje a Kuwait y Arabia Saudita que el todavía intendente de Córdoba, el gobernador, y parte de los equipos de ambos iniciarán en dos días hasta el 9 de noviembre. 

Para no hablar de votos que el peronismo insiste que no son suyos sino de la gente, la joya que blanden en Hacemos Juntos por Córdoba es el bloque de diputados nacionales que se conformará el 10 de diciembre, que estará integrado por cinco cordobeses, más los dos actuales del Interbloque Federal y un octavo que se suma del schiarettismo de la provincia de Santa Fe. Es un activo y un reaseguro para negociar, porque quien sea que gane las elecciones presidenciales (y creen que Massa no la va a dejar escapar) va a estar en minoría en el Congreso y va a necesitar manos prestadas para legislar.

Con informacion de Diairo Alfil, sobre una nota de Bettina Marengo.

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