El apodo de Sergio Massa, la esperanza europea de Patricia Bullrich y el riojano de Juan Schiaretti no se baja

Patricia Bullrich no puede batir las alas de halcón como lo hizo en la pelea directa con Horacio Rodríguez Larreta en las PASO, pero las formas de las “palomas” no le sientan bien. Sus adláteres reconocen que les cuesta encontrar el perfil de la candidata de Juntos por el Cambio, rumbo a la elección del 22 de octubre. Fueron días de definiciones rápidas, de cambios de nombres en los comandos en el interior del país que siguieron a la avanzada de Sebastián García de Luca en el diseño de la estrategia.

En esa pelotera, fue ganando influencia interna el gurú Derek Hampton, quien encabezó el encuentro que protagonizaron los cordobeses Luis Juez, Rodrigo de Loredo y Mario Negri. “Tiene un optimismo fuera de serie”, destacó una fuente que estuvo presente.
Es que hay una experiencia europea reciente de la que se podría extraer algunos tips para aplicar a la estrategia de la ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri.

El equipo de Hampton mantuvo conversaciones con los responsables de la campaña de la madrileña Isabel Díaz Ayuso, cuya performance electoral terminó con los mejores resultados del Partido Popular desde 2003.
El elenco de analistas consultados por Letra P afirma que Ayuso y Bullrich no son comparables. Estas fuentes cáusticas aseguran que “la expectativa” es central en toda campaña y parece que “la piba” tiene problemas para generarla.
De todas maneras, el entorno de Bullrich sabe que su candidata tiene polenta para dar un debate de centroderecha y controlar las fronteras a la versión “ultra” que expresa el libertario Javier Milei. ¿Cómo? Como hizo Ayuso, planteando un combate polarizado con la izquierda, es decir, con el progresismo que pretende expresar, en el caso doméstico, Sergio Massa.

A un mes de la elección general, la colección de ejemplos de inspiración parece un poco tardía, pero sus campañistas aseguran que el objetivo de máxima es un crecimiento de cinco puntos. "Con eso, pasamos al ballotage tranquilos", se convencen.

El sepulturero alegre
Cordobeses y cordobesas tenemos fama internacional por el fernet 70-30; por exportar grandes nadadores, humoristas y, por supuesto, por la rapidez para encontrar apodos desopilantes. ¿Cómo le dicen a Massa en el peronismo de Córdoba?

El sobrenombre más popular tiene como autor al gobernador Juan Schiaretti, quien le dijo "Papá Noel" después de anunciar medidas de alivio para trabajadores y trabajadoras, como la elevación del piso de Ganancias o la devolución del IVA a empleados formales y monotributistas, pero no sería el único.

El último apodo se lo puso el diputado schiarettista Carlos Gutiérrez y ya se instaló en los chats de WhatsApp del cordobesismo. "¿Qué anunció ahora el sepulturero alegre?", pregunta el riocuartense a sus asesores.

“Un sepulturero cumple su tarea, sin gestos, con gran sobriedad. Massa nos entierra todos los días y se nos mata de risa”, suele explicar el alter ego del gobernador a quienes no cazaron el chiste.

Peronismo amarrete
La que no se estaría riendo tanto es una de las últimas incorporaciones transversales del cordobesismo. Hay preocupación en el entorno de Myrian Prunotto, la primera vicegobernadora de extracción radical que tendrá la provincia de Córdoba desde el 10 de diciembre. Es que, como el amplio abanico de la política, escucha los rumores sobre los espacios que Martín Llaryora asignará a cada espacio de su incipiente partido cordobés.

El organigrama se empezará a definir con los resultados de la elección nacional de octubre. Habrá heridos y la mano amiga del sanfrancisqueño estará allí, lista para rescatar a opositores y peronistas que puedan llegar a arrepentirse de su kirchnerismo. Ya se dijo muchas veces: Llaryora apuesta por Milei.

Sin embargo, quienes ya están adentro exploran sus posibilidades. Es tradición en el PJ de Córdoba, oficialismo desde 1999, dejar tres secretarías para que la segunda autoridad de la provincia ubique a personas de su confianza. Parece que la exintendenta de Estación Juárez Celman no correría con la misma suerte.

Invitado especial
En modo candidato presidencial de Hacemos por Nuestro País, Schiaretti terminó este viernes la arenga a la dirigencia peronista “para ganar Córdoba” el 22 de octubre, se sacó las fotos protocolares y se dirigió al salón ubicado detrás del escenario que, minutos antes, tambaleó con la potencia de los alaridos de Martín Llaryora.

“Salgo ya para la misa del Gallego”, le comentó a un funcionario de su gabinete que tiene el privilegio de ser uno de los únicos que ingresa a la casa familiar que el mandatario comparte con la senadora Alejandra Vigo. El ministro Paulo Cassinerio le dijo bajito que tenía un par de compromisos antes de la conmemoración por los cincos años de la muerte del fundador de Unión por Córdoba.

Después de unos minutos de diálogo con funcionarios y cruzar otras palabras con Llaryora, Schiaretti pasó al siguiente compromiso. De entre el grupo que estaba tras bambalinas, apareció el candidato riojano que ocupó espacio en medios nacionales porque amagó bajarse de la lista de Hacemos por Nuestro País en la provincia que gobierna Ricardo Quintela.

El candidato a senador Alberto Paredes Urquiza había dejado trascender su malestar porque no tenía contacto fluido con los campañistas del gobernador. Lanzó el ultimátum: el viernes 15 tomaría la decisión de seguir adelante con su postulación o de bajarse, lo que hubiera facilitado el acceso de Unión por la Patria a una banca en la Cámara alta. Rápidos de reflejos, esa tarde, el cordobesismo invitó a Paredes Urquiza a Córdoba para compartir con Schiaretti más fotos que palabras.

“Seguimos en carrera”, ratificó el riojano que continuará en las filas de Schiaretti y Florencio Randazzo, después de los cinco minutos de charla y la promesa de visitar La Rioja en los próximos días.

Con informacion de Letra P.