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Los gastos de Llaryora son desmedidos para una Córdoba con muchas carencias

OPINIÓN 30/05/2023 Carlos ZIMERMAN
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carlos Por Carlos ZIMERMAN

Lo primero que quiero decir antes de ir a la nota propiamente dicha, es que en política todo no es plata, que no todo se puede comprar y que la gente es mucho más madura de lo que algunos políticos piensan. Seguramente quienes tiene una billetera abultada corren con ventaja, seguramente quienes pueden comprar espacios en los grandes medios tiene mucha mas visibilidad y posibilidades electorales, pero que nadie piense que por tener un presupuesto "inagotable" una elección está decidida. Lo grave es cuando quien dispone de esos abultados fondos en realidad lo hace con dineros público, plata de la gente que con mucho esfuerzo y sacrificio pagó sus impuestos para poder tener agua potable, la calle asfaltada, el hospital en condiciones para poder atenderse o una plaza para llevar a los chicos a distraerse y jugar un rato. El gasto "desbordado2 en tiempos electorales linda lo punible, lo delictivo e inmoral, no es otra cosa que querer cambiar la voluntad del votante por saturación de publicidad, es tomarle el pelo a esa persona que dice querer representar, es burlarse y por sobre todas las cosas, es querer tener ventajas, es querer ganar con otras armas, lisa y llanamente hacer trampa.

Luis Juez y Martín Llaryora pugnan por la gobernación de Córdoba en una elección a la que le queda menos de un mes y que está entrando en su recta final.

Sin duda alguna que la "pelea" es desigual, ya que tanto Schiaretti como Llaryora, desde sus administraciones de la provincia y la municipalidad, están gastando cifras siderales de dinero en pauta publicitaria, ya sea directa o disfrazada. Basta con querer leer cualquier artículo político en internet para que la propaganda exagerada de los actos de gobierno de Don Juan y Don Martín literalmente "nos ataquen" despiadadamente.

Nadie pone en discusión que la publicidad de los actos de gobierno es una prerrogativa constitucional y es positivo, pero en tiempos electorales, su difusión exagerada transforma la campaña en desigual y seguramente quienes hacen uso y abuso de esta posibilidad lindan con lo delictivo y quizá llegó la hora que un fiscal intervenga para analizar si no se está haciendo un uso indebido de los fondos públicos.

La gente ya no se come ningún buzón y sabe perfectamente cuando una nota es "publinota" y cuando un reportaje está respaldado por una pauta publicitaria. Estamos cansados de ver como en los medios de Buenos Aires se hace publicidad de la provincia de Córdoba y tras cartón viene el reportaje edulcorado.

Lo que está gastando el gobernador Schiaretti es literalmente "monstruoso" y dudo que tenga antecedente alguno, lo mismo pasa con las erogaciones de la Municipalidad de Córdoba.

La campaña se transformó en desigual y eso no le hace nada bien a la democracia. Dicen los que saben que una campaña a gobernador en una provincia como Córdoba requiere del gasto de no menos de 10 millones de dólares cuando se tiene que enfrentar a la tiranía de la billetera de un estado, Luis Juez tiene "castigo" por partida doble, no solo enfrenta al poder de la caja de la provincia, también al de la municipalidad.

Quizá llegó la hora de reglamentar el gasto publicitario seriamente y no como está ahora, quizá se debería prohibir que previo a una elección se pueda hacer publicidad de la manera que hoy la provincia y la municipalidad lo están haciendo.

Un párrafo aparte es para aquellos "colegas" que solo cubren actos para no ser acusados de parciales y demostrar pluralismo, pero que en realidad lo único que hacen es "presencia", ya que, o bien son limitados por los que manejan la billetera, o bien se autolimitan por miedo al enojo de los que ponen "la tarasca" ajena.

Los gobernantes deben entender que los dineros públicos no son de ellos, que es plata de la gente que con sacrificio paga sus impuestos para darle un uso racional, no para intentar seguir atornillados al poder.

La democracia que tanto trabajo nos costo conseguir a todos los Argentinos y que en pocos meses cumple 40 años, no se merece que un puñado de inescrupulosos la pisoteen y la mancillen tan grotescamente, los cordobeses tienen el derecho de ir a votar con libertad y sin que nadie, con dineros ajenos, intente direccionar la voluntad popular.

En Córdoba la pelea es desigual, no obstante el lado positivo es que así y todo, con uno que va en una Ferrari y otro en un Fiat 600, las encuestas dicen que están cabeza a cabeza y que por ahora, para algunas consultoras, la ventaja es mínima para uno o para otro candidato, eso no expresa otra cosa que el cordobés es un votante maduro, muy por el contrario de lo que los que tienen el poder de la billetera piensan. 

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